Capítulo dedicado a: KhimMolina6
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+ karen.
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CAPÍTULO 2.
― Si, Kate, estaré lista en una hora.
― Una hora. ―Repitió como si no le hubiese entendido las millones de veces que me lo dijo.
― Estaré ahí, ¿Cuándo yo te he defraudado? No me contestes. ―Dije antes de dejarla hablar.
― Te lo repito por que se que la puntualidad no es lo tuyo, amiga. ―No estaba con ella en ese momento, pero estaba segura de que mi amiga estaba levantando una ceja con una expresión en su cara de "Es enserio" ― Está bien, estaré ahí esperándote. Adiós, te quiero. ―Le respondí de la misma forma y colgué.
Correcto, esto tenía que ser lo más rápido posible. Después de que Kate, mi amiga, se enteró de que me había mudado, no tardó en llamarme para acordar un horario para encontrarnos lo antes posible. Si mal no recuerdo, ella era un poco más alta que yo, tenía el cabello rubio y con algunos rulos al caer, con unos ojos color azul.
Me levanté de la cama sabiendo que nada bueno iba a pasar al bajar.
Y tal y como lo predije, sucedió.
Me encontré con toda la cocina hecha un asco. Habían sartenes, platos, cuchillos, tostadas quemadas y mantequilla untada en algunos sitios al igual que el dulce de leche.
Miré hacía un lado y me encontré con Jacob vestido como un vagabundo, sentado en el sillón mirándome divertido mientras trataba de tragarse la tostada que tenía en su boca.
― Limpia eso, antes de que averigüe que tan lejos puede llegar mi puño hasta tu garganta. ―Alcé una ceja mientras el aún me miraba divertido.
― ¿Limpiar? Oh, cariño, no recordaba que fueras tan divertida. ―Terminó de tragarse su inmunda tostada― Limpia tú.
― También es mi casa, y no limpiaré por tí.
― No lo hagas. ―Se estiró a tomar el control remoto que estaba a su lado y encendió la televisión― ¿Crees que me importa?
― No soy tu empleada. ―Me miró.
― Pero podrías serlo. ―Rió aguantándose la carcajada.
― ¿Quieres otra cachetada, verdad? ―El negó con la cabeza riendo― Tú provocaste este desastre, ahora arreglalo.
En ese momento sonó el teléfono del oji azul e inmediatamente contestó.
"¿Hola? ... Si, estoy aquí ... ... ¿Por qué? ... Los olvidé en el auto ... Está bien, te veo allá, adiós ..."
Cuando la llamada finalizó, Jacob se apresuró a subir las escaleras. Lo detuve.
― ¡Hey! ¿A donde crees que vas? ¡Tienes que limpiar primero! ―Protesté mientras miraba la cocina patas arriba.
― ¿En serio crees que voy a hacerlo? No seas ridícula.
― Ni creas que voy a dejar que... ―Me di la vuelta para mirarlo a los ojos y dejé de hablar al darme cuenta de que Jacob me había dejado hablando sola.
Miré de nuevo la cocina frustrada. No quería dejar que el ganara, pero tampoco soportaba ver mi cocina así. Tenía que soportarlo, por qué de todas formas, estaba más que segura que el las pagaría muy pronto.
Tardé unos cuantos minutos de recoger las cosas, y solo me faltaba la mesada. Tenía que ducharme y cambiarme para verme con Kate en una hora, y gracias al imbécil ahora no tenía tiempo ni siquiera para desayunar.
Me paré en seco al ver el grifo de agua goteando, dándome la mejor idea que pude a ver tenido. Rápidamente la abrí y me preparé para que la diversión comenzara. Esto era un regalo del cielo.
Efectivamente, era un genio. Me di cuenta de eso después de haber escuchado el largo grito de Jacob desde el baño.
No pude aguantar la risa después de ver a un Jacob con una toalla blanca atada en la cintura y todo el cabello cubierto de espuma, mirándome con el ceño fruncido.
― ¿Crees que es gracioso? ―Reí aún más fuerte― No, no lo es. ¿Crees que es fácil mantener brilloso esto? ―Señaló su cabello lleno de espuma― Y no creas qué... ―Subí las escaleras para prepararme para encontrarme con Kate, dejando a Jacob hablando solo mientras protestaba "¡Vuelve aquí!" "¡Esto no se quedará así!"
(...)
El claxón del auto de Kate se escucho afuera y dí un pequeño salto de la emoción.
Bajé corriendo la escalera, abrí la puerta y salí.
Miré un auto negro y una persona apoyada en el esperándome con una sonrisa que no le entraba en la cara. Estaba muy ansiosa por abrazarla después de tanto tiempo.
Al igual que ella, no aguanté y corrí a abrazarla.
― ¡Jane, Jane, Jane! ―Rió y me abrazó más fuerte― Te extrañé mucho.
― Yo también te extrañé. ―Sonreí― No sabes cuanta falta me hacías. ―Dejé de abrazarla para mirarla a los ojos. Definitivamente no había cambiado nada.
― Tienes que contármelo todo. ―Dijo abriendo la puerta del copiloto. Me subí a el, y antes de cerrar la puerta, Kate volvió a hablar― Y cuando digo todo, es todo.
Mi amiga subió también, y cuando estuvimos a punto de irnos, un Jacob apareció en frente del auto, este me dedicó una mirada y luego se subió a su auto que se encontraba a dos autos más adelante. El mundo está en mi contra, sí, definitivamente es eso.
― ¿Quién es el? ―Susurró Kate a mi lado.
― Un idiota, simplemente eso. ―Negué con la cabeza mientras cruzaba mis brazos.
― ¿De donde lo conoces?
― Vive conmigo. ―Kate abrió sus ojos como platos― Por la herencia, el también es parte de ella. ―Aclaré rápidamente― Desafortunadamente.
― Bueno, sea lo que sea, no esta nada mal. ―Dijo mientras subía y bajaba sus cejas rápidamente con una sonrisa traviesa en sus labios.
― Dices eso por que no lo conoces. Puedo asegurarte que es igual que vivir con un cerdo. ―Rodé los ojos― ¿A donde vamos? ―Dije para cambiar de tema.
― Bueno, son más de las una, ¿Tienes hambre? Podemos ir a un McDonald's o si prefieres... ―La interrumpí.
― ¡Sí! Definitivamente un McDonald's es perfecto, muero de hambre... ―Dije tocando exageradamente mi estómago.
― McDonald's será. ―Sonrió y yo lo imité― Pero recuerda que tenemos una charla pendiente, y no te salvarás de ella.
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Jugando sucio. (PAUSADA)
Teen FictionA ambos les correspondÃa tener la mansión Albrecht por testamento. Y estaba completamente claro que se odiaban, y aprovecharÃan cada oportunidad que tenÃan para hacer que el otro renuncie y asà poder quedarse con la mansión completa. ¿Podrán...