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Daenerys de la tormenta, quien nunca arde.
Hija del rey de dioses: Zeus y una diosa menor; Quione.
Un ser de brillante luz, bondadosa y honrada. Una diosa de nacimiento y princesa de los cielos por derecho. Daenerys protectora de la vida, señora de las criaturas de fuego, guía de los perdidos y diosa de la vida.
Desde el Olimpo hasta el mundo mortal hablan de la criatura no planeada, pero que debía existir. La dulce infante de cabello platinado como la nieve; ojos grises con matices azules como las nubes en tormenta, labios rojos como la sangre y de esencia humana. Un opuesto a lo que los dioses del Olimpo reflejaban. Una hermosa doncella criada por Afrodita y Hestia, entrenada por Artemisa y educada por Atenea. Protegida por Hefesto, amada por Apolo. Y muy odiada por Hera.
La eterna princesa vivió sus cortos siglos de vida desarrollando su potencial, aprendiendo las responsabilidades de cargar con un titulo tan grande como el que se le fue concedido por las moiras, preparándose para el momento en el que ocupe un trono como diosa suprema en centro, junto a su padre Zeus.
Daenerys no ansiaba ese día, si era honesta. Ella entendía que fue creada con la única razón de prevalecer la vida en la tierra y evitar que los dioses acabaran con ella, protegiendo a los humanos, seres vivos y semidioses. Sin embargo, a la princesa no le hacia mucha ilusión sentarse en un trono sin haber hecho algo para merecerlo, sabia que todos los que portaban un trono habían hecho hazañas memorables, semidioses que ganaron su derecho a ser convertidos en un dios, pero ella..., Solo nació y de pronto era la entidad mas poderosa en todo olimpo.
Hestia aseguraba que no por que no haya hecho hazañas, no quería decir que en un futuro no lo haría. Y mira que no estaba tan equivocada.
En el siglo XX, años antes de su ascenso al trono; la diosa de la magia Hécate solicito ayuda para prevenir lo que seria una guerra entre magos, en que los mortales saldrían afectados, la única manera era proteger a quien engendraría al salvador. Claro que para los dioses en el trono no representaba una amenaza y mucho menos un asunto de suma urgencia, además de que tenían la política de no intervenir en guerras mortales, algo que encontró irónico Daenerys porque sabia que muchos de ellos estuvieron involucrado en guerras humanas.
—Inaudito, magos que no le rezan a su diosa no merecen salvación —bramo Zeus.
—No son semidioses, solo nacen con el don de la magia —explico Hécate—, muchas personas morirán sin no se hace algo.
Daenerys escucho atenta, pudo notar un deje de preocupación, como si realmente le importaran la vida de aquellos seres de magia.
—Mata al causante —dijo Ares.
—Un dios no puede intervenir en asuntos mortales —musito Hera—. Que envié a un semidiós.
Se oyeron sonidos de aceptación ante la idea de la reina, pero Daenerys negó.
