Capítulo 8

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Fairy Tales

"Coraje es nunca dejarque tus acciones sean influenciadas por tus temores."
Artur Koestler-    

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Seungcheol no quiere ni ver a su familia más tarde esa misma noche, él no está seguro de lo que va a ver en ellos y él definitivamente no quiere que se den cuenta sobre el hecho de que está quitándose las ideas que con tanto trabajo ellos han plantado en su mente.

Él está tranquilo en la cena y no hace ni una sola pregunta durante el estudio de la Biblia.

Cuando su madre le pregunta si algo le está molestando, él simplemente miente y dice que tiene dolor de estómago.

Él no debería acostumbrarse a esto, a este nuevo hábito que se ha formado. Mentir no es una cosa que haga un buen cristiano. Mentir no es lo que Seungcheol hace. De hecho, Seungcheol ha puesto un propósito en su vida para ser siempre honesto con sus padres.

Pero a medida que se sienta frente a ella en la mesa, ella se vierte sobre el capítulo de Levítico con el entrecejo fruncido y él quiere gritar. 

"Me voy a acostar ", murmura, cerrando su biblia de un golpe.

"No hemos acabado-"

"No me siento bien", dice él, que no es una completa mentira.

Porque él no lo hace. Él se siente muy mal por dentro y está aterrorizado de que este sentimiento nunca vaya a desaparecer. Su cuerpo se siente como de cien años y su mente está tan mareada que choca con sus pensamientos y apenas recuerda girar la perilla antes de abrir la puerta de su habitación. Él deposita su Biblia en su escritorio, de la misma manera que hace todas las noches, y apaga la luz. Ni siquiera se molesta en ponerse el pijama, se mete en la cama, temblando en el aire frío que entra por la ventana abierta. 

Él jala su colcha hasta la barbilla. Cuando cierra los ojos, las imágenes de Jeonghan automáticamente resplandecen en el interior de sus párpados. 

Seungcheol le echa de menos. 

No siente deseos de orar esta noche.

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A la mañana siguiente, el corazón de Seungcheol se hincha al ver a Jeonghan en su casillero. Él tiene que contenerse para no abrazar al muchacho allí mismo, en el pasillo, aunque eso es exactamente lo que él desearía poder hacer. En cambio, él cierra su casillero lo más silenciosamente posible, aprieta sus libros contra el pecho, y arrastra los pies hasta estar al lado de Jeonghan.

"Hola", dice en voz baja.

Cuando Jeonghan reconoce su presencia de inmediato, una pequeña sonrisa tímida se arrastra sobre el rostro de Seungcheol. 

"Hola," Jeonghan responde, cerrando de un golpe la puerta de su casillero. 

Mordiéndose el labio por costumbre, Seungcheol se queda mirando hacia abajo a sus zapatos. Están un poco rayados. Tendrá que limpiarlos cuando llegue a casa. Su madre odia cuando sus zapatos están desgastados.

"Tú- tú no estabas aquí ayer", dice Seungcheol. 

"Lo sé," dice Jeonghan lentamente. "No me sentía bien." 

Seungcheol asiente. Él piensa que Jeonghan está mintiendo, pero en realidad no le corresponde preguntarle, sobre todo si el asunto entre ambos fue la verdadera razón por la que Jeonghan había estado ausente de la escuela.

"Espero que estés mejor" susurra Seungcheol.

"Seungcheol", dice Jeonghan suavemente. "Mírame".

Things I Cannot Change - JeongcheolWhere stories live. Discover now