Observaba a su próxima víctima, un niño que lloraba abrazado a sus piernas luego de haber corrido de casa por discutir con sus padres. Sus puntiagudos dientes se asomaron tras su retorcida sonrisa, la caja en sus manos estaba lista para ser entregada pero otra silueta se acercó al niño. Una chica, una adolescente de cabellera castaña y piel clara, además de brillantes ojos azules.
-¿Por qué lloras, pequeño?- la voz de la joven era suave, procurando no asustar al niño. Igualmente este salto, mostrando su rostro enrojecido e hinchado por el llanto que manchaba sus mejillas. Patético, pensó el payaso.
—Mamá y papá no me quieren—
—Oh eso es imposible, me pareció verlos muy preocupados buscándote cerca de aquí—
Laughing agudizo su oído, era cierto, las voces de los adultos se escuchaban no muy lejos, quizás venían caminando hacia allí. Gritaban el nombre del niño, Billy, pero también discutían entre ellos por permitir que el mocoso saliera tan tarde.
—Vamos, es muy peligroso que te quedes aquí solo, te daré chocolate si me permites llevarte con tus padres—
La chica logro ganarse la confianza del niño mostrándole la paleta de chocolate con forma de oso. Le seco el rostro con un pañuelo y tomando su mano, comenzaron a caminar fuera del parque.
— ¿Cómo te llamas?—
—Billy, y ¿Usted?—
—Por ahora solo soy Jill, a veces Smile Jill, pero es cuando me coloco mi super traje. —
El niño pareció emocionado. Cabe decir que Laughing Jack los iba siguiendo, él no iba a perder a su nuevo "amigo".
— ¿Es una superheroina?—
—Sí, soy la super payasita Smile Jill— hizo la pose de Superman. El payaso bicolor rio entre dientes. Esa chica era extraña— Pero debes guardar mi secreto.
— ¡Lo hare!—
—También debes prometerme que no volverás a salir tan tarde de tu casa—
Billy asintió como todo un buen niño, a los segundos sus padres aparecieron en la siguiente calle y el pequeño corrió hacia ellos. Laughing, en lugar de seguir a la familia, se fue tras la chica que se alejó antes de los adultos la vieran. Noto un fuerte olor a sangre cerca, y solo conocía a un psicópata que podía oler de tal manera.
Jeff The Killer salió de una casa, cubierto de la sangre de sus más recientes víctimas.
—Apestas Jeffrey... ¿Hace cuánto que no tomas un baño?—
Laughing se quedó sorprendido, ¿Acaso esa chica no le tenía miedo a ese maniático? ¿Por qué no tenía un cuchillo atravesándole el cuello?
—Yo no necesito uno, la sangre es mi mejor perfume. Quizás tú también lo necesites— Jeff se acercó en un parpadeo a la joven, rosando sus dedos ensangrentados en la mejilla de esta, dejando un rastro. — Ya deberías estar durmiendo hermanita...
Eso fue algo que no se esperaba. Laughing Jack no sabía que Jeff y Liu tenían una hermana, seguramente nadie lo sabía.
—Ve a otro vecindario Jeff, ya has acabado con todos mis vecinos, no quiero volver a mudarme por tu culpa. —
—No prometo nada, dulces sueños Jill—
Jeff se dio la vuelta dispuesto a irse, pero al llevar sus manos al bolsillo de su sudadera se detuvo bruscamente girándose a su hermana. Esta sonreía mostrándole el cuchillo en alto.
—Muy graciosa. — lo agarra en el aire cuando esta se lo lanza— Sera mejor que corras.
— ¡Adiós Jeffrey!— riendo, escapo corriendo de su hermano, pero este obviamente no la iba a perseguir. Se fue a desquitarse con otras personas.
El que si la siguió fue L. Jack, algo lo atraía a conocerla, quizás el saber que podía molestar a Jeff si la lastimaba.
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Payasos Love[Laughing Jack] (EDITANDO)
FanfictionLaughing Jack, la criatura con forma de payaso bicolor, que perdió sus colores y se convirtió en uno de los creepypastas más sanguinarios. Él vivía del sufrimiento ajeno, los niños solo eran sus sádicos juguetes. Jill Woods, hermana de Jeffrey y Liu...