anhelo - ignacio scocco

anhelo

anhelo
nombre masculino
1.
deseo intenso o vehemente de una cosa.

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murmullos ansiosos se escuchaban por todo el lugar. de la nada una luz se enciende dando directamente hacia el centro del pequeño escenario, más específicamente a mi persona.

— ¡rompela tizi! — un grito femenino desafinado se escucha haciéndome reír, y no sólo a mi, sino que al resto del publicó también. seguro merlina, mi hermana, estaba roja como un tomate ante eso, siempre pasando vergüenza.

suaves notas de un piano hacen que vuelva a la realidad, los platillos de una bateria se le unen creando así una armoniosa melodía de jazz.

— i put spell on you — comienzo a cantar de forma baja, como si de un susurro se tratase. — because you're mine — completo subiendo de a poco el tono de mi voz. — you better stop the things you do, i tell ya i ain't lyin', oh i ain't lyin — sacó el micrófono del pie que lo sostiene y empiezo a recorrer el escenario moviendo mis caderas al compás del jazz sin poder evitarlo. — you know i can't stand it, you're runnin' around, you know better daddy. i can't stand it 'cause you put me down, oh no — levantó mi vista hacia la gente presente y una mirada llama mi atención. una mirada que no podía ignorar. — i put a spell on you, because you're mine.— cantó con mis ojos fijamente en él, en ignacio.

el solo de guitarra eléctrica empieza dandome un pequeño respiro. el calor se hace presente en cada poro de mi piel pero aún así sigo bailando, y más que nada sabiendo que tenía un especial espectador.

— you know i love you, i love you, i love you, i love you anyhow — trato de expresar desesperación. — and i don't care if you don't want me, i'm yours right now — paso mi mano desde mi cintura hasta mi cuello moviendome lentamente, esperando que entienda que todo este número era solo por y para él. — oh i put a spell on you because you're mine.

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bajo del escenario con una mezcla de cansancio y felicidad por la buena performance que dimos con la banda, lo sabía porque se notaba en la cara lo satisfechos que estaban los dueños del pequeño bar "roma".

— pero miren a quien tenemos acá, a la mismísima annie lennox. — me sobresalto cuando alguien habla delante mío, estaba tan ida que no lo había notado. sebastián, el baterista, me alcanza una botella de agua la cual agradezco.

— ya quisiera cantar como ella. — suspiro para después tomar un gran sorbo, lo necesitaba.

— pero si la superas nena — me codea. — mira, con los pibes vamos a ir a tomar unas pintas a lo de jako como celebración, ¿te copas?

— va a tener que ser en otra ocasión, vino mi hermana de rosario y quede con ella. — me encogo de hombros. el rubio asiente entendiendo la situación, me abraza y se despide gritando que no la haga renegar mucho. esa era mi señal para salir a buscarla.

no me costó mucho encontrarla porque su risa era fácil de distinguir, tenía una algo peculiar. junto a ella estaba nico, su novio y a su lado un amigo de él, ignacio. el hombre en el cual no podía dejar de pensar.

— ¡tizi, estuviste genial! — me recibe con un abrazo fuerte, típico de ella. — bien gurdadito te lo tenías eh. — me da un último apretón antes de soltarme.

— no es mi culpa que vos vivas en otro lado. — reímos los tres, merli, nicolás y yo.

— que boludo , no te presenté. ana, el es nacho, un amigo mío. — dice mientras el susodicho se para y me tiende su mano.

— un gusto nacho, soy tiziana. — aunque ya lo sabes, pienso. ¿como podía olvidar una cara que venía viendo hace cuatro fines de semana?

la primera vez que pisó "roma" fue junto a unos amigos y su mujer. ¿como lo sabía? era obvio, debido a que ella no lo dejaba en paz ni un segundo, aunque el santafesino se notaba incómodo ante sus caricias.

las demás veces vino solo. nuestras miradas siempre terminaban encontrándose pero nunca se animó a hablarme, solo me miraba de lejos.
y ahí me di cuenta que nunca pasaría nada entre los dos. no hasta esa noche.

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luego de tres horas de risas, charla y unas cervezas mi hermana junto a su novio se despidieron con la excusa de que al día siguiente tenían que hacer unos trámites. excusa ya que los sábados casi no abría ningún local en la mañana porteña, pero le reste importancia porque eso nos dejaba a solas con el jugador riverplatense.

— así que, ¿te gusta el lugar? — pregunto luego de unos minutos de incómodo silencio.

— si, es lindo. — contesta tímido. actitud que al parecer yo le causaba.

— digo, porque hace cuatro semanas te veo por acá. — suelto de forma directa. al principio se sorprende ante mi arrebato y después se ríe negando con la cabeza.

— me descubriste — sonríe acercando su silla a la mía, sorprendiendome ahora a mi. — desde la primera vez que vine no dejo de pensar en vos. — suelta pasando su mano lentamente por mi brazo, erizandome la piel.

me quedo muda, sin creer las palabras de ignacio. pienso que lo estoy imaginando por la cantidad de alcohol que tengo en la sangre, pero no, su mirada sigue puesta en mi esperando una respuesta.

—eh, yo ten-tengo que ir al baño. — me paró rápidamente y huyo como una completa cobarde.

ya adentro del sanitario mojó mi cara y medito que voy a hacer cuando vuelva. la cara de su mujer aparece en mi mente haciendome sentir como la peor persona por desear a alguien casado. pero no podía evitarlo, nacho me encantaba.

todavía contradictoria con mis pensamientos salgo y de inmediato alguien me toma de la cintura apoyandome contra la pared del pasillo que iba hacía la barra.

— ¿porque huis de mi? ¿no te gusto? — pregunta repartiendo pequeños besos que van desde mi cuello hasta mi mandíbula. yo me quedo estática, debatiendo que accionar tomar. siento sus labios cerca de mi comisura y giró mi cabeza haciéndolo reír. si seguía de ese modo iba a caer en cualquier momento.

— por más que intentes esquivar mis besos voy a terminar comiendote toda — muerdo mi labio inferior ante sus palabras. mi resistencia estaba en crisis. una de sus manos sube hasta mi mejilla sosteniendome para que lo mirará fijamente. — quiero besarte mucho, tiziana.

no aguante, mi anhelo por él era mucho más fuerte. enrolle mis brazos alrededor de su cuello lanzandome a sus labios. el gemido que sale del riverplatense hace que no me arrepienta de lo que estaba haciendo.
sus manos recorren mi cintura hasta llegar a mi culo donde deja un apretón que hace que no tenga más dudas sobre lo que quiero que pase entre nosotros.

— ¿vamos a mi departamento? — asiente fervientemente dejando un último beso en mis labios para luego tomar mi mano guiándonos hacía la salida.
no me importaba que pasaría al día siguiente, porque desde ese momento yo ya era completamente suya.

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¡hola gente!
bueno, no es mi mejor trabajo pero espero que les guste.
xdios amo tanto el tema i put spell on you que dije, si o si tengo que hacer algo con esto *inserte caras llorando*

bueno nada estoy feliz xq le ganamos a racing así que shot
dedicado a una escritora que amo nachoscocco ❤
y gracias como siempre por tu hermosa portada vintrp sos lo más ❤

no se olviden de votar y comentar que me harían muy feliz, nos vemos.