¿Quien soy?

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Acostada en el piso de mi habitación boca abajo, con aspecto de un pez fuera del agua...

- La casa me aburre, salir me aburre, el colegio me aburre, todo me aburre. Le digo a mi madre quien me mira con cara de pocos amigos.

- Astrid, no te puede aburrir todo. Empieza a mover el c*lo y encuentra algo que te entretenga o me veré en la obligación de enviarte donde tu abuela. Dice con una extraña posición intentando acomodarse en el marco de la puerta de mi habitación.

- ¡No!, te lo suplico, donde la abuela no. Su casa huele a la pizza podrida que deje bajo el tapete de la vecina. Digo con una cara de asco.
Mi madre solo niega con la cabeza y se retira de mi habitación.

Mamá es una persona muy rara, aveces está feliz, pero a los cinco segundos te saca en cara hasta que te sentaste en su maldito baño. La verdad no logro entenderla, pero no es una mala persona, todo lo contrario, ella fue, es y será mi salvación.
Cecilia " mi madre" no es realmente mi mamá. Me abandonaron cuando tenía al rededor de unos nueve meses de vida, al lado de un contenedor de basura. Lo único que saben con certeza sobre mi, es que, mi progenitora quería que me llamaran Astrid, porque eso era lo que decía la caja en la cual me encontraron "Llámenla Astrid. Lo siento" esas eran las palabras que acompañaban mi pequeño cuerpo abandonado en el barrio de Greenwich Village, Nueva York.
Cecilia, una chilena que en ese momento tenía alrededor de unos veintitrés años, me acobijo y crió como si fuera su hija biológica. Me trajo a su país natal y vivimos "felizmente" en una pequeña casa en Valparaíso. Ella me enseñó que mamá no es la que pare, mamá es la que cría.
Hoy con mis diecisiete años, me encuentro totalmente perdida, estoy a tan solo cuatro semanas de cumplir mi mayoría de edad y no sé qué mi*rda hacer con mi vida. Lo único que tengo claro es que quiero encontrar la respuesta a ¿Quién soy?.

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