Acosadores , ¡ Me vigilan !

Capítulo 1

Camila :

Ayer cuando termine de desempacar me pase toda la tarde viendo en internet locales en alquiler y hoy iré a varios, para ver cual rentó para abrir mi pastelería.
Voy caminando debido a que todavía no me he comprado un coche, lo haré más adelante.

El primer local no me llamó para nada la atención, es más bien una casa y esta en un edificio.

El segundo esta en muy malas condiciones y no cuento con un capital de inversión muy alto a decir verdad, para poder modificarlo.

El tercero y último de hoy es el ideal, tuve suerte ya que llegue en último momento el vendedor estaba ya cerrando el local, gracias a dios que me dejó verlo, me enamoré del local, es ideal, tiene una barra muy linda, hay como nueve mesas y hay espacio para más, tiene una oficina, la cocina es muy amplia y con variedad de electrodomésticos, le dije al vendedor que lo quería ya, el asintió complacido y quedamos mañana para firmar el contrato. Después de eso me dirigí a mi casa.

Daimon :

Ayer después de la conferencia Thomas y yo nos fuimos a casa y llamamos a la agencias de prostitutas sumisas, no queremos sumisas propias debido a nuestra vida como imágenes públicas.

[ ... ]

Hoy voy a visitar el local que tenemos en alquiler de cuando cerramos nuestro primer restaurante para ampliarlo desde que  Thomas y yo tomamos el mando de nuestro patrimonio. Cuando llego me recibe el vendedor que por la sonrisa que tiene, parece que va a darme buenas noticias.

—Señor Daimon es un gusto tenerlo por aquí, su visita es muy oportuna, ayer mismo alquile el local y hoy vienen a firma el contrato de alquiler  —lo miró complacido de que el local por fin este alquilado, un problema menos.

—Bien , eso me resulta gratificante    —a lo lejos viene caminando una morena a paso relajado, que buena esta, va vestida con un pantalón de mezclilla apretado a su delicioso cuerpo y camisa azul cielo, por dios que par de tetas bien redondas y grandes. . . Ella llega y sonríe.

—Señor Daimon, ella es Camila —y nos miramos, esta chica me encanta, ojos azules con una mirada muy inocente, cabello negro como la noche, labios rojos y carnosos, un cuerpo de diosa del olimpo, quiero que sea mi mujer, es a ella a la que buscó, la que necesitó.

—Mucho gusto —dice tímida y estrechamos las manos y siento que una eléctricidad recorre mi columna, al parecer ella también la siente porque aparta rápidamente su mano.

—El gusto es mio. . . Camila —me encanta como se desliza su nombre por mi lengua —ella se ruboriza y me da una pequeña sonrisa.

—Bueno señor Daimon va estar presente en la firma del contrato       —dice el vendedor.

—Claro, así nos vamos poniendo de acuerdo con todo ya que yo soy el va encargarse de todo en adelante —le digo.

—Bueno entonces adelante                  —entramos en el local , entró detrás de mi chica, si mi chica, para poder deleitarme con el ligero meneo de su trasero, grande y redondo, quiero meter mi polla entre esos cachetes.

Luego de la firma el vendedor y mi chica se fueron. Me dirigí  a la empresa, ya en mi despacho llame a uno de mis empleados para que buscará información de Camila.

«Pronto ella va a ser mía es cuestión de tiempo»

Camila :

Estoy feliz de que ya tengo mi local. Hoy el tal Daimon ese me puso de los nervios y como me mira, estaba intentando descifrarme, y lo peor de todo es que bajo su atenta mirada sentí como se mojaron mis bragas, esto era raro, quería besarlo, ¿que me pasa?, si apenas he besado a dos chicos en mi vida y de unos pocos toqueteos no he pasado a más.