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Incluso su muñeca se habia vestido para la ocasión, con un tedioso gorro de enano y unos llamativos zapatos de madera lo que hacia aun mas dificil dejar de mirarla, a la niña y a la muñeca, la niña (o mas bien adolescente) no era nada fuera de lo normal, excepto por su extraña aficion-obsesión con la muñeca, sí la muñeca de trapo con medio cuerpo quemado y de una mirada perdida que daba una sensacion fe tristea absoluta, la que ella contaba que habia encontrado en el sótano de su casa, o al menos eso habia contado pero su padre pensaba que era algo mas profundo y se lo habia comentado a él, su hijo mayor.

Esa muñeca me da mala espina, ese rostro araposo no me convence-le habia comentado su papá en una ocasión, y el le apoyaba, habia llegado con ella unas semanas despues de la muerte de su madre, pero a su hermana se la dejo de ver triste, ya ni lloraba, y no terminaba alli, ella hablaba con la muñeca, mas bien a través de ella, como ella le habia contado y el no le creia pero tampoco se lo desmentia, habia escuchado varias veces hablar a su hermana con alguien, de hecho hubo ocasiones en las que habia escuchado otra voz, pero siempre que entraba lo unico que encontraba era a su hermana parada frente a la muñeca la cual estaba postrada sobre la cama. La reunion transcurrio como el resto de años, sus padres resando la novena con sus tios, su primo comprando cervezas e invintandole a tomar a escondidas, el aceptando, el baile con sus familiares y demás, pero esta vez habia sido diferente, por primera vez su hermana les habia visto emborracharse y el no habia hecho nada, se le habia quedado viendo embobado como la muñeca la llevaba de la mano a otro cuarto y Marcus (ese era el nombre del hermano) estaba seguro, incluso podia jurar que le habia visto sacarse el sombrero de gnomo y saludarle, Marcus no le dijo nada a su primo, pero el sabia que tambien lo habia visto, tenia la mirada fija en el muñeco, exactamente en el lugar donde le sujetaba el dedo a su prima y le llevaba a otro lugar; los chistes de morbo de su primo se detuvieron ahi, no dijeron nada ninguno de los dos en un buen tiempo, habian cruzado la mirada mas de unas cuantas veces pero ninguno se aventuro a hablar del tema.

Hey Marcus, viste eso-le preguntó Al(ese era el nombre del primo).
Ah- le respondio Marcus devolviendole una mirada confusa y perdida.
Estas mas borracho que yo-le soplo Al al oido mientras le daba unas palmadas en la espalda.
Que cosa, a mi hermana-le respondió
Si, si-Al se puso ansioso y le lanzo una mirada que Marcus no supo interpretar-¿estas hablando de la muñeca verdad?
No, no-le argumento Marcus en tono de broma- estas mal de la cabeza Al, mi hermana esta obsesionada con la muñeca, es raro y un poco aterrador pero de ahi no pasa, te lo aseguro.
Pero se la llevo de la mano-le argumento Al en el momento que apuntaba con ambas manos a la entrada del cuarto que daba al pasillo por el que habia pasado la adolescente.
Te digo que no ¡maldita sea!-le espetó Marcus en la cara con odio por efectos del alcohol-mira, si no te gusta mi familia puedes largarte de aqui-continuó Marcus, le habia enfadado la actitud de Al cuando hablaba de su hermana, le habia reafirmado de una forma escondida que el consideraba que ella estaba mas loca que el con su comentario-igual a nadie le interesas-era el momento de Marcus de destapar todo lo que se habia guardado durante tanto tiempo acerca de Al, al fin y al cabo podria culpar al alcohol-tus padres no te aman y a nadie le caes bien, la otra vez los escuche hablando acerca de entregarte a la policia ¿sabias que ya todos saben que abusaste de mi hermana? ¡maldito degenerado!, solo era una niña que aun no supera la muerte de su madre y.....y encima tiene que cargar con esto!!!-Marcus no pudo contener mas las lágrimas que empezaron a brotar lentamente frente a los ojos atónitos de Al que no hizo mas que retirarse con la cabeza gacha de la habitacion maldiciendo a Marcus y a la Navidad para sus interiores.

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