Capítulo 1

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" desperté en medio de la nada, era de noche y sentía una rara sensación en todo el cuerpo... ¿era eso al que los humanos llamaban frío?, si... eso debe ser; yo jamás había experimentado sensaciones así, o mejor dicho, nunca había experimentado sensación alguna.

A mi memoria llegaron recuerdos ocurridos momentos antes de llegar aquí: Ellos sentenciándome, arrancándome las alas, quitándome mis dones... Jamás pensé que esto llegaría tan lejos. No puedo evitar sentir que esto no es del todo justo, ellos ni siquiera quisieron escucharme.

Ahora tengo que arreglármelas como sea para sobrevivir en este mundo.


Me dispuse a levantarme del suelo para inspeccionar el lugar donde me encentraba y buscar algún refugio, o lo que sea.

Me sentí más pesado y débil, supongo que así se siente estar entre mundanos, nada comparado a cuando estaba allá arriba.

A lo lejos distinguí pequeñas luces parpadeantes - esa debe ser una... ¿ciudad? - pensé. Desde este momento iba a tener que vivir como un humano más, así que tendría que acostumbrarme al caminar lento y pesado de ellos. Encaminé mis pasos a lo que parecía ser la ciudad hasta que sentí una presencia detrás mío, giré y vi como una espesa niebla negra se arremolinaba y pronto tomaba una forma casi humana... no tenía rostro...

- Así que te desterraron... - escuché que dijo, aunque era imposible que hablara, pues parecía no tener boca - supongo que ahora tienes el camino libre para unirte a mi.

¿enserio creía que después de lo que pasó iba a unirme a él como si nada?

- Estoy aquí por tu culpa, ángel maldito.

- já... pensé que los ángeles no podían maldecir... ahh, espera, ya no eres uno. Puedes hacer lo que quieras, eres libre, ¿no te da gusto?

- ¡Basta!, ya dime, ¿que es lo que quieres de mi? - se me acababa la paciencia, nunca me había alterado tan fácilmente... debe de ser parte de mi actual estado.

- solo quiero tu ayuda, tendrás muchos beneficios si aceptas

- ¡Ya déjame en paz!, yo jamás te ayudaría

- Te devolveré tus alas... - ¿mis alas?, ¿escuché bien? - también tendrás de vuelta tus antiguos dones, solo que desde ese momento estarás a mi servicio. - No podía doblegarme, ¿estar al servicio del peor de los ángeles?, ni muerto... era irónico... yo nunca iba a morir...

- Pierdes tu tiempo convenciéndome, no cambiaré de opinión.

- Cambiarás de opinión... ya lo verás.

Y diciendo esto se disolvió como el humo y desapareció."



siglos después:

- ¡Adiós mamá! - grité agitando mi mano mientras me subía al avión de camino a Corea.

- ¡cuídate mucho, mi vida! - la escuché gritar también

Entré al avión y tomé asiento en el sitio reservado para mi. Era la primera vez que viajaba al extranjero, según mi madre, esto era una gran oportunidad para seguir mi carrera universitaria; me había ganado una beca para seguir mis estudios en Corea y no podía desperdiciarla.

Me coloqué los auriculares y puse música para relajarme.

La universidad a la que iban es un internado, prácticamente iba a vivir allí. Me habían dicho que mi compañera de habitación se llamaba Lillian... Lillian... algo, no recuerdo su apellido.

De seguro iba a extrañar a mi madre, jamás me había separado de ella y ahora nos distanciaríamos miles de kilómetros.

No duré despierta mucho tiempo, estaba cansada por planear demasiadas cosas así que caí dormida al poco tiempo de subir al avión.



"POR FAVOR PASAJEROS, LES INFORMAMOS QUE ESTAMOS A PUNTO DE ATERRIZAR POR LO CUAL DEBEN PONERSE EL CINTURÓN DE SEGURIDAD Y PERMANECER EN SUS RESPECTIVOS ASIENTOS"


Desperté sobresaltada, ¿ya llegamos?, me abroché el cinturón de seguridad y me preparé para darle la bienvenida a mi nueva vida... ¡HOLA!...Corea.


Entre la Razón y el CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora