¡Bienvenidos a Moulin Rouge!ㅡmusitó la pelirosa bajando elegantemente las escaleras, sosteniendo un martini en su derecha. Parecía a gusto, dio un vistazo al salón con aires de suficiencia y una sonrisa cómplice, cómo si conociera hasta los más íntimos secretos de todos los presentes en la habitaciónㅡ, soy Kim JiSoo, la coordinadora. Por favor, tomen asiento mientras veríficamos su reservación. Mientras, ¿desean algo de beber?.
ㅡUn Screaming Eagle ㅡrespondió unos de los hombres detrás de ti, sorprendido por el grave tono de su voz volteaste a verificar el rostro del dueño; rondaba sus treinta y algo, más aún tenía un rostro suave, con rasgos aniñados que hacían juego con las facciones masculinas de sus pómulos.
Comienzas a analizar el cuarto, lujosos candelabros colgaban del techo y el terciopelo rojo de las paredes le daba elegancia, "es como una caja peluda, Irene. Tengo escalosfríos cada vez que estamos aquí", escuchaste los susurros entre dos chicas, la más pequeña, al parecer llamada Irene, no superaba el metro sesenta y cinco, mientras que la más alta la sobrepasaba por unos diez centímetros, probablemente ocho sin tacones.
Dirigiste la mirada hacia los mayordomos, todos vestían uniformes a juego y estaban peinados ordenadamente, con sus nombres en placas doradas. "¿Señor Jeon?", preguntó uno de ellos al chico de la voz grave mientras en su bandeja sostenía una copa con el suave licor.
Quizás fue la lectura erótica de hace unos días, pero sentiste la lujuria entre sus miradas incluso desde la distancia. "Probablemente él ya ha estado aquí cientos de veces", pensaste.
Los lujosos muebles y los costosos licores no llamaban la atención entre los asistentes. Las vacijas estaban ordenadas correctamente y las suaves cortinas de seda estaban cerradas impidiendo así que la oscura noche irrumpiera en la habitación.
Todos vestían elegantemente, todos reían y hablaban elegantemente. De pronto todo se sentía como una grabación, ¿no aquella chica ya había nombrado lo de la caja peluda?, sentiste tus manos sudar y volteaste buscando algo de lo que sostenerte, más fallaste en el intento y caíste sobre la cerámica, tu vista se nublaba y sentías una presión en el cuello, ¿como era su nombre?, ¿Kim Jennie?, no, Kim Jisoo. Kim Jisoo empoderadamente con sus manos en las caderas, ceñiendo su caro vestido negro al cuerpo tenía esa molesta sonrisa arrogante otra vez, mientras guardias te apuntaban con distintas armas.
ㅡLo siento, tu reservación fue rechazada.
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