Recuerdos.

811 14 4
                                    

Desde pequeña, podía ver como golpeaban a una persona, me dolía. No era nada normal. Era brutal y muy obsceno.... Me causaba miedo.

Desde que entre a la adolescencia, mi mente había cambiado rotundamente, ya no pensaba igual, era mas certera en cuando a decisiones...

Desde el día que cumplí mis 16 años, mi mente estallo haciendo que entrara en una realidad tan vaga y cruel, que... No me afectaba. Ya que desde pequeña veía todo eso.

Pero... Al cumplir mis 18 años, todas mis fantasías, se estaban haciendo realidad.

Y a mis 21 años, aun sueño con completar todas mis fantasías restantes... con mi amo.


Si, tengo 3 años siendo lo que deseaba experimentar... 


Y aun...



No paro.



Cuando pude recuperar el control de mis 5 sentidos. Pude notar como me miraba él. Algo que ya había visto decenas de veces, una mirada de éxtasis después de unos minutos de placer desatados en unos pocos segundos desde el cuerpo gotean te de sudor, saliva y entre otros elementos que el sucio, desagradable y oloroso cuerpo de esa persona puede soltar después de tanto movimiento. Y por mi parte, yo esta entumecida desde la punta de los pies hasta el tuétano, con una sensación de haber experimentado placer desatado al igual que él, era adictivo. Sentir su sudor en mí cuerpo, ese sudor solo hacía que me gustara más todavía, y tenerlo encima de mi cuerpo era una sensación única. Sentir el cómo observaba ese obsceno cuerpo mío, saber que me miraba, no solo mi cuerpo si no mis expresiones faciales, con el único fin de excitarse más aun y seguir moviéndose, aunque le dijera que no, aunque si llegara a decirle que no, solo lo volvería más loco y se movería más rápido de lo que me puedo aguantar, solo me castigaría por dar esa simple palabra como respuesta. Es saber que parte de él solo quería eso conmigo, eso me hace querer más de esto. Me encanta. 



Esto que de pequeña odiaba y me daban ganas de vomitar, por lo horrible y macabro que lo veía gracias a mi inocencia y que ahora solo lo deseo más. Mi cuerpo lo exige, él rige sobre mí, allí mi mente calla y el cuerpo habla. Pidiendo cada vez más y más. Sin parar. Si llegase a decir que no, ese obsceno cuerpo mío hablaría por si solo y me haría sentir débil y sumisa a su lado, llegando incluso a moverse solo con tal de sentir de nuevo ese placer que tan loca me volvía. Si llegase a resistirme a que me tocase, mi ser estallaría en locura y  placer...



Luego de pensarlo y descubrirlo me había convertido... 






En una adicta al sexo  





Relaciones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora