TouchDown

Plan

No creía que el plan fuera a funcionar, le parecía demasiado invasivo y hasta un poco agresivo, si Bruce seguía siendo el hombre que conoció <y estaba seguro que así sería> al hacer todo lo que los chicos le pedían solo lograría enfadarlo y un Wayne enfadado no era algo bueno. ¡Dios! ¿En qué problema se había metido?

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Después de la reunión, fue directo al hotel del centro, ese que curiosamente le pertenecía a la familia Wayne y tal como le dijeron los chicos no hubo problema con su hospedaje, pasó desapercibido y ni la recepcionista pareció tomarle importancia el estar registrando al campeón del reciente SuperBowl; fuera de molestarle le agrado, era tan delicioso poder disfrutar como cualquier otro ciudadano del país que su sonrisa parecía no querer irse.

Tomo la llave que le fue entregada y camino al elevador para dirigirse a su habitación asignada, había sido un día agotador y en verdad moría por acostarse y relajarse un poco. Iba perdido en sus pensamientos cuando su móvil vibro notificándole de un mensaje. Su curiosidad pudo más que otra cosa puesto que no reconocía el número del remitente, sin más que pensar abrió el mensaje encontrándose con algo que no esperaba, nuevamente la sensación de espionaje le caía como balde de agua fría, quizás en verdad no era paranoia suya.

Desconocido:

Deja de sonreír tanto. –RH–

Eres una estrella del deporte compórtate como tal. –RR–

No hagas nada estúpido Kent y deja de ser tan amable. –R–

Pasar desapercibido... recuerda que eso es parte del plan... solo síguelo al pie de la letra –NW –

Y si bien no tenía pruebas estaba seguro que ese mensaje era de los cuatro Wayne... -"¿Cómo obtuvieron mi numero?... pregunta estúpida Clark, ellos saben todo"- y ahora el pánico le empezaba a recorrer el cuerpo, porque ahora entendía que no tenía forma de ocultarse de ellos.

Una vez en la habitación se permitió relajarse, tomo un baño en la tina para sacar un poco la tensión; una vez que el agua empezó a enfriarse salió de esta, tomo una toalla para secar su cuerpo para después cubrirlo con una bata blanca. Se acercó al espejo y se peinó un poco el cabello con los dedos.

Instantes después, sintiéndose limpio y más relajado salió a la habitación; una ridículamente grande habitación y mientras las inspeccionaba el sonido de la puerta al ser tocada lo distrajo, preguntándose quien podría ser aunque no tuvo que cuestionar ya que la respuesta llego por si sola.

–Señor Kent buena noche, soy Colin Wilkes, amigo de Damián.

Y tras escuchar ese nombre decidió que podría abrir sin preocupación aparente. Tras la puerta había un chico que juraría tendría la edad del menor de los Wayne, pelirrojo con algunas pecas tenues en su rostro, de complexión delgada, con una sonrisa y una maleta. Lo invito a pasar, no creía apropiado hablar en el pasillo y menos si el vestía solo una bata de baño.

–Buena noche señor Kent, -extendió su mano para saludarme- es un verdadero honor poder conocerlo, soy un gran admirador de usted –hablaba con una sonrisa pero al terminar de decirme esas palabras vi como hacia una mueca de desagrado, llevo su mano izquierda a su oído y lo escuche hablar, solo que esta vez no era conmigo – ¡ash!... si Robín, sé que no es una visita social pero ¡por Dios! Podrías dejar de ser tan mandón y gruñón por un momento –se quedó en silencio, atento, escuchando- ¿Y? tú ya conviviste con él en la gala, así que no, no perderé esta oportunidad –otra pausa- ¿lo prometes? –Parecía meditar lo que sea que le dijeran- está bien, lo haremos a tu modo; pero en serio Robín, esto te costara y más te vale cumplir tu palabra, sino le diré a Nightwing y a Red Hood.