Capitulo 7

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Despertar desnuda en una cama extraña y con resaca no era nuevo para Susan pero esta vez había alguien completamente inesperado junto a ella, el cuerpo desnudo de Meryl descansaba junto al de ella, boca abajo con la espalda y piernas completamente al desnudo, la sabana de seda apenas y cubría un poco de su redondeado trasero, el cabello que parecía hecho de oro estaba sobre la almohada como si hubiera sido acomodado para una pintura. Susan la observaba mientras mordía su dedo pulgar con nerviosismo, lo que había pasado había sido idílico, mejor que con cualquier otra u otro u otra, había sido erótico como nadie y sus manos aun temblaban al recordar cada rincón recorrido en el cuerpo de la mujer que aun dormía junto a ella. No lo podía negar, solo esperaba que Meryl no sintiera culpa y recordara exactamente lo que había pasado, estaba nerviosa, no quería ni respirar para no despertar a su compañera de cama, se quedo tan quieta solo mirándola que cuando Meryl comenzó a estirarse y quejarse, Susan brinco ligeramente y supo que en cualquier momento Meryl comenzaría a llorar, gritar y echarla de ahí.

Meryl comenzó a abrir sus ojos lentamente, trataba de ajustarse a la luz del sol, miro a su alrededor, suspiro y comenzó a moverse despacio, sonrió para si misma cuando al moverse su pierna toco una suave y cálida piel junto a ella, Meryl giro su rostro y encontró a Susan quien la miraba con terror haciéndola despertar del todo, la expresión de Susan fue suficiente para que Meryl comenzará la conversación asustada de lo que podía pensar su compañera de cama "¿qué pasa? Estas bien?" Meryl pregunto a Susan quien ahora estaba en shock por la reacción de Meryl. "Si estoy bien, y tu?" Susan pregunto con voz suave y Meryl se dio la vuelta completamente, se sentó cubriéndose sus senos con la sabana y la mano que tenía libre la movió a hacia su cabello tratando de arreglar el desastre que este debía parecer y sonrió a Susan "bien, me duele un poco la cabeza por todo el vino pero me siento muy bien" Ella dijo acercándose acurrucándose contra la cama y Susan se acerco "¿Estas segura?" Susan quería convencerse, Meryl le dio un si con la cabeza haciendo a Susan sonreír "¿lo repetiremos?" Susan pregunto, las palabras salieron de su boca tan espontáneamente que se arrepintió por temer parecer desesperada, que tal si Meryl solo quería una noche y no volver a verla "Quizás" Meryl respondió con una sonrisa que era encantadora y sin nada de inocencia en ella "¿ya no te caigo tan mal?" Meryl preguntó mientras encogía la cabeza en sus hombros ligeramente y Susan rio "no, ya no, al contrario, creo que me agradas, y demasiado" Susan guiñó el ojo "si lo note" Meryl dijo con la imagen de Susan sobre ella besando cada lugar que sus labios pudieron alcanzar, la podía aun sentir con su rostro entre sus muslos haciéndola rasgar las sabanas y aun podía sentir en sus labios el sabor de la pelirroja y el sonido de su garganta mientras se retorcía sobre el colchón.

Un poco tímida, algo muy poco común para Susan, se acercó a Meryl y beso su barbilla y después subió a sus labios "fue divertido" Meryl respondió con un beso suave en los labios, Meryl dejo la cama para meterse a la ducha, Susan dudó si moverse de ahí, vestirse e irse o esperar, odiaba la incertidumbre que Meryl causaba en ella, siempre sabia que hacer o que decir, hasta ahora con Mary Louise. Al final la espero para ir a trabajar juntas, pero aun la noche anterior estaba retumbando en sus mentes y había algo de nostalgia en dejar el pequeño refugio que construyeron juntas una noche anterior.

Justo antes de salir de la habitación, Meryl se detuvo y miro a Susan dudosa, "uhm solo por si acaso y por si no puedo hacerlo de nuevo" Meryl se acerco y beso los labios de Susan lentamente lo cual hizo sonreír a ambas "Si tu me dejas, lo repetiremos pronto" Susan prometió y le regalo un guiño seguido de un suave beso en los labios antes de alejarse e irse por caminos separados al llegar a los estudios.

No eran amigas, no eran amantes ni novias, ninguna de las dos sabían que sucedía pero disfrutaron, y en definitiva, querían repetirlo. Meryl se sentía relajada, tener sexo era algo que necesitaba desde hace semanas, y Susan le había dado todo lo que necesitaba, la había complacido y aun no podía borrar de su mente la noche que había pasado. Susan por su parte, estaba sorprendida de cuan apasionada Meryl podía ser en la cama y quería mas de ella como si de una adicción se tratase. 

Enemigas IntimasWhere stories live. Discover now