Mundë.
Me levanto muy temprano para hacer las cosas tranquilamente, incluso me levanto antes de que suene la alarma que está programada a las seis y media de la mañana.
Voy a la habitación de mi hermana Sofía, ella tiene 3 años y tiene que ir al jardín. Le hago cariño en su pequeño bracito y lentamente abre sus ojos.
-Hola princesa. Le digo con una sonrisa.
-Buenos Días. Me estira sus brazos para que la cargue.
La tomó en brazos y bajo con ella a la cocina, en la cocina se encuentra Lucia, preparando el desayuno. Ella ha sido como una madre para nosotros, sin ella no se que haríamos.
-Buenos días Lucí. Decimos al unísono con Sofía.
-Buenos días pequeños, ¿están listos para su primer día en un nuevo jardín y una nueva escuela?. Nos mira expectante.
Sofía solo se encoge de hombros, yo abro mi boca con intención de decir algo, pero no me salen las palabras y solo me siento junto a mi hermana. Lucia nos mira con cara de tristeza y se acerca a nosotros.
-Chicos se que este último tiempo las cosas se han vuelto difíciles y también se que es difícil sin sus padres, pero ellos siempre están con ustedes, aquí. Se señala el corazón y luego nos da un gran abrazo.
-Les prepare panqueques con manjar y jugo de frutilla espero que les guste. Dice con su particular sonrisa, que con solo mirarla me calma.
Sofía se queda en la cocina con Lucia, ya que, ella la irá a dejar al jardín y yo subo rápido las escaleras hasta el baño para asearme. Salgo a mi habitación y me pongo lo primero que encuentro en mi closet. Unos pantalones color café claro con puño abajo ( ni tan anchos, ni tan apretados) una camiseta blanca ancha y sobre esta una camisa de cuadros color azul también ancha y por ultimo zapatillas vans negras. Tomó mi skate y voy rumbo al paradero que vi ayer cuando salí a patinar, espero que por ahí pase al autobús a la escuela Arte siamo tutti o llegaré tarde el primer día. Al llegar al paradero hay una chica de estatura pequeña, test blanca, cabello largo y liso de color castaño, de lejos se ve bastante guapa para ser honesto. Su estilo me llama la atención, tiene un sutil estilo rapers, me encanta. Me acerco a ella y me paro en su frente, noto que está con audífonos y demora en notar mi presencia, levanta su mirada y ¡Mi*rda!, es preciosa, tiene unos ojos cafés verdosos maravillosos con uñas largas pestañas y unos aros de argollas grandes que los luce bastante bien. Me doy cuenta que se ve un poco sorprendía, creo que al igual que yo. Ella me mira y dice.
-Eh... hola?.su voz tiene un despreocupado, casi corriéndome con la mirada. Chica ruda.
- -Hola, me llamo Ignacio, pero me dicen Mundës. Digo extendiendo mi mano un poco temblorosa, la chica me pone un tanto nervioso.
- Astrid. Dice golpeando su palma con la mía y luego me da un choque de puños. Definitivamente esta chica no es igual a las otras, la miro con una sonrisa.
- Vas en la escuela Arte siamo tutti?
- si, el maldito autobús se demora más que pez en volar. Dice con una cara de desagrado. No digo nada, me tiene sorprendido, es muy guapa y simpática, solo me siento a su lado. Después de unos veinte minutos el autobús llega, dejó que la chica suba primero. Noto que se dirige directamente a los asientos de atrás, la voy a seguir, cuando una mano toma la mía, es una chica de test morena, pelo rizado, delgada, con mucho maquillaje y un vestido con un escote provocador, es linda a decir verdad me dice que me siente junto a ella, para no ser mal educado acepto.
-Hola me llamo Damaris y tú? Dice con una expresión coqueta, que me pone algo incómodo.
-Ignacio, pero me dicen Mundës. Respondo con una sonrisa.
El resto del camino se le pasa hablando algo sobre qué le encantaba la clase de diseño y muchas otras cosas a las cuales no presto mucha atención, la chica de la parada no sale de mi mente.
Al llegar al establecimiento es enorme, en la puerta me recibe un chico alto, delgado de test blanca, ojos azules y un estilo rapers que le queda muy bien, pantalones anchos negros, una camiseta blanca ancha con un corta vientos rojo igual mente que la polera es ancho y zapatillas blancas Adidas.
-¿Que hay amigo? Me llamo Cristian pero dime Plets. Dice extendiéndome su puño, el cual choco.
-Hola hermano, me llamo Ignacio pero dime Mundës.
-Wow gran apodo, ¿es Luchador en Albanés? ¿Verdad? Dice con cara de que me ha visto antes.
-Si, ¿como lo sabes?¿hablas albanés?. Pregunto bastante confundido, muy pocas personas saben que significa realmente mi apodo, la mayoría creen que es mundo.
-Soy Freestyler a parte de graffitero, creo qué hay un chico en las batallas de Santiago que tiene ese nombre. Me sorprendo, ya que, del chico que está hablando soy yo.
-Soy yo, digo con una sonrisa muy amplia en mi rostro. El sonríe de la misma manera que yo y nos abrazamos, es genial encontrar un hermano freestyler en cualquier parte.
Empezamos a recorrer la escuela, tengo permiso para faltar a la primera clase, ya que, Plets es el encargado de darme un recorrido para conocer la escuela y después no parecer un estúpido en el recreo. Primero me lleva por el pasillo principal que es donde se encuentran todos los casilleros, me fijo que todos son muy distintos, algunos tienen paisajes, otros graffities, algunos fotografías, etc.
-Este es el mío. Dice Cristian señalando un casillero con un gran graffiti con colores flúor.
-Wow, está genial. Digo muy sincero
-Gracias hermano. Sonríe.
Me dirige hasta un casillero que está en blanco, no muy lejos del suyo, a tres casilleros para ser exacto.
-Este es tuyo, si quieres puedo ayudarte a decorarlo.
-Wow muchas gracias, me encantaría, tienes un gran talento. Digo con una sonrisa.
Luego me lleva al patio, es enorme, no se compara para nada con mi ex escuela.
Tiene un lado donde hay muchos murales, otro donde hay rampas para patinar (excelente), otra donde hay mesitas con laptops, una zona donde está llena de lienzos para pintar y por último una "mini parque" donde es todo verde, hay algunas hamacas y alfombras de yoga.
Suena el timbre y todos empiezan a salir de las salas de clase.
-Bueno amigo, espero que te guste la escuela, siéntete cómodo y cualquier cosa me puedes encontrar en los murales, nos vemos. Y se retira.
Me dirijo a las rampas para ir a patinar está lleno de chicos y todos me reciben muy gentil, hago un par de trucos y uno de los chicos se me acerca.
- Hola me llamo Sebastián, que buenos trucos sacas. Dice con una cara de admiración.
- Hola, me llamo Ignacio pero dime Mundës, si quieres te puedo enseñar algunos, podemos juntarnos después de clases.
- Claro, a las seis en el skatepark del centro?
-Excelente. Digo chocando su puño y en eso tocan el timbre. No tengo tiempo de ir a dejar la tabla a mi casillero, así que, me voy directo a la sala veintitrés, donde me toca matemáticas. Me siento en una de las mesas del centro y entra una anciana, que la verdad no se ve muy amigable, creo que su nombre era Señora Loreto o eso era lo que decía el folleto.
-Bueno alumnos saquen sus libros de ejercicios y hoy tenemos a un nuevo compañero, Ignacio Correa, puedes venir al frente o ¿quieres que te traiga en brazos? Dice con un tono de cansancio. Me levanto y me paro a su lado.
- Hola mi nombre es Ignacio Correa, vengo de Santiago de la escuela Bicentenario, tengo diecisiete y me dicen Mundës. Todos me aplauden y vuelvo a mi puesto, en el camino me doy cuenta que la chica del paradero está atrás, con la cabeza apoyada entre sus brazos, pareciera que esta durmiendo. Saco una hoja de mi cuaderno y escribo:
"Hola, que bueno que al menos en esta sala hay una cara conocida. Mundë".
Hago la hoja una bola y se la lanzo , le cae en la cabeza y levanta lentamente su mirada, toma la hoja me busca con la mirada y una vez me que encuentra, rueda sus ojos y vuelve a la posición inicial. Me giro sobre mi silla para quedar con la mirada al frente, con desilusión, creo que no le caigo bien.
La Señora Loreto nos da las páginas para los ejercicios y de un momento a otro su cara se transforma a una de enojo, se dirige a la parte trasera de la sala, la sigo con la mirada y llega hasta el puesto de Astrid golpea su mesa y ella despierta sobresaltada, no puedo evitar la sonrisa que sale en mis labios. Astrid se encoge de hombros y se acomoda en la silla y dice.
-Una siesta no le hace mal a nadie ¿verdad? Rasca su nuca con nerviosismo. Esta chica es increíble.
La señora Loreto se acerca a Astrid y dice:
-A dirección. Con un grito que deja sordos a la mitad de la sala.
Astrid se levanta lentamente, se escuchan las risitas y murmullos de todos en la sala, no puedo evitar sentir lástima por ella, que incomoda situación. A paso rápido y con la cabeza baja sale de la sala. La Señora Loreto grita:
- ¿Que les causa tanta risa? Mejor sigan en sus ejercicios o la que se reirá en el examen seré yo.
Y así es como la clase sigue normal, pero no dejo de pensar en aquella chica raper que me dejo deslumbrado esta mañana.________________________________
Hola!!!! Ya hace un tiempo tenía ganas de escribir, pero no me atrevía.
Espero que les esté gustando la novela🖤.
¿Alguna se imagina a Astrid como alguna actriz?.Aún no encuentro a nadie que se parezca a ella. Si tienen algún nombre de una actriz que creen que es como Astrid, déjenla en los comentarios. Bless🖤.
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Vida en un recuerdo.
Ficção AdolescenteMuchas veces tenemos la vida planeada, pero para algunos, solo se vuelve parte de un recuerdo.