Entre la Razón y el Corazón

Capítulo 8

- Hola - fue lo único que se me ocurrió decirle al llegar a él y como era de esperarse, me ignoró totalmente, solo me dirigió una fría mirada para después apartar la vista.
- Taehyung... necesito hablar contigo. - estaba empezando a ponerme nerviosa asi que empezé a jugar con mi cabello, es una manía mía...
Volteó a verme y pude notar mejor todas sus facciones, su piel, sus ojos...
Traía puesto una camiseta blanca algo transparente, podía notar ligeramente  a traves de la tela la piel morena de sus hombros.
- No creo que sea neceseario, Amelia - pronunció mi nombre con esa voz suya tan grave... sonaba tan bien...
- Sí, lo es - bueno, si lo pensaba bien, este asunto no debería importarme en lo absoluto. Pero... ¡me importa!
No se el porqué pero me importa.
- Será mejor que te olvides de lo que viste, no es bueno para ninguno y mucho menos para ti. - No había ni pizca de los comentarios burlones de ayer, tampoco de su extraño humor y eso me dejó algo desconcertada.
Que rápido cambia de personalidad...
- ¿Olvidarlo? Imposi...

-¡BUENOS DÍAS JÓVENES! - la profesora de Literatura entró al aula con los ánimos por las nubes.

No... ahora no...

***

- ¿Algo más?- la señora que atendía el comedor del campus me miraba con una notable expresión de fastidio en su envejecido rostro.
Me había quedado como estatua contemplando al "chico misterioso", quien comía tranquilamente en el sitio mas apartado del comedor.
-¿ah? No... - la mujer hizo un gesto con la cabeza indicandome que me marche.
Había finalizado la clase  de Literatura y mi intento de hablar con Taehyung no dio resultado, salió tan rápido del aula que no me dio tiempo de articular palabra y menos de preguntar algo.

Caminaba con dirección a la mesa donde estaban Lillian y Jungkook hablando animadamente pero...
- Auch! - había chocado con alguien y casi se me cae toda la comida. - ¡¿podrías tener cuida...? - wow...
- Lo siento mucho, no me fijé, fue mi culpa - el chico era rubio, su piel blanca y casi perfecta lo hacian ver como un ángel, sus pequeños y súper tiernos ojitos me derretían.
- No, no te preocupes...
- Si me preocupo y por eso déjame ayudarte con eso- dijo refiriendose a la bandeja que traía entre manos.
Tomó la bandeja con mucho cuidado y preguntó - ¿A dónde ibas?
Le indiqué el lugar a donde me dirigia y empezamos a caminar hacia él.
Lo que me di cuenta mientras caminábamos fue que la mayoría de las chicas del comedor me miraban...o bueno... miraban al chico que tenía al lado, no las culpaba, el rubio era muy guapo.
- ¿Cuál es tu nombre? - preguntó el pelirubio.
- Amelia, Amelia Campbell. - estaba algo nerviosa, yo no era de esas personas extrovertidas o divertidas; prefería tener un grupo reducido de amigos...un grupo muy reducido de amigos- y ¿tu?, ¿cual es tu nombre?
- soy Jimin, Park Jimin.