-Capítulo 8

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-Miriam...... Miriam, ya es hora- dice Farlan mientras mueve mi brazo de un lado para otro, intentando de despertarme.
-Esta bien- me levanto y me empiezo a preparar para partir de la casa en donde antes vivía Levi mientras intento recuerdar el sueño de anoche, lo cual hace que me de un pequeño escalofrío.
  Salimos de la casa, aun seguía obscuro, muy apenas se podía ver, el equipo extra y lo de más lo metimos en la caja y Farlan era el que la estaba cargando, nosotros llevábamos puesto nuestro equipo tridimensional y la capa (con las capuchas arriba). Ya empezaba a amanecer y aún no llegábamos, eso nos preocupaba, así que empezamos a acelerar el paso, más que nada, temía que mi pesadilla se volviera realidad, aunque ahora Farlan esta cargando todo en la caja, y en mi pesadilla no, pero, sigo sintiendo un mal presentimiento sobre esto.
-Disculpen...... disculpen...
repetía una voz conocida que se acercaba más y más.
-¿Me pueden ayudar......?
Levi da media vuelta y se dirige al señor
-¿Qué pasa?
-Es mi hija..... lleva casi una semana desaparecida, tuvimos una pelea y salio de casa, pero no ha regresado, ayúdeme por favor no se donde esta.....
-Esa voz, sabía que la había escuchado en alguna parte, esa historia era en parte verdad, pero no estaba completa- pienso, mientras me volteo para ver el rostro de aquella persona.
Sus ojos grises, su cabello obscuro y opaco, su mirada seria, su rostro con muchas arrugas a pesar de su edad, su altura... era mi padre, seguía buscándome....
-Lo lamento no podemos ayudar- digo en tono seco, con la mirada abajo, interrumpiendo a mi padre.
-Pero... -me dice
-Ya dije- elevo la voz - no ayudaremos- levanto la mirada
Mi padre, apenas ve mi cara, abre los ojos, y me mira sorprendido, mientras se intenta de acercar, su mano se dirige a mi hombro, antes de que me toqué alejo su mano bruscamente de mi.
-Perdóname, perdóname, regresa con migo, por favor, eres todo lo que tengo, si no regresas con migo, ella me va a matar- Lo dice de rodillas
-¿Ella?
-No puedo decir su nombre
-¿Por qué no?
-Simplemente no puedo
-Entonces, yo tampoco puedo regresar- doy media vuelta, apenas doy el primer paso y mi padre me esta sujetando del tobillo
-Por favor, nunca más volveré a golpearte, pero por favor regresa, no quiero morir
Me detengo, miro hacia mi tobillo, las manos de mi padre, están todas sucias y llenas de cortadas.
-¿Tanto importo yo, para que no mueras?- pregunto mirándolo de reojo
-Si
-¿Por qué?
-No sé
-Miriam, se nos hace tarde, si no llegamos nos atraparan- dice Farlan 
-Ya voy, solo una cosa más
-Esta bien, nos vamos adelantando- Farlan, Isabel y Levi empiezan a caminar y me dejan sola con mi padre
-Me das asco, antes llegabas a la casa todo borracho a golpearme, se supone que yo era la que suplicaba por mi vida, y mírate ahora, tu eres el que suplica. Muerte- piso su mano y empiezo a caminar, sin mirar atrás.
Las lágrimas empiezan a salir, no paran, quizás aún me duela, pero no me arrepiento del camino que he tomado.

El pasado de Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora