Sinopsis: ¿Estarán aquí por el resto de su vida?

59 9 0
                                    


En la aldea de konoha escondida entre las hojas apenas había amanecido, todos salían de sus casas para iniciar otro día de jornada de la misma rutina, todo en ese lugar era felicidad, pero no se puede decir lo mismo de un lugar un poco alejado de la aldea.
Mas conocida como las instalaciones Anbu, Ese lugar esta escondido debajo del edificio de las instalaciones. los Anbu de alto rango no saben de ese lugar ni siquiera Sarutobi Hiruzen el actual Hokage de Konokakure.

Ni siquiera llega un rayo de sol en aquel lugar, las paredes tienen moho, son de color café oscuro aunque parece negro.
Los pasillos parecen laberintos sin salida, no sabes si estas caminando a la izquierda o la derecha, fácilmente te perderías, eso se debe a que las paredes tienen genjutsus muy fuertes, que hasta un ninja experimentado tendría problemas.
Hay pequeños “habitaciones” en los que cabe domas una persona, tienen barrotes envés de puertas como en una cárcel.

Este lugar esta protegido, es aprueba del Byugan, y del sharingan, por si alguien intenta ver a través de la instalación solo verían un lugar completamente vacío como si nunca ese lugar hubiera sido excavado, todo eso gracias a un prototipo que había cubierto toda la instalación.

También tiene sellos de silencio, por eso nadie se daba cuenta de los gritos y lamentos de los niños que morían lentamente, era horrible cuando gritabas y nadie te escuchaba, que rogaban hasta que tu garganta se secaba y te dejaban sufrir como una agonía silenciosa
Todos felices ignorando lo que pasaba en ese lugar...

Estar en una celda, era helada todo el tiempo tanto que hasta parecía que estaba nevando y todo eso era a propósito para poder comprobar quien era fuerte. Según sus secuestradores era una prueba de supervivencia, no muchos lo lograban, ese resultado era muy claro cuando despertaban muertos cinco niños a la semana, unos eran por perdida de sangre y la otra era la hipotermia que era la opción mas probable.

Sobrevivían muy pocos niños entre ellos eran porque tenían una gran resistencia, por su gran cantidad de chakra, por su elemento, por su kenkai kenkay y otros porque estaban
acostumbrados ese último era el caso de un rubio, llevaba aquí un buen tiempo; ya el frío ya no lo sentía, a pesar de que todo su rostro antes era sombreado como si fuera culpa del sol, ahora era pálido, sus labios sangriento y resecos, con heridas en su rostro cortesía de golpes, de jutsus, kunais y shurikins y porque el frío helado abría su piel como si fueran navajas. Esa era la condición en que se encontraban muchos niños que estaban encerrados en la celdas; Los niños eran de diferentes aldeas shinobis.

Danzo los había traído y cabe destacar que eran traídos contra su propia voluntad.
Mandaba a varios Anbu de infiltración a diferentes partes del mundo shinobi, todos eran niños especiales por decirlo de alguna forma, eran los que tenían una habilidad bastante especial que destacaban entre pueblos o aldeas, eran vigilados y los ponían aprueba, y luego traídos inconscientes apenas vivos, pero no podrían decir lo mismo de las personas que se interponían en su camino, ya fueron amigos padres o conocidos.

Este fue el caso del rubio que lo secuestraron desde hace cinco años, por lo que el rubio a escuchado fue cuando era un bebe de pocos horas de nacido.

Sabia perfectamente quien eran sus padres, él lo sabia desde hace dos años cuando conoció al Kyubi así es como lo conocen las demás personas pero Kurama le dijo su verdadero nombre.

Tenía muchas emociones dentro de él, entre ellas la felicidad al saber que tenía padres, el enojo al saber que las mismas personas que le dieron la vida fueron los causantes por lo cual estaba aquí, la tristeza al saber que estaban muertos y otras sin fin de emociones que no puede explicar, pero honestamente ¿como podría? Si Danzo le mataba lentamente cada emoción para que fuera un arma “perfecta”.

Ahora era un niño de cinco años de edad, cabello rubio como el sol, tres marcas en cada mejilla, tez pálida y ojos de color azul profundos.

El es Namikaze Uzumaki Naruto, hijo de dos grandes shinobis que el mundo haya conocido.

Pero ese hijo murió en esa triste noche donde también murieron sus padres...

En esa noche a él le dejaron el cuidado de su querida hermana pequeña, su madre murió sabiendo que Naruto iba a proteger a su hermana.

Ella es la única persona por la que él sigue luchando, por la que nunca se a rendido porque sin importar cuantas veces estuvo en el suelo, siempre se levantó sin importar que tan fuerte eran las heridas.
Él es como su guardián por que siempre la protege de las personas que le quieren hacer daño o que tengan malas intenciones con su pequeña.
Después de todo el era el hermano mayor solo por unos minutos.

Ese es su historia, su vida se marcó casi literalmente al ser traído aquí, lo tratan como a un animal, no a un animal lo tratan mucho mejor que a él...

Él rubio se encontraba adentro de una reja, estaba recargado en los barrotes, sus manos eran aprisionadas por brazaletes de color negro, eran especiales para que no pudiera utilizar chakra, también los tenia en los pies, en su cintura en la parte del cuello donde le costaba demasiado respirar o tragar saliva, estaba muy apretado que casi la sangre no circulaba al cerebro, todo eso agarrado por una pared.

Y todavía por si fuera poco tiene  sellos en todo su cuerpo eran sellos de gravedad y de peso, pero era demasiado para que su pequeño cuerpo lo soportara, pero eso no es algo que a sus  secuestradores les importe.

Todo aquí era horrible y lo peor es que nadie sabe de la existencia de este lugar y menos de los niños, ¿pero algún día podrán escapar? ¿vivir en paz y felices? ¿o estarán aquí por el resto de sus vidas?

Bueno les invito a que me acompañen en esta nueva historia y el recorrido que tomará Naruto para poder ser libre.

Espero que me apoyen con sus comentarios, sugerencias, opiniones y sus críticas (constructivas claro está) y por supuesto sus votos.

Bye

Naruto: JURO que te ENCONTRARÉ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora