#LoQueHaceElAburrimiento

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El pandicornio rosa me dijo que no sabía nadar, pero un día yo lo vi nadando en la bañera de casa de mi abuela con el perro salchicha narniano y un marciano que se lavaba los dientes.

Yo. Yo soy un caballo. No me creció el cuerno. Y me digo a mí mismo, con pesadez, "¿Por qué? ¿Por qué a mí?'' y lloro mientras lo digo en voz bien alta para que el vecino se moleste, "¿Por qué no podía ser un unicornio?". Entonces es cuando el Amo se acerca y me manda a callar. Me dice "Calla, perro, que no eres un caballo" y yo no entiendo por qué me llama perro. Está claro, clarísimo, igual que el agua del váter (desgraciadamente, me he bañado en ella, así que la he visto de bien cerca), que soy un caballo, un pura sangre bellísimo, con mi melena hondeante, rubia como la de una Barbie... O... Ahora que lo pienso... ¿Y si fuese un león? Meditaré sobre ello. Lo consultaré a mi amigo pandicornio y a sus vecinos el perro salchicha, la abuela rockera y el marciano.

N/As: Hermoso, conmovedor, incluso nos echamos a llorar de emoción. Llorad con nosotras, amigos míos, llorad con nosotras. Llorad también con el pobre caballo al que llaman perro. Da palo despedirse.

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⏰ Última actualización: Sep 01, 2014 ⏰

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