más que eso.

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— Dime Cassie -dijo en mi oído y mi piel se erizó- Habla conmigo -dejé salir el aire- ¿Te hizo llegar? -una de sus manos comenzó a bajar y desabrochando mi pantalón metió su mano en este debajo de mi ropa interior tocando mi clítoris y dejando entrar sus dedos a mi. Gemí fuerte. Mierda, este era el sentimiento que buscaba y él me lo estaba dando ahora y aquí en un ascensor.- Parece que no. -dijo mirándome a los ojos- ¿Quieres que termine lo que él no pudo comenzar? -asentí- No, nada de esas mierdas. Dímelo.

—Sí, -dije dentro de un gemido mientras él me tocaba- quiero que me ayudes a terminar- él me sonrió y bajó mis pantalones y ropa interior y una vez fuera, me tomó de las piernas para hacer que rodeara su cadera con estas. Abrió su pantalón y no bajó mucho ropa interior  para entrar en mi y yo arqueara mi espalda recibiéndolo con energía.

—Dime lo mucho que te gusta -besó mi cuello mientras se movía con fuerza dentro de mi y me hacía gemir fuerte.

—Sigue -cerré mis ojos y hice mi cabeza hacia atrás disfrutando del momento- más fuerte -dije cuando ya estaba casi al borde y él me hizo caso haciéndome llegar y él dejándose ir después de que yo terminara. Mi cuerpo estaba sudado y mi polera se pegaba a mi cuerpo, me bajé y no dejé de mirarlo a los ojos en ningún momento. Hasta que me dí cuenta de lo que había hecho, me puse mi ropa y mi conciencia me golpeaba con lo mejor que tenía, abotoné mis patalones y presioné el botón para que siguiera su curso el ascensor.

—Cassie -dijo Faraón en mi espalda, pero las puertas se abrieron y yo tomé mi cartera y el maldito chaleco que iba a tirar al basurero a penas saliera de este puto ascensor.
Él tiene novia, él tiene a alguien, tiene a alguien. Repetía una y otra vez en mi cabeza mientras salía del ascensor en un piso que no tenía ni puta idea cuál era

—Cassie, detente. -dijo Faraón tomando mi brazo y yo lo miré.

—Esto está mal y es enfermo en todos los sentidos. -fue entonces cuando sentí como la bilis subía por mi garganta y vomité todo en la planta que estaba a mi lado. Estaba conteniendo eso hace rato y tenía que sacarlo. Solo cuando terminé de vomitar me dí cuenta de que Faraón tenía su mano en mi frente y me estaba sosteniendo el cabello. Terminé y limpié mi boca con el puto chaleco, wow, ¿Quién diría que iba servir de algo?

—Me hubiera gustado hacer esto en otro momento -dijo Faraón lanzando una broma de doble sentido que yo había entendido a la perfección. Se refería a afirmarme del cabello, yo lo miré con cara de "Esta es una puta broma, ¿verdad?" Me levanté y tomando mis cosas caminé hacia la escalera- Hey! Cassie! Era una broma! -gritó desde lejos y yo comencé a bajar pude jurar escucharlo decir mierda y golpear algo, pero debió haber sido solo mi imaginación. Porque esas cosas conmigo y con él no funcionan, simplemente no.
Llegué al primer piso y respiré el aire del atardecer, la luz del sol era naranja y esta era mi parte favorita de los veranos, los atardeceres, ninguno es igual a otro. Comencé a caminar y boté el chaleco en un basurero de la calle y saqué un chicle de menta de mi bolso y cuándo me lo eché a la boca y comencé a caminar alguien me dió la vuelta y me besó. Me tomó por sorpresa, pero por como hacía sentir a mi cuerpo me dí cuenta que era Faraón.

—Voy a arreglar esto, ¿sí? -puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y mi cabeza me estaba gritando que era una mentira- Lo prometo -otra mentira. Yo solo lo miré y me marché lejos de él. De su mierda y de su pene que al parecer en mi era una perdición.

Caminé a casa y lloré todo el camino, llegué cuando ya estaba oscuro. No saludé a nadie, me fui directo a mi pieza y lloré. Mi mamá entró a mi pieza y no dijo nada, solo me hizo cariño y preguntó si quería comer algo, me negué y ella dio un beso en mi cabeza y se marchó.
Mi teléfono sonó muchas veces, pero lo ignoré. Esto dolía más de lo que quería.
Al día siguiente, el sol entraba por mi ventana y molestaba en mis ojos me levanté y sentí el peso de la realidad. Estaba agotada después de llorar había estado despierta toda la noche, mi aspecto debe ser una real mierda. Pero me senté en la cama como pude y cuando abrí bien mis ojos Faraón estaba al pie de mi cama.
Abrí mis ojos como plato.

— ¿Qué haces aquí?

— No contestabas a mis llamadas.-estaba molesto

— No sé ni siquiera dónde está mi celular.-miré a mis lados para ver dónde estaba.

— ¿La cagué, verdad? -me estaba mirando con dolor.

—¿Tú que crees?

— Lo siento, yo sé que lo que hicimos no es correcto. -se acercó a mi.

—Pero no sé que hacer yo la amo, pero cuando estoy contigo se siente tan bien que olvido su existencia. Y sé que no es justo para ti, ni para ella, pero no puedo evitarlo -toma mis manos- pusiste un embrujo sobre mi y me es imposible salir de este. Dame tiempo para ordenar mis mierdas.

—No te esperaré una vida entera. Ni siquiera debería hacerlo ahora. -traté de soltar mis manos de las de él.

—Lo sé, lo sé -las afirmó con fuerza- pero por favor. No te quiero perder. No quiero perder la oportunidad de saber que podría ser esto.

No dije nada, porque no iba a jurar nada ni a negar nada porque con una persona como Faraón nunca se sabe.
Bajó las escaleras de mi casa y lo escuché hablar algo con mi mamá y yo me fui a bañar para levantarme y cuando estaba lista bajé y él estaba jugando con mi hermano play station y por el sonido que hacía en juego podría jurara que es GTA 5, puse mis ojos en blanco y caminé hacia mi mamá, me serví algo de comida, la saludé y salí de la cocina hacia el patio. Faraón me siguió y se sentó delante de mi en el pasto mientras le hacía cariño a Miffy uno de mis perros y yo tenía a Maui en mis brazos.

Xoxo Cassie

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