Dangerously attracted

I

-- Tu madre tiene razón, necesitas ir a la universidad, tener amigos, establecerte un poco en algún lugar, Nathaniel, a cualquier muchacho le encantaría estudiar aquí en Londres.

-- ¡Pero yo no soy cualquier muchacho! ¿Qué pasará con las misiones? ¿También me las quitarán? ¿Por qué me haces esto? --consideré seriamente hacer un berrinche en la oficina, pero incluso yo tenía límites que no podía cruzar.

-- Yo había propuesto enviarte a Francia, pero tu madre dijo que no estudiarías lejos de casa --solté un bufido, claro que no lo haría, pero perdería Francia para que ellos no lo notaran--, y claramente no tendrás misiones, hasta que termines al menos cuatro semestres de carrera.

-- ¿Podemos llegar a un acuerdo? --no me quedaba más que suplicar.

-- Podemos conversarlo luego de que te matricules y sobrevivas a la primera semana --sentenció volviendo a ponerse los anteojos--. Ahora, si no te molesta, necesito leer estos documentos.

-- Bien --recogí la carpeta--, sólo recalcaré que no iré a Cambridge --me dirigí a la salida y evité dar un portazo, no me quitarían las misiones ¿Querían que fuera a la universidad? Bien, pero no puede despedirme así como así, hay muchos programas universitarios que te permiten viajar, y podría cumplir misiones, aunque sea una o dos al año.

Las clases comenzaban la semana entrante, no estaba seguro de cómo mi madre esperaba que me matriculara, no es como si pudiera simplemente comenzar a asistir a clases así nada más. Miré la carpeta con desconfianza, les había dicho que Cambridge no era una opción para mí, no me gustaba demasiado, así que pasé esa información y mientras leía por encima el resto de los documentos, una hoja se cayó, tenía la letra de mi madre "Tenía que intentarlo con Cambridge, pero sé que no lo vas a hacer, así que me tomé la libertad de enviar tus papeles a otra universidad, la última de la carpeta". Me salté el resto de papeles hasta llegar a la última hoja, "University College London" había enviado los documentos al departamento de ingieniería, especialmente al campo de ingieniería en informática, ese sí era un campo en el que no me molestaría desarrollarme.

Me monté en mi moto con rumbo a la universidad, cuando llegué quedé sorpendido, es mucho más grande de lo que me había imaginado, he ido a universidades antes, pero únicamente con el objetivo de completar misiones, ahora, finalmente, iba como un estudiante normal.

--Disculpa --le dije a la secretaria una vez que finalmente di con la oficina, la mujer me miró de arriba abajo, no me parecía verme tan extraño como para que me mirara de ese modo, así que simplemente lo dejé pasar--, necesito hablar con el rector de la institución --le mostré los documentos que mi madre me había dejado, ella hizo unas llamadas y me indicó la puerta del lado izquierdo, le sonreí antes de dirigirme ahí, iba a golpear cuando unas voces me distrajeron.

-- Hemos tomado todas las medidas pertinentesApenas leí el mensaje tomé mi bolso para dirigirme a la oficina, hacía más de un mes que no tenía una misión y ciertamente extrañaba ya la adrenalina, el misterio, me atrevería a decir incluso que extraño los dolores de cabeza que me dan por la noche intentando descifrar las pistas más complicadas.

Saludé a la secretaria de Johan con una sonrisa y entré a su oficina, encontrándolo absorto en la lectura de un documento, estaba seguro de que el ruido que hice cuando entré habría logrado desconcentrar a cualquiera, sin embargo conocía bastante a Johan para saber que necesitaba algo más que eso. Me acerqué a él y antes de sentarme le quité el documento de las manos, haciendo que me mirara.

-- Nathaniel --me saludó y tendió la mano para que le devolviera sus papeles--, creí que no vendrías hasta mañana.

-- ¿Estás loco? Dame los detalles --solté con una sonrisa, a la que se unió rápidamente, él ya me conocía, desde siempre, es mi padre, después de todo.