Capitulo 1

326 11 0
                                    

Un par de dedos pulgares cubiertos con guantes de látex presionaban las manchas azul grisáceas situadas en los muslos desnudos del cadáver.

-Presenta una incisión vertical de casi catorce pulgadas de longitud en la parte frontal del abdomen, después de una revisión exhaustiva por el interior del cuerpo se confirma que le fueron extirpados el riñón, los ganglios linfáticos y la glándula suprarrenal del costado izquierdo. Posteriormente fue suturado con grapas.

La causa de muerte fue un paro cardiaco a consecuencia de la enorme cantidad de Remifentalino encontrado en el torrente sanguíneo, cerca de quince miligramos. Hora de muerte aproximada: Entre las 20:00 y 22:00 horas. Concluyó una vez que mirara el reloj de contorno negro que adornaba una de las paredes del laboratorio, cuyas manecillas indicaban las 11:07 horas.

Acto seguido, pulso el botón “stop” de la pequeña grabadora que sostenía en la mano y se deshizo de los guantes.

Escuchó el inconfundible rechinido que hace la puerta cuando se abre y casi de inmediato distinguió la figura de Austin, el hombre impecable que vestía un traje y corbata en negro combinado con camisa blanca, se podía distinguir perfectamente el cuello que había sido cuidadosamente planchado y sus zapatos en color negro meticulosamente boleados. Tenía fijación por los diseños de marcas costosas, y esta vez todo el conjunto era responsabilidad de Emporio Armani. Era guapo, vanidoso y capaz había alcanzado el rango de inspector jefe, dentro de la Comisaría de Miami hubicada en el organigrama solamente por debajo del comisario. 

La mujer que vestía una bata blanca salpicada con pequeñas gotas de sangre le analizó durante un par de segundos sin decir palabra, notó que estaba de muy buen humor, era un chico exitoso pero sobre todo noble de corazón, y cuando sonreía de esa forma tan dulce no podía significar otra cosa, seguro que había algún avance positivo dentro del caso.

-Hemos logrado identificarle…- Le informó a Camila – Jean d'Lapur– Dijo finalmente extendiéndole una carpeta en color manila.

Camila Cabello era la encargada del área de investigación científicas dentro del cuerpo policial de Miami. Su cabello marrón, una piel tersa, sus ojos marrones llenos de luz,  la forma tan peculiar que tenía para expresar sus ideas, entre muchas cosas más, hacían que dejara con la boca abierta a cuanto individuo se acercaba.

-No se desangró Austin…- Negó con la cabeza mientras tomaba el expediente entre sus manos - Le practicaron una nefrectomía radical, pero fue un corte limpio y posteriormente suturado.

-¿Entonces fue el pulmón? – Preguntó bajo la hipótesis de que al extirpar el riñón sin cuidado le hubieran roto una costilla y está hubiera perforado al pulmón.

Nuevamente la forense negó con la cabeza, otra chica que para su corta edad llevaba demasiados títulos a cuestas. Al igual que Austin, ambos eran unas ratas de biblioteca, intentaban sublimar con el trabajo compulsivo, su desastrosa vida personal, sus fracasos amorosos; Eran adictos en rehabilitación, él al Whisky y ella a los ansiolíticos, específicamente a la benzodiacepina. Seguramente era por eso que mantenían una conexión inexplicable, entre ellos no hacían falta las palabras, bastaba mirarse a los ojos y el uno descifraba lo que pensaba el otro.

Se escuchaban, se comprendían y se apoyaban mutuamente.

Camila había estado junto a él todo el tiempo, abrazándolo y reconfortándolo cuando diecinueve meses atrás, su prometida perdió la vida en un operativo. –Pero debes sonreír porque vivió plenamente, porque lo último que vieron sus ojos fueron los tuyos, llenos de amor, además… Se fue haciendo lo que más disfrutaba…¡Salvar vidas! . Y me consta que lo hizo sin arrepentimientos, sin dejar nada pendiente porque sus días los dedicó a ser feliz contigo

Arder contigo en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora