9.- Asesina

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Pedido de MC4638

Miraste tus manos, las cuales estaban pintadas de aquel rojo carmín, y  soltaste un bufido.

No querías problemas, no en Gotham sabiendo quien se encontraba ahí, pero eso marcaba tu instinto, asesinar a sangre fría.

Sabias que Damian había abandonado su protocolo de la Liga de los Asesinos, para así juntarse con se progenitor Batman, donde ahora era el chico maravilla. Pero tu, seguías siendo parte de la liga de los asesinos, por generaciones tu familia había sido cercana a la familia Al Ghul, y tu no eras la excepción.

Desde que naciste, fuiste la amiga de Damian, siempre entrenabas con el, siempre jugabas con el, siempre hablabas con él, hasta ese día.

Ese día donde atacaron a la base de la liga de los asesinos.

Ese día donde Talía se lo llevó lejos de la base hecha cenizas a un lugar "más seguro", para protegerlo y de paso que no supiera la verdad de la liga de los asesinos.

Lo habías visto algunas veces a escondidas entre las sombras, como él había adoptado la identidad del nuevo Robin de Batman, e inclusive, aunque no se reflejara en su rostro se veía más feliz.

Tan solo habían pasado 3 años desde que Damian se fue, y tan solo dos desde que la liga de los asesinos se volvió a levantar, sin Ra's, sin Thalía, y sin Damian, lo extrañabas bastante, fue un buen amigo tuyo en su infancia.

Desde que empezaste a observar a Damian, querías ir a saludarlo, pero tu orgullo y la "traición" del mismo te lo impedía, él te había prometido que volvería, pero nunca fue así, a pesar de él pasó de los años, seguía siendo aquel chico con un gran orgullo, nunca había admitido su derrota, típico de él.

Pero ese día era diferente, esa vez el coraje y la rabia te habían dominado, golpeando a un simple civil, por una sola confusión, miraste de nuevo tus puños y parte de tus guantes pintados de aquel rojo carmín con aquel peculiar aroma.

Sabias que si seguías ahí, la familia del murciélago vendría, había personas que te habían visto y aun así seguiste golpeando a aquel pobre hombre, que probablemente tenía familia, saliste corriendo de ahí, para así subir por las escaleras de emergía que había en un edificio cercano.

-Mierda, ¡Mierda!- gritaste frustrada de ti misma, no querías llamar la atención de ninguna otra persona, ya no lo soportabas más, aunque sabias que así sería toda tu vida.

-Vaya, un nuevo peón en la ciudad- dijo sin una pizca de gracia una voz a tus espaldas.

Simplemente giraste sobre tu propio eje apretando más tus puños, con el propósito de golpear a aquel inútil que trataba de insultarte, alzaste tu puño para intentar golpearlo y de paso dejarlo inconsciente, pero aquella persona esquivó de una manera tal fácil el golpe que le propiciarías.

Trataste de golpearlo cada vez que tenías la oportunidad, pero al parecer el tenía práctica en eso, pues esquivaba con tanta agilidad tus golpes, que parecías un principiante a comparación de él.

Hasta que sentiste como apretó tus muñecas para así evitar que tus ataques continuaran, y pudiste notar que miraba con bastante confusión el logo que se encontraba en tu hombrera, y te soltó de repente.

-La liga de los asesinos- repito el chico con un todo de incredulidad en su voz.

Abriste más tus ojos, al volver a escuchar de nuevo esa voz pero con mayor claridad, sin duda era el, pero sabias que no era el mismo Damian Wayne que conociste, trataste de salir corriendo de aquel lugar pero su mano te sujeto fuertemente.

-T/N, ¿eres tu?- dijo Damian mientras apretaba más fuerte tu brazo, como si temiera que te fueras.

-Wayne- dijiste sin siquiera mirarlo, no te atrevías a verlo pero aun así lo querías enfrentar- tanto tiempo, después de que nos abandonaste-

-¿Abandonarlos?- dijo Damian de forma incrédula, según él la liga de los asesinos había caído y entró en el olvido.

-Desde hace dos años la liga se levantó, ¡y tú aquí como el petirrojo de Batman!- gritaste y le propiciaste un golpe en su brazo lo que ocasionó que te soltara y salieras corriendo de ahí.

Corriste lo más rápido que pudiste para perderlo de vista, pero aún así sabias que él tenía mejor habilidad que tú en algunos aspectos, por lo que sólo en cuestión de segundos ya te había alcanzado y sujetado tu brazo de nuevo, lo que te hizo para en seco, otra vez a enfrentarlo.

-¡Suéltame!- dijiste para tratar de golpearlo de nuevo, pero este detuvo tu golpe antes de que llegara a su rostro.

-Tranquila, maldita sea- dijo mientras te abrazaba para evitar que te fueras de nuevo.

Siguieron los forcejeos hasta que Damian escuchó un débil llanto de tu parte, estabas cansada de todo, simplemente querías desaparecer, pero de repente sentiste como te abrazaba con mayor fuerza, como si te quisiera consolar, y desde ese momento empezaron de nuevo.

Damian te había invitado a la BatCave, pues decía que era un lugar "seguro" y donde podía curarte las heridas en tus nudillos por haber golpeado tanto a quien no lo merecía.

Solo tardaron unos minutos en llegar con la moto color roja de tu compañero y llegaron a la famosa BatCave, Damian y tu aclararon sus dudas, y te presentaste a Bruce Wayne, padre de tu amigo.

-Pensé que sería más alto- dijiste a modo de burla, pues se decia mucho del caballero de la noche que era imparable.

Cuando al fin todo parecía ir bien, Damian preguntó.

-¿A quien atacaste?, por si no lo sabias tus puños están llenos de sangre- dijo mientras te señalaba

No sin antes aclarar el porqué tus puños tenían un poco de sangre, esta sería una larga noche.


Al fin, una publicación, perdón por la tardanza, pero la escuela sí que me consume T-T, escribí esto en uno de mis ratos libres, espero y haya sido de su agrado.

One-Shots Damian Wayne Donde viven las historias. Descúbrelo ahora