¿Él o Ella?

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▬Oye no puedo concéntrame si sigues haciendo eso. ▬se quejó la joven cuando sintió como las traviesas manos de su esposo que le abrazaba, pasaban de su abultado vientre hacia el escote de su blusa.

▬No es necesario que te concentres. ▬bromeó sin detener sus manos que encontraron el pecho de la ojimiel quien sacó un pequeño jadeo al sentir como se apoderaba de uno de ellos. ▬Sabes el sofá se ve muy cómodo... ▬insinuó haciendo que la joven se mordiera el labio.

▬Si te hago caso te quedarás sin almorzar, además... ▬miró el reloj para ver la hora, siguió moviendo la olla tratando de ignorar a su esposo.

▬No me detendré hasta que me des una buena excusa para hacer que me detenga. ▬habló sensual para alterar su concentración.

▬¿¡Comportarse y tranquilizar sus hormonas, chiquillo, no es excusa suficiente!? ▬la severa y fuerte voz proveniente de la puerta que daba a la sala lo hizo brincar y detenerse al percatarse de quien se trataba.

▬¡Buenas tardes mamá! Hoy llegaste temprano. ▬saludó la joven pelinaranja, con profunda calma, mientras apagaba la estufa.

▬¿Qui... quién la dejó entrar? ▬dijo sin pensarlo, recibiendo una mirada fulminante por parte de su suegra que lo hizo retroceder.

▬Fui yo papá. ▬habló la pequeña pelinegra quien entró a la cocina para darle un fuerte abrazo. ▬Nos topamos afuera, pensé que estarían ocupados así que decidimos entrar.

▬Ya... ya veo. ▬soltó apenado –¡Buenas tardes señora Kyouko y perdón por...

▬Ni si quiera te molestes chiquillo. ▬le hizo callar, a lo que el joven solo pudo reír de una forma nerviosa. ▬Aun no he aprobado la decisión de mi hija, que te quede claro.

▬La comida estará lista en unos minutos Kazu ve y arregla la mesa. ▬ordenó algo que el pelinegro aceptó sin decir más.

Tres meses habían pasado desde que se casaron, los días habían pasado rápido pero plenos. Por su embarazo ir a la escuela se había vuelto un poco difícil, era demasiado cansado viajar todos los días a su centro de estudio y no era bueno para la salud de ambos. Por lo que mientras Kazuto iba a trabajar ella recibía clases en casa, para no quedarse atrás con sus estudios presentaría el examen final que le valdría como uno solo por todo el año, quien se las impartía era su madre, a pesar del descontento por su situación de jóvenes irresponsables (como ella usualmente les llamaba) no aceptaba al pelinegro. Eran raras las ocasiones donde ellos se topaban pero dado que hoy Kazuto tenía el día libre y se encontraban solos, el pelinegro había olvidado ese detalle.

A pesar de todos los roces con su madre, cada día veía un cambio en el corazón de su progenitora que se iba ablandando ante su situación. O simplemente quería remendar las cosas pero no encontraba como hacerlo, algo que ella agradecía mucho.

▬Parece que tu salud ha andado bien Asuna, pero eso no quiere decir que dejes de cuidarte ▬pronunció sin despegar su vista del plato frente a ella.

▬Si Kazuto me lo recuerda a diario, no tienes porqué preocuparte. ▬miró de soslayo al joven quien mantenía una postura tensa.

▬¿Aun no saben el sexo del niño, o piensan descubrirlo cuando nazca? ▬sus palabras sonaban cada vez menos mecanizadas.

▬Bueno resulta que es tan inquieto como su padre que no se ha dejado ver en los ultrasonidos que hemos hecho.

▬¡Mi hermanito será muy guapo como papá!, cuando lo vi realmente me pareció muy pequeño, espero que nazca pronto ▬gritó alegre Yui quien desde la última visita con el médico no había parado de preguntar sobre el bebé.

He's my fatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora