He's my father

Boda

Los pequeños encajes en forma de corazón que adornaban la parte superior de su vestido se veían realmente hermosos, los pliegues de velo en la parte de abajo le hacían parecer un poco más gordita de lo que en realidad era. Su cabello suelto decorado únicamente con un broche color plateado en su lado izquierdo le hicieron reír de forma irónica y un poco hostigada por como se veía, ahora comprendía del porque la duda de hace unos días del joven azabache cuando no decidía por el traje que utilizaría para su boda.

El día había llegado, en pocas horas se celebraría la ceremonia de matrimonio...

El sonido de pasos acercándose la hizo tirar esos pensamientos y poner en su rostro una falsa sonrisa al escuchar que alguien tocaba a su puerta. Se relajó antes de abrir y toparse con dos orbes plata como los suyos quienes la miraron y sonrió algo tímido.

El joven de cabellos azabaches recorrió con sus ojos toda la habitación antes de soltar las palabras que tenía en mente, antes de entrar y sentarse en la orilla de la pequeña cama.

–Te ves muy linda Yui... –habló con suavidad, la invito a que lo acompañase a sentarse esperando no asustarla, algo que no pudo rechazar.

–Tú también te ves lindo –dijo al notarlo muy bien arreglado y desprender un aura de calma y misterio.

–Bueno en realidad no vine para hablar de lo elegante y lindo que nos vemos –se miró a si mismo antes de colocar su mirada al suelo –Quiero disculparme, desde ese día yo actué como un idiota y no me di cuenta de lo que en realidad pensabas, lo siento.

–¡Fue mi culpa pap...! –se interrumpió no sabía si seguir llamándolo de esa forma era correcta.

–Sabes que padre me dijo Te lo dije y bueno me regañó como él quiso. –asintió, después de todo ella también tuvo una platica con su padre.

–Aunque a mi no me regañó como lo hizo contigo. –ambos rieron ante estos sucesos.

–Quería pedirte que vinieras conmigo, hay algo que quiero mostrarte. –le ofreció su mano, aún tenia dudas pero la mirada de su papá le decía que esta vez no aumentarían, ni la atormentarían. Tomó con fuerza la mano del mayor esperando que le guiara hacia el lugar que quería mostrarle.

Se sorprendió cuando salieron de su residencia y a paso ligero iniciaron una caminata en las calles de su vecindario. Le pareció realmente extraño algunas personas los miraban con gran interés por la forma en que vestían, quería preguntarle la razón de ¿porqué salir a la calle? Además dentro de poco tendría que estar presente en su boda pero su padre se mantenía sereno y callado. Como si no fuera necesario decir nada más o entrar en detalles.

–Llegamos... ¿Qué te parece Yui?

No comprendió su pregunta, por lo que lo vio incrédula. El mayor señaló hacia el frente para que ella viera a lo que se refería: un hermoso jardín le saludó, una casa de dos niveles, estilo japonés un poco más pequeña que la suya.

–Me costó llegar a un trato con el antiguo propietario pero valió la pena pues era lo que Asuna y yo buscábamos. Este... será nuestro hogar. –admitió apenado mientras se tomaba la barbilla.

–Papá esto...

–No me tendrás tan lejos después de todo, hay una habitación especial para ti puedes quedarte o venir a visitarnos cuando quieras. Estamos a solo unas calles.

Antes de que pudiera procesar la información sintió como era cargada y cobijada en un fuerte abrazo.

–Siempre serás mi hija, nunca te cambiaria por nada. Quiero que sigas formando parte de mi vida, ¿seguirás siendo mi primera princesa?