Dangerously attracted

III

Miré mi pierna vendada, luego la puerta, para volver a mi pierna. Suspiré. Si hubiera sabido que ese sujeto tenía un arma, me habría concentrado en quitársela, antes de golpearlo ¿Para qué diablos había guardias fuera de la biblioteca si aún así ese sujeto logró entrar con un arma? Voy a firmar una queja.

Llevaba dos días con mi madre prohibiendome ir a la universidad, todo esto de comenzar a estudiar fue su idea y ahora no me dejaba asistir a mis clases. Hayleen había dicho que hoy no podría venir porque su hermano necesitaba hacer alguna cosa, así que preferí quedarme en cama, de todos modos, no es mucho lo que tenía que hacer fuera de ella. Llamé a James por teléfono porque me pareció que ya había tenido tiempo suficiente para averiguar algo más sobre el caso.

-- ¿Qué averiguaste? --fue lo primero que dije en cuanto contestó, antes de darle tiempo siquiera de decir algo.

-- He tenido un buen día, Nathan, gracias por siempre preocuparte ¿Qué hay de ti? --contestó divertido-- espera, yo sé eso, estás de maravilla, siendo el niño consentido de tu madre y teniendo a Hayleen visitandote ¿Está ella ahí? me gustaría ser tú en este momento, voy a conseguir que me disparen, en ambas piernas, porque las cosas hay que hacerlas bien.

-- Déjate de payasadas y dime que encontraste --rodeé los ojos aunque no pudiera verme.

-- Encontré mis informes antiguos, Hayleen se ha mudado unas veinte veces en los últimos tres años, lo evidente es que huye de alguien y...

-- James, si quisiera saber eso le hubiera preguntado al niño de diez años que vive a dos casas de aquí, dime qué diablos averiguaste --lo corté.

-- No tengo mucho, honestamente se me ha hecho difícil encontrar cualquier información --ahora finalmente se escuchaba serio, sabía que su orgullo estaba en las investigaciones que hacía y que fallar en eso lo molestaba bastante.

-- Tú siempre encuentras los huecos para llegar a la información, James, si tú no puedes nadie lo hará.

-- Ya sé --bufó-- hay ciertas cosas extrañas en los expedientes familiares, Hayleen y su hermano prácticamente fueron criados por su abuela, su madre fue reportada desaparecida, y su padre fue asesinado años después --hice una mueca, esa no era una bonita historia-- no cuentan con muchos familiares...

-- ¿Estás seguro? ¿Sólo ellos y su abuela? ¿Nadie más?

-- Encontré a un Robert Cass -- suspiró--, pero he estado cruzando los dedos para que no tengan ninguna relación --eso no sonaba nada bien, y lo más probable era que sí tuvieran relación, yo lo sabía, y James también--. No hay nada bueno en ese sujeto.

-- ¿A qué te refieres?

-- No voy a hablar de esto por teléfono, iré a tu casa, y no he almorzado --comentó.

-- ¿Te estás autoinvitando?

-- Sí, y tengo hambre --cortó.

"Cass" sentía que había escuchado ese apellido antes, en alguna parte, pero no lograba recordar dónde. Decidí darme una ducha para poder pensar con más claridad, no vi a Jane en los pasillos así que supuse que estaba en la sala, mañana volvía a trabajar, así que estaba disfrutando sus días libres gracias a mí.

Con cansancio entré a la ducha y dejé que el agua cayera sobre mí, estaba algo fría, pero se sentía bien de ese modo. No podía quitarme a Hayleen de la cabeza, hacía un tiempo no tenía un buen caso en el que pensar, y por alguna razón no me agradaba que ella estuviera involucrada en mi quebradero de cabezas esta vez. Se ha mudado veinte veces los últimos años, eso decía dos cosas, su familia tiene el dinero suficiente para huir, y ese sujeto ha hecho suficiente como para asustarla al punto de querer escapar de esa manera.