El héroe que necesitaba (Evil! Deku AU)

la primera misión. No hay vuelta atrás

Los simpatizantes con la ideología de Stain llegaron como cucarachas, no hacía falta decir que a Midoriya realmente no le agradaba ese tipo de personas en un inicio y a Shigaraki tampoco pero contra todo pronóstico aquellos seres terminaron como aliados. 

El escuadrón de élite de la liga de los villanos estaba perfectamente armado y su primer objetivo fueron los estudiantes de UA, Deku se sentía culpable pues gracias a él Tomura había tomado una fijación hacia los inocentes y nisiquiera le había contado nada del plan hasta hacía un par de minutos,  incluso sentía qe su compañero le ocultaba algo. Más con la intención de minimizar daños que otra cosa les acompañó, aún tenía que usar a esos chicos, no podían quitárselos, era eso, ¿cierto? para ese punto ya entendía por que Twice actuaba como lo hacía, las voces en su cabeza no paraban de gritar "son tus amigos" "son tus peones" "debes ayudarlos" "déjales morir" "puedes ser un héroe" "eres un villano".

Los gritos no paraban y en algún punto sin saber como terminó escondido en una cueva halando sus rizos con desesperación mientras buscaba su cuchillo intentando liberar presión, todo iba caóticamente bien hasta que escuchó la voz de un niño y su conversación con este asesino... ¿Muscular?, al poner atención se enteró de que los padres del niño habían sido masacrados por ese hombre, un niño... sonaba de menos de 7 años, perdió a sus padres de esa forma, una puntada en el pecho le recordó la cara de su propia madre y salió de su escondite por inercia

-Muscular, ¿que se supone que estás haciendo?- la esbelta figura se interpuso entre el pequeño y el villano

-parece que los mocosos se atraen entre ellos, deja de entrometerte en mis asuntos y anda a cortarte las venas durante otro rato-

-ese niño no tiene nada que ver con el plan de Tomura, déjalo en paz, creí haberte dicho que no actuaras con fuerza letal-

-yo hago lo que quiero como quiero, ¿ahora pretendes hacerte el héroe?-

-retrocede o lo tomaré como una traición

- está bien, entonces pasaré sobre ti, veamos como se ve tu sangre decorando el suelo- la enorme mole se lanzó  directo hacia el chico de la sudadera verde que le escupió una ráfaga de fuego en la cara al tiempo que cargaba al niño quitándolo del frente del villano

-tranquilo, yo me encargaré de esto, quédate cerca y haz todo lo que diga si quieres vivir- el pequeño se colocó detrás de él tragando saliva bastante aterrorizado

-lindos truquitos y que palabrerío más sin sentido, si sólo puedes escupir fuego como una fogata entonces esto terminará rápido- logró darle el primer golpe mandándole a volar, el bajito calló de pie haciendo una pirueta y en una velocidad moderada corrió hacia su oponente, parecía ir perdiendo y lucía algo herido tras los primeros minutos, el niño no entendía de dónde había salido ni por que hacía todo aquello si jamás lo había visto en toda su vida, rogó que parara varias veces pero pareció inutil, el muchacho estaba decidido, era una masacre total- ¿ves? por andarte con jueguitos estúpidos vas a morir hoy, que lástima que "Tomu" y "sensei" no estén aquí para salvarte el pellejo muchacho

-no me hagas reír- toció mientras se reía de manera casi silenciosa- no has podido hacerme nada de daño, pensé que con todo ese historial realmente serías más poderoso, pero me equivoqué. Estás aquí buscando pela con un niñito asustado en vez de hacer algo más productivo, ¿sabes? Nunca me gustó este plan, estos chicos me agradan y odio el homicidio con todo mi corazón, las personas como tú me enferman, nisiquiera tienes una razón, sólo lo haces porque si. Tú eres el tipo de maldad que debe ser erradicada a toda costa y lamentablemente hoy te llegó la hora

Deku le hizo un guiño al pequeño que casi podía ver la amable sonrisa de su salvador a través de ese bozal, una sensación de tranquilidad lo envolvió mientras veía al enmascarado correr a toda marcha contra la grotesca masa de músculos y de un momento a otro le pareció que había desaparecido  de su vista, se movía tan rápido que a penas sus ojos lo captaban.