Ergasía

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Bueno pidieron historia de Dabi así que... Tenía justo pensado esto. La cosa es que es Yaoi... No sé si será del agrado. Así que antes de empezar aclararé algunas cosas de nada.

Primero de nada es Dabixlector, siendo que el seme es el lector... Luego, no sabía si hacerlo en segunda persona o en tercera, pero finalmente me decante por la segunda por si acaso... ¿o preferían tercera? Bueno como sea, de todos modos ya les pongo yo un nombre.

La apariencia es como en la imagen, y el quirk más o menos se dice un poco de ello en la historia, pero sería como lobo. Ya se verá qué se puede hacer y que condiciones le da. 

También quiero advertir el principio es algo lento hasta que empieza a aparecer Dabi. De hecho en el inicio puede parecer un poco harem... 

Y... Les recuerdo es una historia, por tanto si me salgo de la historia principal pues... Eso. Además de que como no me vi el manga no acabo de captar las personalidades de todos los que llegasen a salir... Solo vi el anime...

Esto aclarado, espero les guste la historia.

Disfruten.

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Rodaste en la cama aún durmiendo, cayendo de esta de golpe.

Debido a ello te levantaste algo cansado.

Oscuridad. Eso es lo que veías. Todo estaba oscuro. Mirases por donde mirases no podrías distinguir nada. Aunque tampoco es como si lo necesitases. Y solo era cuestión de acabar de despertarse puesto que tu quirk te permitía ver en la oscuridad.

Te levantaste bostezando y dirigiéndote a donde debería estar la ventana para subir la persiana.

La luz entró iluminando la estancia. Por un momento te viste cegado por el repentino cambio de iluminación. Luego pudiste ver con claridad todo a tu alrededor. 

Una habitación algo pequeña, desordenada. Había varios conjuntos de ropa por el suelo. La cama estaba justo en el medio del lugar, igual deshecha y con las sábanas en el suelo debido a tu caída anterior. A los lados de la cama dos pequeños armarios donde se podrían guardar libros u otros objetos que se necesitasen. 

Mirando un poco más ahí estaba una puerta que llevaba a un baño propio. A la derecha desde tu posición un par de armarios más grandes, que llegaban hasta el techo para guardar la ropa. Y ya al final al fondo, aún más a la derecha la puerta que daba al resto de la estancia. 

Giraste comprobando el clima que había fuera. No parecía habría mal tiempo, pero eso era lo de menos. 

Recogiste parte de la ropa que había en el suelo y saliste de la habitación con ello en manos. Te dirigiste a dejarlo a la lavadora. 

Era un día de ordenar todo. Sino luego no podrías encontrar las cosas y sería más difícil para ti. 

Luego fuiste al pequeño salón donde te sentaste en el sofá algo cansado. Justo delante tenías una mesa donde habían varios papeles. 

Miraste lo que había en algunos, comparando y recordando lo que habías estado haciendo el día anterior. 

Entonces escuchaste tu móvil sonar. Tuviste que buscar un rato antes de poder encontrarlo, aunque ya era algo tarde, habían colgado justo antes de que le dieses a responder. Pero tampoco importó mucho ya que te llegó un mensaje de la misma persona. 

— Ah...

Miraste el calendario. 

— ...¡! Mierda.

Te levantaste rápido para ir a cambiarte. Pero justo escuchaste te llamaban de nuevo, y habías dejado el móvil en el salón. Diste media vuelta para ir corriendo a cogerlo de nuevo, tropezando con la mesa y cayendo. Claro todas las hojas que habían salieron volando. Por suerte lograste atrapar el teléfono antes de que se cayese de la mesa. 

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