🌹Caperucita roja versión Yaoi🌹

🌹 verdades 1/3 🌹

Pov Izumi:

Me desperté anonadado, me dolía cada parte de mi cuerpo, en especial mis muñecas, me encontraba recostado en una tina con agua roja, tan roja que parecía pintada con la lágrimas de miles de ángeles que han pecado, que han caido en tentación y se han ido a lo más profundo del infierno, estaba algo sorprendido, asustado, hasta que un fuerte dolor en mi pecho me hizo recordar mis pesares. Tenía la piel arrugada y más blanca de lo normal y es que si no sintiera una tortura interna me preguntaría si ya habia muerto...
Me levanté con dificultad de aquel lugar, y con mis piernas temblando fui hasta mi cuarto y me tiré como una bolsa de papas a mi cama, sentía hambre pero prefería dormir.

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Así me la pasaba los días y las noches, despertaba y no sabía que hora era pues mi habitación estaba muy oscura, lo único que hacía era dormir y llorar, estaba liberando todo el dolor que tenía acumulado, mucho más allá de el "engañó" de Ryoma-San.
Una semana, un mes, ya había perdido la cuenta de los días...
No comía nada y eran pocas las ocasiones en las que me paraba de mi cama, y sólo eran para ir al baño o traer más toallas. Mi cama tenía un fuerte olor a Metal, Tal vez tenía manchas rojas, no lo sabía pues mis ojos estaban cegados de dolor.

La manera en la que me di cuenta de que no le importaba a nadie fue cuando desapareci y jamás tocaron mi puerta de nuevo.

Pov Ryoma-San:

Después de lo que pasó, después de aquel accidente decidí alejarme de Izumi... Y es que su cara de dolor, llena de rabia y lagrimas me partió el alma por completo.
Regrese a mi casa y después de echar a patadas a esa perra no sali de está en un largo tiempo, me la pase en los bosques merodeando cerca de mi hogar, escondido, como antes, tan sólo y triste...
Estaba preocupado por Izumi pero no tenía la valentía de dar la cara, no quería hacerlo sufrir más, Tal vez él ya lo hubiese superado y con mi llegada lo arruinaria todo de nuevo, como arruine su vida.

Ya había pasado un mes desde lo sucedido y aún buscaba entre las sombras los recuerdos de aquellos días tan felices e inalcanzables.
Estaba unido a esas vagos recuerdos y me estaba undiendo en una melancolía eterna...pero Aún lo buscaba.

Preocupado una noche, ya después de un mes y medió, me escurrir entre la maleza que rodeaba la casa de Izumi y subí al árbo más grande y alto de su jardín de rosas y vegetales, y aunque su casa no fuera de dos pisos, las ventanas de las habitaciones estaban muy altas, ya arriba no se veía absolutamente nada, y entonces se me ocurrió una gran idea, trate de abrir la ventana de la manera más delicada del mundo, pues no sabía si él estaba dormido o no estaba. Después de varios intentos lo logré por arte de magia, y con mi mano logré correr un poco las delicadas cortinas... allí lo vi, en su cama acostado llorando y diciendo cosas incomprensibles, estaba moviendo su mano desesperada mente y al fijarme bien, en esa tenía una pequeña cuchilla, casi invisible puesto que estaba pintada de rojo carmín, en mi pánico caí del árbol y me golpee la cabeza con una calabaza del huerto de Izumi. Sin importar mi dolor abrí la puerta de atrás de un golpe y entre corriendo a la casa, la cual estaba abandonada, con ropa en el suelo y manchas cafés que formaban un camino, corrí hacia la puerta de mi pequeño rayo de luz, del amor de mi vida, trate de entrar pero estaba cerrada con llave, empecé a empujarla con todas la fuerzas que me quedaban después de la caída, hasta que de una patada la puerta fue a dar al suelo, me acerque a pasó apresurado a la cama que estaba en medio de la habitación, lo tome en mis brazos y lo lleve hacia el baño, estaba congelado y al verlo en la luz estaba blanco tal cual muerto viviente, sus ojos estaban por cerrarse.

Lobo: ¡Izumi, Bebé !¡ No me Dejes pequeño!!

Lágrimas gruesas empezaron a caer por mi rostro mojando su remera, sus muñecas estaban rojas llenas de marcas y heridas profundas, sus muslos estaban igual. Entre el pánico busque el botiquín y empecé a vendar sus muñecas y sus muslos, pues eso me daría tiempo de correr a mi casa, donde tendría todo lo necesario para cuidarlo.
Lo cargue tal cual bebé y cogí la primera mochila que vi para empezar a llenarla de ropa, después me la puse en el hombro y salí corriendo hacia mi casa.

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Holi aquí galleta alienígena volvió!!
Espero que les guste este capítulo nuevo que está que arde 😏
Deje de hacer la tarea de sociales para traerles este cap así que disfrutenlo y díganme que les pareció, no se les olvide darle a la estrellita ⛧
Muchas gracias por leer mi historia.
Lamento la tardanza!

Nos leemos luego 😙

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