『Magic Rain』(Katsuki Bakugou X Oc)

◉『 CAPITULO 18 』◉

*Pov Narradora*

Hisumi se cambió de ropa e hizo sus deberes en tiempo récord, quería dormir, no se había sentido tranquila desde el ataque de los villanos a la USJ.

Los únicos momentos en los que lograba sentirse con total seguridad, era cuando estaba con Bakugou, a pesar de que ella era fuerte.

Suspiro y se acostó en el sofá mientras se abrigaba con una sábana y encendía la televisión.

- hasta mi gato me dejó... Me dejó Midoriya... Me dejó mi hermana... Y ahora mi gato... - suspiro y enterró la cara en su almohada - odio mi vida...

Suspiro y miro a la pantalla. No había nada interesante hoy.

Apagó la televisión y cerró los ojos dispuesta a dormirse.

- ¡Estúpida abreme la puerta! - aquella voz la hizo abrir los ojos y corrió a la puerta, pues cada vez empezaba a llover más fuerte.

Abrió la puerta rápidamente y dejó pasar al oji rubí que estaba totalmente empapado por la lluvia.

- ¿Q-que sucedió? ¿No deberías estar en tu casa? - preguntó cerrando de nuevo la puerta.

- no lleve mis malditas llaves hoy, y mis viejos no están en la maldita casa - gruñó con molestia quitándose el abrigo.

La mirada de Hisumi paso por todo el cuerpo del rubio, su camisa estaba transparentada y se pegaba a su cuerpo. Trago saliva nerviosa y fue al baño en busca de una toalla para que el rubio secará su cabello y parte de su cuerpo.

- t-toma... - extendió su mano con la toalla sin mirar al rubio.

Katsuki tomo la toalla rozando sus dedos con los de la chica causándole escalofríos, su piel estaba bastante fría en comparación a la de ella.

Llevo la toalla a su cabello, que estaba caído por el agua, y después de secarlo bien dejó la toalla sobre sus hombros.

- ¿Que rayos te pasa? - le pregunto frunciendo el ceño por su expresión nerviosa.

- t-tu... Camisa - señaló con voz baja.

El rubio se miro a él mismo y se dió cuenta de eso de inmediato se cubrió con su chaqueta.

- Prestame uno de tus malditos abrigos de hombre - exigió apartando la mirada.

- s-si - asintió y  fue rápido a su cuarto para buscar uno de sus abrigos más grandes.

Al encontrarlo regreso a la sala donde el rubio estaba sin su camisa. Al verlo así le lanzó el abrigo y se fue a la cocina sonrojada.

- está loco, ¿como rayos se le ocurre estar así? - paso sus manos por su cabello.

( • • • )

- Senpai, tu qué sabes cocinar como los dioses... ¿Me preparas la cena? - se asomó por atrás del sofá donde estaba en rubio.

- no, mierda, ya te lo dije tres jodidas veces - se negó de nuevo.

- hay, por favor, tengo mucha hambre - salto junto a él y se sentó a un lado - además, sabes cocinar un millón de veces mejor que yo - suplico mirando al rubio a los ojos.

- que no, idiota - la empujó con su pie para que se alejara.

- Auch... Me lastimaste un maldito pecho - lo golpeo con un cojín.

( • • • )

- ya es tarde, aún no entiendo que haces en mi casa todavía, es decir, no me molesta, pero ¿tus padres no se preocuparan?  - preguntó nerviosa al ver en su teléfono la hora.

- ya hablé con ellos - dijo con simpleza mientras veía la pantalla del televisor.

- ¿y? - honestamente esperaba una respuesta más concreta.

- me quedaré esta noche en tu maldita casa - respondió girandose a verla.

- ¿¡Que!? ¡Debiste decirme antes, para prepararte un futón! - se levantó rápidamente y fue a su cuarto para buscar un futón y tenderlo a un lado de su cama.

Era bastante tarde y aún no habían comido nada.

- tu futon ya está listo... - regreso al sofá.

Esa noche había bastante frío, en realidad aún estaba lloviendo. La lluvia no había parado y ni siquiera habían comido aún.

- senpai... Tengo hambre y sueño... Y también tengo frío... - se quejó con los ojos cerrados - ¿Sabes que? Si quieres muerte tu de hambre, pero yo voy a comer al menos cereal con leche - se levantó del sofá y fue a la cocina.

Katsuki solo frunció el entrecejo y siguió mirando la televisión.

Unos minutos después vio llegar a Hisumi con un plato con cereal en sus manos.

Se sentó a su lado y comió tranquilamente su cereal.

- yo quiero - exigió viendo el plato.

- no, ve a la cocina por el tuyo - abrazo su plato y siguió comiendo - este es mi plato - hablo con la boca llena.

El rubio solo bufo, se levantó, dejó el control en el sofá y se fue a la cocina para buscar cereal.

Cuando vio a Katsuki irse a la cocina sonrió con malicia.