Ahora tocaba pedirle un nuevo favor al Tito Juan, una vez más. Pero esta vez lo hacía también por ayudar a mi familia. Cualquier otra persona no podría ayudarme, pero mi tío seguro que sí, a él nunca le ha faltado de nada.
Él es la persona perfecta para devolverme la esperanza, y con algo de suerte quien sabe podría contagiar su enorme éxito en la vida.
Salí de mi cuarto con la intención de ir al encuentro con mi tío, pero una vez más, la patrulla oficial de la república independiente de mi casa se interpuso en mi camino.
-Alba, ¿a dónde vas a estas horas? Ya casi está la comida -me tuve que detener en la puerta.
-Mamá he quedado, hoy como fuera -me salió un tono un poco borde sin querer, o quizás queriendo, no lo se.
-¿Y con quien has quedado? -parecía que tenía la edad de mi hermana y me iba a una de sus fiestas.
-Joder que marcaje, ¿ya soy mayorcita, no?
-Sólo me preocupo por ti, Alba. Vaya que te ocurra algo y no tengamos idea de dónde estás.
-Mamá, que ya no tengo la edad de tu hija la malulerda, ¡déjame en paz!
Cansada de escucharla salí de casa y descargué toda la ira que me había entrado en apenas un minuto sobre la puerta, dando así un buen portazo.
Diez minutos más tarde llegué al bar donde había quedado con mi tío. Sorprendentemente no había mucho tráfico. Aparqué la moto en la puerta y entré. Él ya había llegado y encima puntual, raro era en él.
-¡Hombre si ya está aquí mi sobrina favorita! -se levantó de la silla a saludarme.
-Hola tito, ¿cómo te va?
-Pues genial, estamos metidos en un nuevo proyecto que nos va a dar de que hablar -se le veía tan bien como siempre desde mi punto de vista.
-Pues no sabes lo que me alegra saber que te va tan bien -tomamos asiento los dos.
-Si, bueno.. ¿Cómo te va a ti? -llegó la hora.
-No muy bien la verdad, de eso quería hablarte.
-Pues cuéntame, pero antes vamos a pedir la comida que tengo un poco de prisa -le hizo una señal al camarero y se presentó de inmediato en nuestra mesa.
-Buenas, ¿qué desean tomar? -sacó la libreta para tomarnos nota.
-Por mi parte agua.
-Yo una coca cola.
-¿Tienen decidido lo que van a comer?
-Para mí un entrecot.
-Otro para mi -tampoco había tiempo de mirar la carta, por lo que no me lo pensé dos veces -y una ensalada para compartir, ¿te parece?
-Si, por su puesto.
-Genial -se retiró el camarero y pudimos seguir nuestra conversación.
-Bueno, ¿qué querías contarme?
-Verás, sabes que últimamente las cosas en casa no van muy bien, que mi padre no encuentra trabajo y a su edad tampoco tiene muchas posibilidades. Y a mí pues me toca arrimar el hombro, quería saber si tu me podías echar una mano para encontrar algo de lo mío.
-¿Cuál era la carrera que tenías?
-Marketing y publicidad.
-Pues podría intentarlo, pero no te puedo prometer de momento nada.
-Con que lo intentes me conformo, bastantes favores te habré pedido ya..
-Tonterías, para eso eres mi ahijada.
-Pero no se, ya van demasiadas veces y.. -en el fondo me daba un poco de vergüenza pedírselo, pero era mi gran esperanza.
-Bueno tú no te preocupes por eso, intentaré hacer todo lo que esté en mi mano
Después de el silencio un poco incómodo que se creó en el ambiente, nos trajeron la comida. Ambos probamos y nuestra rostro aparentaba que estaba delicioso.
-Joder, que bueno está el entrecot -dijo tomando un sorbo de coca cola.
-Sí, por eso te dije de venir aquí, cocinan muy bien y la carne es su especialidad.
-Bueno, ¿cómo van los amores? No he vuelto a saber nada desde que lo dejaste con Abel -mi cara cambió radicalmente y me quedé un poco más sería que antes.
-No hay mucho que contar..
-Cuéntame si quieres.
-Pues no e vuelto a estar con nadie desde que lo dejamos, no tengo cuerpo yo para..
-Te entiendo. ¿Cuanto hace que lo desastéis? -no me apetecía hablar del tema, pero mi tito es mi tito.
-Siete meses..
-Vaya.. ¿Y llevas siete meses sin trabajar? -acabamos en el ese momento de comernos el entrecot.
-Así es, por eso necesito tu ayuda.
-Bueno, tu no te preocupes que seguramente te encuentre algo de dónde sea.
-Muchas gracias tito.
-No me las des. Por cierto, me tengo que ir ya que tengo una reunión -llamó al camarero para que le trajera la cuenta.
-Vale, llámame en cuanto sepas algo -le pagó al camarero y se volvió a retirar.
-Tardaré un par de días como mucho, pero confío en poder hacerlo antes.
-Genial, muchas gracias.
-Deja de darme las gracias anda -salimos del restaurante y nos despedimos. Pues nada, ahora tocaba esperar aquella ansiada llamada.
Me subí a la moto para poner rumbo a mi casa, pero alguien apareció y me detuvo antes de que pudiera realizar cualquier otro movimiento. No me lo podía creer.
-¿Qué quieres?
-He visto la moto aquí aparcada y supuse que estabas dentro, tenemos que hablar -se me acercó, pero me alejé rápidamente.
-No tenemos nada que hablar -hice el movimiento de subirme a la moto, pero me detuvo.
-Si, te mereces una explicación y yo te la quiero dar.
-¿Qué parte de que no quiero volver a verte no has entendido? -odio cuando la gente se pone pesada conmigo, y más siendo quien es ahora.
-Joder, al menos podíamos hablar un momento ¿no? Ya se que la he cagado, pero escúchame aunque sólo sea un minuto por favor.
-Está bien, pero rápido que tengo prisa.
-Alba joder llevo meses sin hablar con ella, no he vuelto a pensar en otra mujer te lo juro, necesito que todo vuelva a ser como antes, te echo muchísimo de menos -intento fallido.
-Nada va a ser como antes, se acabó. Tu solito lo jodiste todo, te encargaste de mandar a la mierda estos cuatro años. ¡Olvídate de mí y déjame en paz de una vez! -me volví a subir a la moto, pero esta vez no me lo impidió.
-No me voy a rendir que lo sepas, te quiero y no voy a dejar que esto acabe así -al fin puse rumbo a mi casa. Al fin me dejó salir de allí. Al fin dejó de molestarme el causante de mi malestar y el de mi familia durante todos estos meses. Al fin le dejé claro que no lo pensaba perdonar ni olvidar el daño que me hizo. Se acabó.
Entré en mi cuarto sin hacer apenas ruido para no despertar a mis padres, que estaban durmiendo la siesta. En el caso de que los hubiera despertado habría empezado el interrogatorio. Me tumbé en la cama y vi como mi tío me estaba llamando. Al segundo descolgué.
"-Alba, tengo muy buenas noticias.
-¿Tan pronto?
-Así es, lo he conseguido.
-Genial, ¿de qué es el trabajo?
-De asesora, menuda cara se te va a quedar cuando sepas con quien vas a trabajar..
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TENÍAS QUE SER TÚ
RomantikEsta es una novela totalmente ficticia de Malú y Alba. En la cual tendrán que pasar bastante tiempo juntas, muy a pesar de ambas. Su relación comenzará con un odio mutuo, pero el tiempo lo dirá todo.. Historia escrita por NovelaMaluSB y Crisbdmmyc...