Sueño de las Estrellas (Loki x Lectora)

Capítulo 20-La voluntad de las madres

Tres días después, una mañana Stella visitó a su hija en sus recámaras, esperó sentada en su cama a que las sirvientas la ayudarán a cubrirse con un hermoso vestido azul con diamantes y le cepillarán su abundante melena. Su madre esperó pacientemente, pero una vez terminaron de peinar su cabello, se levantó y les habló. 

-Yo puedo continuar desde aquí, gracias, pueden retirarse.

Las sirvientas obedecieron y Stella se acercó para acomodar el largo cabello de su hija en una trenza. 

-Quería preguntarte algo...-Dijo Stella, parecía hablar con cautela.

-Adelante-Dijo T/N 

-He esperado a que te encuentres mejor y adaptes a...todo-Dijo Stella-Pero quisiera saber, querida mía, sin presionarte ¿Qué planeas hacer?

T/N permaneció en silencio, pensando, sabía exactamente a qué se refería su madre y lo cierto es que ni siquiera quería pensar en el asunto, en su herencia, en su deber o su ex-título. Miró su impasible rostro en el espejo, se detuvo a observar el rubor natural de sus mejillas, sus vivos labios, sus brillantes ojos con sus largas pestañas y pensó que tenían razón, aunque no se había percatado hasta ahora, todos aquellos que alababan su atractivo...Su belleza parecía irreal, más como una muñeca. Al mirar a su madre en el espejo, volvió a la realidad. 

-No lo sé, madre...-Dijo con sinceridad, aunque no quería insultar la importancia que sabía que su madre le daba al asunto.

Stella suspiró.

-No puedo forzarte, mi niña, pero tienes que entender que es importante, así queden los escombros tienes que escoger. 

-Quisiera solo quedarme aquí, sin tantas responsabilidades...-Dijo casi para sí misma, pero su madre la escuchó. 

-No podemos quedarnos para siempre bajo las faldas de Odín-Dijo preocupada-T/N...¿Qué quieres hacer? 

T/N cerró sus ojos, deseaba genuinamente poder darle a su madre la respuesta que ella esperaba, pero al abrir los ojos se encontró de nuevo con la indecisión. 

-No...lo sé-Contestó 

Stella intetaba ser comprensiva, pero el asunto era suficientemente importante para que creyera necesario tomar medidas drásticas.

-Thor se casará con la princesa Morgana...Loki probablemente se casará con la princesa Mere...-Dijo 

T/N bajó la mirada.

-No puedes ni siquiera darle la gratitud a Odín desposando a alguno de sus hijos y si no tienes un plan, tendrás que depender siempre del poder de alguien más...es por eso que le he dicho al Rey Merek, que nos conceda el honor de que seas considerada para ser la esposa del próximo Rey del Reino Fugen.

La princesa entendió estas palabras inmediatamente y recordó las palabras del Rey Merek la primera vez que lo conoció: Que tenía un heredero varón que podría ser considerado como un candidato digno para restablecer al clan Astery. T/N se levantó rápidamente de su silla y la miró asustada. 

-¡Madre!-Dijo T/N

-Si no decides por ti misma, alguien más siempre... decidirá por ti-Dijo con severidad y se dirigió a la puerta. 

T/N se quedó sin palabras, no quería lidiar con el asunto, pero jamás podría actuar tan desconsiderada con su madre y con aquellas personas que la habían protegido todos estos años. Su madre se detuvo antes de salir y la miró para decir unas últimas palabras. 

-Espero que le des un buen trato-Dijo y se fue.

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Más tarde, la princesa fue en busca de Thor para preguntarle cuando tendrían la próxima clase de entrenamiento, gracias a el tratamiento de Loki fue cuestión de horas para que se recuperará por completo de sus últimas heridas y pensó que seguro el poder que residía dentro de ella ayudó también. 

Finalmente lo encontró en los pasillos de los jardines, conversando con sus compañeros y su madre, parecían a punto de partir. Al percatarse de su presencia acercándose detuvieron la conversación y Thor se volvió sonriente hacia ella. 

-Lady T/N-Dijo Thor-No esperaba verte

T/N hizo una reverencia a los presentes, Frigga le devolvió una genuina sonrisa al igual que Sif, sin embargo los hombres Hogun, Volstagg y Frandall se mostraron serios, pero devolvieron la reverencia. 

-¿Van a algún lado?-Preguntó 

-Sí, mi Lady, nos dirigimos a visitar un par de reinos para asegurar la paz-Dijo Thor

T/N los miró a todos, como si no le agradara la idea, sin Thor y los entrenamientos, además de los libros, probablemente se aburriría. Su acompañante, al percatarse de ello justificó su partida. 

-Es necesario...-Dijo-Pero no te preocupes, regresaremos pronto y continuaremos nuestros entrenamientos. 

-Quizás puedas aprovechar la ausencia de Thor para recibir clases de magia con Loki-Dijo Frigga.

T/N se limitó a sonreír y asentir. No le parecía tan buena idea, Loki parecía no querer ser molestado y le daba la impresión de socorrerla solamente cuando no tenía otra opción, cuidar de ella debía de ser un mandato de su padre. 

-No desesperes, mi Lady-Dijo Frandall-Puede que Loki no sea tan divertido como nosotros, pero a lo mejor logra entretenerte con sus trucos baratos.

Los presentes a excepción de Frigga y T/N rieron, pero al ver la expresión seria de la madre de Loki, dejaron de hacerlo. A la princesa no le hizo gracia el ofensivo comentario, a pesar de la mezquinidad del príncipe, consideró que no era motivo para tomarlo por un chiste. 

-En fin, no nos extrañes demasiado-Dijo Frandall y guiñó un ojo, se retiró y los demás le siguieron.

-Bueno...-Dijo Thor y tomó la mano para besarla-Nos vemos, mi Lady. 

-Nos vemos, su alteza-Dijo T/N e hizo una reverencia. 

Los guerreros se retiraron, por un momento se quedó viéndolos marchar hasta que Frigga le ofreció almorzar con ella. Durante el almuerzo insistió en que buscará a su hijo para enseñarle un poco de magia, que eso le ayudaría con el poder de Cassiopeia y que se disculpaba por no ser ella misma la que ofreciera su ayuda, pues ser la mano derecha del padre de todo no le permitía disponer de mucho tiempo para enseñarle. Aunque Frigga era amable, T/N sintió alivio al alejarse, pues la insistencia de aquel asunto le agobiaba, no creía que fuera la mejor idea pero al final, prometió pedirle lecciones de magia a su hijo. Se dijo a sí misma que no le insistiría demasiado, no quería molestarlo, más cuando continuaba pensando que ella no le hacía ninguna gracia. Además pensar en como pedirle ayuda la alejaba de lo dicho por su madre en la mañana, no quería enfrentar el problema.