Payasos Love[Laughing Jack] (EDITANDO)

Capitulo 3.

Recuerda la primera vez que vio una escena similar, pero con su propia familia.

Ella estaba volviendo de jugar en casa de una vecina, Jane. La verdad se había escapado para ver a su hermano Jeffrey, ya que desde el accidente no le permitieron verlo más que una vez y la dejaban al cuidado de los Arkensaw .

Abrazando el muñeco de payaso que Liu alguna vez le regalo cuando era mucho más pequeña, ganándolo en una de esas máquinas con garras, entró por la puerta trasera para en silencio dirigirse al cuarto de Jeffrey pero allí no había nadie. Quizás estaría con sus padres. Se extrañó de ver gotas rojas en el suelo, como esmalte o pintura.

Evitando pisarlas para ensuciar aún más el suelo, llegó al siguiente cuarto encontrándose con una escena digna de su peor pesadilla.

Sus padres, en el suelo, cubiertos de lo que sabía era sangre. No supo porque pero se acercó, temblando y llorando del impacto. En sus rostros había tallado unas horribles sonrisas.

Salió corriendo pero en el pasillo se topó con el responsable de tal atrocidad. Jeffrey, pero ese ya no era su hermano.

—Lo siento... —

Esta vez, era diferente. No lloraba, ni estaba asustada. Solo era ella disculpándose por tener un hermano asesino psicópata que no la asesino como sus padres pero iba persiguiendo la y acabando con todo lo que la rodea.

Fue a su cuarto para comenzar a hacer una mochila con cosas necesarias. Guardo dentro la Caja musical y la única foto de su familia antes del desastre.

Cuando iba a dejar los dos bolsos en la Sala, se encontró con Jeff jugando a cortarse los dedos con el cuchillo.

— ¿Estas lista? —

— ¿Lista para qué? ¿Me asesinaras también? —

—Puedo estar loco, pero sigues siendo la única que no intenta acabar conmigo cada vez que tiene oportunidad—

Levantándose del sofá, la tomó de una mano y sin explicación le hizo un corte en esta. Con el dolor de la herida, y sin soltarla, comenzó a caminar por parte de la casa manchando en suelo con la sangre. Luego escribió con esta y la de la señora en el suelo, su frase.

—Así no serás una sospechosa y te darán por desaparecida—

—Cuando quieres puedes ser inteligente Jeff. — antes de irse, vendo su mano, lo que menos quería era andar con una herida descubierta. Por suerte su hermano tuvo la decencia de ayudarla con uno de los bolsos. — ¿A dónde me llevarás?

—Al único lugar que conozco donde puedas desaparecer del resto del mundo. — comenzó a caminar pero Jill saco las llaves del auto de su cuidadora. — ¿Qué crees que haces?

—No voy a caminar hasta las afueras de la ciudad. —

—Bien, pero yo conduzco—

Ambos se subieron al coche, dejando los bolsos de Jill en los asientos traseros. Por un instante la forma de conducir de su hermano la mareo, se preguntaba cuando aprendió a conducir y como, porque rompió los espejos de más de 5 autos antes de por fin salir del centro.

Jill no pudo evitar dormirse cuando Jeff mantuvo el auto en calma. Claro que su sueño fue interrumpido cuando vio una sonrisa de dientes puntiagudos y unas garras invitándola entrar a un circo algo fuera de lo normal, esas eran las mismas manos que le entregaron la caja musical hace solo un par de horas atrás. Al abrir los ojos se encontró con que ya estaban ingresando a la zona prohibida del bosque que quedaba fuera de la ciudad, lugar que según relatos de terror, habitaba a una criatura alta y sin rostro, bestia silenciosa que asesinaba a todo aquel que entrara a su bosque.

—Desde aquí debemos caminar, ese flacucho acabo con la batería del auto—

La castaña bostezo, no tenía un móvil como para ver la hora, pero suponía que serían las 2 de la mañana, normalmente ya estaría descansando en su cama para al día siguiente prepararse para su show especial a medio día.

Siguió a su hermano, tomando sus pertenencias, todo era tan silencioso y oscuro, la luna apenas iluminaba algo a través de los arboles pues esa zona era la más frondosa del bosque, fácilmente uno se perdería. Jill no recuerda haber estado allí desde hace mucho tiempo, Liu apenas la dejaba salir de la ciudad.

—Cuando Liu se dé cuenta lo que hiciste, te acabara— comento agarrándose con una mano de la sudadera de Jeff, al menos esa parte estaba limpia de sangre.

—No le tengo miedo a ese muerto viviente, han pasado tantos años y sigue sin poder hacerme un rasguño. El y la plana horrenda de Jane son unos fracasados. —

Jill dejo de escucharlo apenas insulto a Liu. La verdad, aunque todo estuviera tan oscuro, escucho una especie de estática y a los segundos algo la agarro de la cintura levantándola unos metros del suelo, tuvo cuidado de no soltar ninguno de sus bolsos, en especial él que contenía la caja musical, aunque esa mochila la llevaba en la espalda. Pronto se vio frente a aquel ser pálido y sin rostro.

—Hola Slendy, ¿qué tal has estado?—

Si, Jill Woods, conocía al famoso y temido Slenderman, y como no si este llego hasta una de sus casas —cuando vivía más cerca del bosque—persiguiendo a Jeff. Con su carisma e inocencia logro convencerlo de no hacerle nada a su hermano, y lo invito a tomar el té. Al final esa criatura feroz que todos creían que era, solo es su fase defensiva, porque la verdad Slender era alguien muy calmado y educado.

—Bien, pero creo recordar haber acordado que nunca volverías aquí, por mucho que me guste tenerte como visitante. Es peligroso para ti. —

—Jeff asesino a mi cuidadora, así que si no venía con él, estaría en un reformatorio o manicomio—

—Era de esperarse del idiota de tu hermano, ya le informare a Liu para que le dé una lección. — Sin bajarla, comenzó a avanzar ignorando completamente a el psicópata que gruñía y gritaba maldiciones por perder a su hermana cuando la tenía hace solo unos segundos tras él. — Hey mapache, si no vienes conmigo The Rake vendrá por ti.

— ¡Suelta a mi hermana pedofilo!—antes de que pudiera lanzar su cuchillo contra el más alto, una bestia de cuatro patas y de extraño pelaje rojizo se le tiro encima derrumbándolo. — ¡SMILE, ahora no pulgoso!

Jill solo se reía, dejando que Slender la escoltara hasta su hogar y el de otras cuantas personas. En el camino hablaban de lo peligroso que estaba siendo para ellos salir del bosque, puesto que muchas criaturas—como Jeff por ejemplo— no eran cuidadosas y se dejaban ver o eran muy escandalosos. Últimamente parece que un tipo de payaso estaba acabando con niños y eso altero aún más a los humanos.

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