Hola, me llamo Ezequiel, tengo 15 años y por el trabajo de mi madre tengo que irme a una ciudad de Santa fe Llamada Rosario, la vida en mi ciudad natal (Bariloche) es muy dificil ya que tenia una Sola amiga con la que podia confiar en todo, somos algo mas que mejores amigos, es como mi hermana. Mi vida va a dar un gran giro ya que, tengo que empezar en una escuela nueva, amigos nuevos, Una vida nueva.
Eran las 6:30 de la mañana y estaba sentado en mi cama viendo el reloj, esperando a las 7:15 algo nervioso porque sabia que a partir de ese momento en mi vida se iva a producir un cambio muy notable. A esa hora partía el avión.
Estaba concentrado viendo el reloj, contando cada segundo hasta que unos golpes en la puerta me interrumpieron. Era mi madre estaba llamándome.
Abrió mi puerta mirándome y me dijo: - Ezequiel ¿ya estas listo? - Agarró mi equipaje antes de que pueda decir una palabra y lo subió al taxi.
Llegamos al aeropuerto, era grande muy grande no lo podia negar yo me veia muy pequeño en ese lugar. Mama iba envuelta en sus pensamientos y yo en los mios. Nos sentamos en unas sillas que habia cerca de la entrada. Pasaron un 15' y se escucho esa horrible voz que nunca pude entender atraves de los parlantes. Estaba anunciando mi vuelo
Vuelo 322 con destino a la ciudad de Santa Fe.
Esa sensacion de temor envolvio mi cuerpo. Por una lado queria irme de mi ciudad por todos los recuerdos horribles que tenia, pero por otro lado no..no me atrevia de dejar a mi mejor amiga sola, pero lo tenia qur hacer, era el momento mi madre se fue por un pasillo diciendome con la mirada que la siguiera. Apenas pude ver a donde era quede sorprendido nunca antes habia estado en un aeropuerto. Tenia temor siempre me contaban de todo lo que pasaba cuando estabas en ese avion. Mama paso por unas maquinas que llevaban nuestro equipaje por una cinta movediza. Llegamos a una puerta que daba la vista a lo que seria el fondo del aeropuerto afuera se veia un gran avion. El temor se apodero de mi pero lo escondi, mi madre no se podia enterar de esa sensacion que tenia, ella era capaz de volver a casa si se enteraba.
Al subir al avión los nervios y el miedo se apoderaron de mi, sentí una corriente eléctrica recorriendo todo mi cuerpo, esa sensación era peor que los nervios por amor, entonces, decidí sentarme de una vez. Apenas me senté entendí mi celular pero una voz se escuchaba por el parlante. Era una azafata pidiendo que apagáramos nuestros celulares, entonces sin poder mandar por lo menos un mensaje a mi mejor amiga lo apagué. Instantes después el avión encendió sus turbinas preparándose ya para partir mientras una mujer caminaba por el pasillo pidiendo que abrocharamos nuestros cinturones. En minutos sin darme cuenta el avión ya había despegado, ya era muy tarde para arrepeirse, el avión ya iba a 3500 metros, los nervios eran muchos no podía relajarme por eso decidí ponerme a escuchar música con mi MP4 mientras mi madre dormía. Luego de unas dos horas de seguidas turbulencias y mucho aburrimiento aterrizamos en el aeropuerto de Rosario.
Al bajar y realizar todo el proceso que hay que hacer al bajar (agarrar el equipaje y todo eso) salimos, había un hombre esperando con un auto, era muy elegante iba vestido de traje y gafas muy oscuras, parecía un hombre de película. El saludó a mi madre, supongo que era un hombre de la empresa porque éramos nuevos en esa ciudad y era imposible que conozca a alguien que no sea el gerente de la empresa.
Nos subimos al auto de ese hombre desconocido. Mi madre lo saludo como si se conocieran de toda la vida, no parecia la tipica amistad de una empleada y su jefe. Algo escondian estos dos y lo iba a averiguar.
Llegamos luego de unos interminables 20' a mi nueva casa. Era grande no lo iba a negar. La parte delantera era muy acogedora, las paredes eran de color amarrillo con unas pequeñas escaleras que daban a la puerta, ñomos de jardin. Esta casa parecia ser de alguien, era muy extraño esto y mi madre no me hablo desde que nos subimos al coche. Al bajar de el lo más extraño fue que ese hombre se había bajado con nosotros, esto ya me parecía extraño sabía que me ocultaban algo pero no sabía que. Entramos a la casa y mi madre me dijo que me siente en una silla, ella me tenía que decir algo.
- Ezequiel necesito decirte algo. Este hombre y yo estamos saliendo hace un par de meses y hace unas semanas el me dijo que me ofrecía un trabajo aquí y que vengamos a vivir con el y yo acepte - Mi cuerpo se paralizó por unos minutos no pude creer que mi madre no me haya dicho eso, era mi madre siempre tuvo confianza con miro, no entendía porque no lo había dicho antes.
Por un momento la furia invadió mi cuerpo y le respondi -Donde esta mi cuarto. Ella me miro veia tristeza en sus ojos, creia que me habia enojado porque estuviera saliendo con alguien pero no era así lo que me generaba enojo era que ella no me lo hubiera contado antes. Me miro y dijo- subes las escaleras, cuarta habitacion a la izquierda. Eso fue lo ultimo que escuche porque enseguida subí esas escaleras de madera que mi madre me indicó. Luego de eso solo se escucho un portazo.
