Luego de unas horas, encerrado en mi habitación superado por el orgullo, decidí bajar a comer algo. Al notar que mi madre ya no estaba en casa y ese hombre tampoco Me senti mucho mejor, no estaba enojado con mi madre, bueno quizás al principio si pero no le dirijí ninguna palabra porque no quería cruzarme con ese hombre de nuevo. Por razones desconocidas ese hombre no me agradaba, y nunca iva a hacerlo, solo el hecho de pensar de que el esta con mi madre me molesta, y creo que es la primera vez que siento tantos celos por una persona.
Al pasar mas o menos una media hora sumergido en mis pensamiento escuche el ruido de un juego de llaves abriendo la puerta de entrada principal, no lo dude ni un minuto, subí corriendo las escaleras camino a mi habitación, casi me tropiezo al llegar al ultimo escalón pero eso era lo de menos no le quería ver la cara a ese detestable hombre ni a mi madre, seguido de escucharse el ruido de la puerta de mi habitación cerrarse puse instantáneamente la traba que tenia la puerta, no los quería ver, sabia que tendría que bajar otra vez en algun momento y eso significaba que les debería ver la cara pero por ahora mi orgullo iba ganando y eso era lo que importaba.
Al entrar mi mama creí que había vuelto sola, y me tranquilizé por un poco, pero ese momento se arruinó en el instante que escuche a ese hombre reirse con el hombre. Mi cuerpo se lleno de furia ya no sabía que hacer, lo único que hize fue acostarme en mi cama para tratar de dormir hasta que unos golpes en la puerta me Interrumpen, Era mi madre.
- ¡EZEQUIEL VEN A COMER! - Le dije que ya iva y me aguante las ganas de decir todo lo que tenía que decirle.
Al bajar pude notar que en la mesa habian cuatro platos y un Cartel que decia "Bienvenido a casa", la curiosidad me atacó por unos instantes, no tenía ni una idea de quien iva a venir. No quize preguntarle a mi madre porque como ya saben, el orgullo es mas fuerte que yo, asi que decidí quedarme callado y esperar.
Luego de unos 15 minutos de escuchar a mi madre con ese hombre hablar de cualquier tema que se les viniera a la cabeza sonó el timbre de la casa, decidí quedarme sentado viendo con ansias a la persona que cruzaría esa puerta. Al ver quien cruzo mi cara quedo en estado neutro. Era el hijo de el hombre, unos minutos despues de saludarlo (Lo cual no me gusto mucho) nos sentamos a comer. Mientras comiamos mi madre y aquel hombre me contaban quien era ese Chico, su nombre era Agustín, tenía 17 años y había vuelto de la casa de su madre, que se había ido a vivir a Europa al separarse de su padre. No preste mucha atención a lo demás hasta que una oración que dijo el hombre me puso bastante furioso, el dijo que su hijo y yo tendriamos que compartir la habitación, me enojé tanto que inventé una excusa para levantarme de la mesa y me fui corriendo a la habitación cerrando la puerta mas fuerte que la vez anterior.
Luego de unos 30 minutos, se escucharon golpes suaves en la habitación, era Agustín. El paso antes de que yo le dijiera que pase y se sentó en la silla para el computador, en eso me miró y me dijo:
- Mira, ¿Ezequiel no?, se que es difícil compartir tu habitación con alguien que nisiquiera conoces, pero si quieres podemos ser amigos, o llevarnos bien por lo menos, porque si vamos a compartir habitación y no podemos ni mirarnos a la cara, ¿Que Dices? - Me miro sonriendo y con una mirada sincera, al instante yo lo mire y le dije:
- Esta bíen, me parece una buena idea - Lo mire sonriendo y apoye mi rostro completo en la Almohada, luego de unos minutos el me dijo que mire y yo me vi obligado a hacerlo. Al hacerlo el me mostro un cd y me lo entregó, lo vi algo raro y luego lo agarré, era de Lana del Rey, el que me faltaba (Ultraviolence). Lo miré y le pregunte como sabía que me gustaba Lana del Rey, me dijo que su padre le dijo, pero... ¿Como sabía el padre?, luego me explicó que su madre le dijo a su padre, le di las gracias y el me dio un pequeño pero cálido abrazo. Empeze a sentir que me conocía desde antes, no lo sabía pero en verdad me estaba cayendo bien, el y su padre.
Eran las 11 de la noche en punto y todavia seguiamos hablando, hablabamos de cualquier cosa que se nos pasara por la cabeza, hasta que el me miró y luego dijo:
- Hoy vendrá mi mejor amigo a dormir sólo para darme la bienvenida espero que no te moleste.- Lo miré sin ninguna preocupación y le dije que no había problema.
Eran ya las 11:30 y se escuchó un timbre sonar, era Nicolás (El mejor amigo de Agustín). Al cabo de unos minutos se abrió la puerta y mi cuerpo se paralizó por completo. No podía creer lo que estaba viendo, era alto, con un pelo rubio tan reluciente y unos ojos celestes que podía encantar a cualquiera con una mirada. Al entrar se acercó a Agustín para saludarlo y lo abrazó, luego se acercó a mi, no se porqué pero antes de que el me saludara mi estómago se sintió muy raro. El se acercó a mi y también me saludó con un abrazo, apenas sentí su abrazo sentí una gran corriente eléctrica recorriendo todo mi cuerpo, era la primera vez que lo había visto para decir que era muy atractivo pero es que en verdad lo era.