El encanto de las palabras se me ha ido desvaneciendo con los años. Han perdido el significado formal para acabar en una constante metáfora de dualidades peligrosas.
El día ha estado frío, igual que la última semana y el último mes. Cómo la última vida del soñador que va cayendo al vacío.
Algunos perros están ladrando afuera, rompen el silencio de mis pensamientos para dar paso al caos de recuerdos guardados en contenedores. Y a todas las cosas que no dije en su momento, con todo lo que aquello podría haber cambiado.
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Diario
Literatura FaktuOjalá no me gustara siempre ir tanto en contra de la corriente. Ojalá supiera decir algo menos amargo, pero la lengua siempre me traiciona. No debería tener tanto dolor entre las manos, pero siempre he jugado con las fechas de caducidad de unos sent...