TouchDown

Preludio

Aun no terminaba de comprender como es que todo término así, se supone que solo asistiría a la gala, interactuaría con la gente que necesitaba interactuar, dejaría que sus hijos conocieran y hablaran con los Aceros de Metrópolis, ignoraría que Clark se encontraba ahí, hablaría con más personas, ignoraría aún más a Clark dentro de lo permitido por las clases de protocolo de Alfred, iría por sus hijos, todo terminaría y volvería a su amada ciudad a seguir con su vida de forma normal, su cambio más grande sería escuchar hablar a sus hijos por lo que quedaba del año sobre los jugadores "y Dios lo salvara de eso ya que apenas era febrero", que deseaban que adquiriera un palco en el estadio de Metrópolis para asistir a los partidos de la siguiente temporada, pero más allá de eso, no debería haber más cambios, pero ahora todo estaba mal.

-¿Cómo diablos llegue a esto? –susurró mientras veía su ciudad desde lo alto de oficina a través de los grandes ventanales.

-Señor Wayne –habló su secretaria– tengo nuevamente en la línea al señor Kent, pide hablar con usted, ¿Le paso la llamada?

-No, dile que te deje sus datos y que me comunicaré más tarde con el –suspiró con cansancio tras decir esto, era la onceava llamada que recibía de parte del jugador y apenas era martes, ¡MARTES por el amor a Dios!, la gala había sido el sábado pasado y ya tenía 11 llamadas de él tratando de programar la bendita cena, a este paso para el viernes tendría medio centenar si no le daba una respuesta- Yumiko aguarda, comunícame con el señor Kent –al mal paso darle prisa pensó que mientras más postergara dicha llamada más se obsesionaría con intentar concretar la cita y lo que menos desea es llegue a su oficina a perturbar la "paz" que aún le quedaba.

-Como usted diga señor

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-Buen día, Kent al habla, ¿en qué puedo ayudarle?- ¿de verdad seguía contestando así? ¿Qué no tenía identificador de llamadas? O ¿simplemente lo hacía para molestarlo? Suspiro, no tenía ni caso ni tiempo para pensar en eso, haría lo que tenía que hacer y ya, esto era parte de un negocio- porque no lo vería de otra forma- y mientras más rápido terminara mejor.

-Buena tarde señor Kent, soy Bruce Wayne –su corazón estaba bombeando más rápido de lo normal- llamo para informarle que la cena se llevará a cabo el próximo sábado a las 20:00 hrs –bien, lo había dicho "¿Por qué su corazón seguía acelerado?". –será en...

-Hola Bruce, está bien, esperaba que fuera antes pero no importa, el sábado me viene bien, paso por ti a la oficina- escucharlo hablar con esa seguridad como si fueran amigos le hizo enojar, ¿Quién se creía ese tipo? ¿Cómo que pasaba por él? ¿Por qué lo interrumpía mientras hablaba?

-Creo que estas equivocado Kent, tu no pasaras por mí, no sé qué este pasando por tu cabeza, pero no es así como funciona esto- dijo con toda la calma que su corazón acelerado e indignación le permitían tener solo para darse cuenta que al otro lado de la línea Clark había colgado, ¡le había colgado! –Estúpido granjero quien se cree para colgarme, soy Bruce Wayne... ¡maldita sea!- su puño golpeo el escritorio mientras colgaba el auricular casi destrozándolo en el proceso, en definitiva, esto no estaba bien, para nada bien.

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Miércoles 16:00 hrs Recepción de la oficina de CEO de Wayne Enterprises.

-Yumiko, ¿podrías explicarme que es todo esto?- preguntó tratando de llegar a la puerta de su oficina, arrugando la nariz por el exceso de olor a rosas, "Dios ¿qué estúpido pecado estoy pagando?", se preguntó internamente el millonario ya que tenía un leve idea de que iba todo esto, aun así prefería creer que esto era un error y no la obra de un granjero de Kansas.