¿Dulce o truco? || JhonTen ||

29 de octubre

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Ten vio como Johnny frunció su ceño al ver como un viejito se colaba delante de la fila del cajero. Pudo sentir su molestia. Ten realmente entendía a su esposo, de vivir en un país liberal a un tradicionalista con una cultura conservadora era chocante

A él no le afectaba, era tailandés, era asiático, sabía las culturas de sus países vecinos. Pero nunca supo que incómodo sería para Johnny vivirlo cada día.

—Amor — Ten habló al castaño para distraerlo —¿Qué piensas hacer este fin de semana? —suspiro mientras apoyaba su cabeza en su hombro o bueno... intentándolo si quiera.

—No lo sé, en octubre todo es frío, me da ganas de dormir y estar contigo todo el día en la cama.

Ten guardo para si el pensamiento sucio que paso por su cabeza

—Pasado mañana es halloween... — Se dio palmaditas así mismo al ver una sonrisa escapar de su alto marido. Ya sabia lo que iba a decir

— Halloween — avanzaron un poco en la fila — cuando vivía en Estados Unidos esperaba ansiosamente a que llegara halloween, mis compañeros y yo nos disfrazábamos de cualquier porquería que nos venga a la cabeza — Ten empezó a contagiarse de la felicidad de la persona al lado suyo — una noche éramos Superman y otra éramos, literal, tachos de basura... los halloween en mi país son divertidos, muy espeluznantes, a decir verdad. —El alto suspiro — Yo no lo hacia... pero mis amigos-

—Vamos Johnny, solo dímelo no me molestaré — le dio un pico

Johnny vio la confianza que Ten depositaba en el, realmente adoraba la relación con su marido.

—En halloween, a mis amigos y a mí, además de poder hacer estupideces sin que alguien nos reconociera, nos gustaba porque... como decirlo... íbamos a círculos clandestinos.

¿Cómo?

—¡No!, no es lo que tu piensas. Los círculos clandestinos eran como... ibas a una casa y tocaba la puerta y decías dulce o truco, si te respondían y pasaba lo normal esa casa no era un círculo.

—Ay dios John, los círculos clandestinos eran, es decir, —se apegó más a su esposo —¿hacían orgías?

—¡QUE! ¡No Ten cómo piensas eso! — vio como las personas de la fila dirigían su mirada a ellos —¿Cómo puedes pensar eso de mí? — repetía, pero solamente para su amado — si tocaba la puerta y antes de hablar la persona ya te estaba jalando del brazo para que entres, eso era un círculo clandestino. No hacíamos nada malo, solo nos ju- Johnny dejó de hablar para retirar el dinero del cajero.

Ten le dio la espalda mientras hacía sombra para que nadie note su clave o el monto de dinero que retiraba.

Estaba preocupado por Johnny, no pudo evitar sentirse nostálgico al escuchar como el castaño hablaba animadamente de su juventud en Estados Unidos, mientras que, demostraba sin intención, su incomoda vida en Corea

Cada noche, Johnny le repetía que gracias a él y su infinito amor, había podido resistir la cultura coreana. No obstante, había días en que Ten se sentía insuficiente, incapaz, ignorante, torpe e inútil para hacer que estadounidense no deje de extrañar su hogar. Cuando el se sentía así, lo primeros años de dejar Tailandia, se repetía que su objetivo era luchar por su beca y olvidarse de sus dolores, muy pronto vería su familia. Johnny siempre que podía, como vacaciones de verano o épocas de pascua, iban a Estados Unidos o a Tailandia. Dejaba de lado su familia para darle amor a él y darle la felicidad de volver a Tailandia, de algo estaba seguro, no hablaban de dependencia ni celos, era la necesidad de sentir la alegría del otro. La alegría de Ten de ver a su madre y hermana y la alegría de Johnny de ver a su padre y madre en acción de gracias.

Johnny lo hacía por amor

Ten lo hacia por amor

Pero no evitaba que se sintiera miserable de que, aun que este con el en Corea, siempre hablándole dulce y recibiéndole con una sonrisa después de un arduo día de trabajo, no pueda apartar de sus conversaciones: Hoy vi a un chico que trataba mal a una chica; el viejito se coló en mi cola una vez más sin pedir permiso; la hija de mi secretaria hizo una dieta que le provocó leucemia ¿Acaso su madre nunca le hablo del amor propio?

Recuerda que tuvieron un problema con la empresa el año pasado, el número de acciones en bolsa callo, provocando que tuvieran que cancelar su vuelo a Chicago y quedarse en Corea... en acción de gracias.

Cuando Johnny llegó a las tres de la mañana de ese día tan significativo para el estadounidense, sólo se aferró a Ten abrazándolo toda la noche y reteniendo, inútilmente, sus lágrimas, cuando Ten le beso y se sentó sobre el para iniciar a decir un discurso improvisado de porque estaba agradecido con su marido. Recuerda que esa noche él no le dijo nada, solo lo tomó de las caderas besándolo y sintiendo como las lágrimas de su amado se combinaban en un beso tan necesito de afecto y recuerdos.

Aún así, no logró poder escaparse de sus sollozos al escabullirse de sus brazos tras quedarse profundamente dormido, se desfogó a través de unas dolorosas y potentes lágrimas que eran opacadas por el ruido de la bañera.

— Amor ¿estás bien?, ¿Necesitas un médico? ¿Los dolores de cabeza volvieron? — Vio como Johnny acariciaba lentamente su frente y cabello mientras esperaba atento su respuesta

Ahí se prometió que desde ese momento lo haría sentir como en casa

No importa si tenía que traer a todos sus amigos estadounidenses

Tampoco le importaba montar una escena fingida de la ciudad de Chicago

O descargar millones de música de ingles

O traer a los padres de Johnny

Este Halloween haría sentir a su esposo como si el tiempo se hubiera detenido, sin preocupaciones, ni recuerdos dolorosos.

Haría a sentir a Johnny como en su hogar.

Lo juró.

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