ELEVATOR N°4 [ YM ]

PRÓLOGO

Años atrás...

Ya era pasado las 2 de la tarde , los niños corrían hacia sus madres con una sonrisa , mientras que un pequeño niño rubio miraba a todos lados con desesperación y emocionado ,buscando a su madre. Ya había terminado su primero dia de clases y Jimin solo esperaba estar con su mami y su hermano.

Suspiro un poco , aun con paciencia y tranquilidad aunque esto disminuía cada que pasaba el tiempo su desesperación aumentaba, las maestras ya se iban y otro turno entraba , no aparecía su madre.

Mordiendo su labio inferior ,aguantando un posible llanto , moviendo su pierna con ansiedad , tomando con fuerza el tirante de su mochila con forma de ranita.

ㅡ Mami...- soltó un pequeño gemido de preocupación.

Varias maestras y hasta la secretaria se le habían acercado pero el las ignoraba , estaba asustado , no confiaba en nadie por lo que las rechazaba cuando le pedían el numero de su madre , Jimin era un niño muy terco y orgulloso.

Se paro de la banca y camino unos pasos hasta la orilla de la acera , mira hacia ambos lados fijándose de que ningún auto se asomara , y con sus cortas piernitas corrió hasta cruzar la calle , soltó una tierna risilla , desde ahí empezó a caminar sin rumbo tratando de recordar el camino hasta su casa . Iba tarareando canciones infantiles en balbuceos y bailando , agarrándose de los tirantes de su mochila.

En su pequeña mente infantil solo estaba llegar a su casa y ver a su hermano felicitando de que ya era todo un niño grande mientras su madre le daba besos en toda su carita, ¡Jimin ya podía sentir el rico aroma del estofado que su mamá le prometio para la cena!.

Jimin estaba perdido en la ensoñación que no se dio cuenta de un pequeño - grande aspecto.

Jimin no iba sólo...

Tan perdido en su mundo estaba que no se dio cuenta que alguien iba acechando , unos ojos gatunos y negros lo miraba con morbosidad, atento a los movimientos del infante.

Su piel blanca era irreal pero estaba escondido entre una enorme chaqueta y un cubre bocas , sus botas militares eran ruidosas pero lamentablemente Jimin no podía notarlo , cada pisada que daba el taco de esta traquetaba contra el suelo.

Cualquiera persona que lo viera pensaría que quizá era su hermano mayor por lo junto que iba a Jimin y por tranquilidad de este ,aun sin darse cuenta.

Jimin estaba alegre ya casi llegaba a su casa , estaba a dos cuadras de diferencia solo tenía que pasar por aquel angosto pasadizo.

Y lo pasó, sin miedo alguno apunto de salir de aquel estrecho lugar , el sol aun estaba presente por lo cual su casa cerca muy cerca que Jimin ya lo podía , una pena que fue lo ultimo que vio antes de que cayera dormido o mejor dicho dopado.