Capítulo único

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Ver la magnitud de ese edificó me hacía sentir peor conmigo mismo, al recordarme por qué estaba allí en un principio; solo para tener sexo con Suga, y qué mejor sitio para follar que este gran motel que inspiraba mucha seguridad; pero esa seguridad, estar con un cubrebocas y usar gafas de sol, no me quitaba la preocupación de que alguno de mis amigos, o peor, de mi familia, me viera afuera de este lugar.

Volví a asegurarme de que la hora y el lugar estuvieran bien, y quitando el hecho de que había llegado veinte minutos antes por mis nervios, todo estaba bien; Min se aseguró de decirme muchas veces el lugar y la hora para que no tuviera ningun problema al respecto, lo cual si me fue de bastante ayuda.

Sí, Min Yoongi, el hombre que conocí por internet en una curiosa página de citas. Ambos teníamos los mismos peculiares gustos, lo que nos llevó a escribirnos casi a diario durante varios meses, y a pesar de que nos conocemos muy bien, al punto de llegar a enviarnos fotografías obscenas, y tener llamadas indecentes, me sentia nervioso por conocerlo en persona. Él precía un tipo normal, pero nada me aseguraba que no me encontraría con un maniático sexual en esa habitación.

Realmente no sabía que estaba haciendo con mi vida a ese punto; me encontraba asustado, nervioso y preocupado, y aun así vine a este motel. Tal vez lo peor era que, aún con todas esas preocupaciones, quería verlo, conocerlo para simplemente tener sexo con él y quitarme la maldita curiosidad con respecto a toda su persona.

Cuando llegue a la recepción note que el lugar que Suga había elegido era muy discreto, no tuve problema alguno en hablar con la recepcionista, ya que ella no podía verme y yo no podía verla a ella. Para ese entonces me sentía ligeramente más seguro, asi que fui directo y le pedí la llave para el cuarto correspondiente. Ella, luego de ver que tenia reservación, me entregó la llave deseandome una buena noche; y yo estaba muy seguro de que lo habia dicho en doble sentido.

Al llegar a la habitación luego de varios minutos en el ascensor, me sentí cautivado al ver lo grande que era; cuando Yoongi se ofreció a pagar la habitación, creí que seria un lugar mucho más asqueroso, pero este sitio no se parecía en nada a lo que imaginaba.
Hubo dos cosas que llamaron mi atención al instante; la primera fue el gran jacuzzi de la terraza, que me hizó preguntarme por qué, ¿quién follaría en un jacuzzi? Estaba seguro de que hacer algo sexual allí sería muy incómodo; la segunda cosa que llamó mi atención fue la gran cama, me basto con recostarme sobre ella para darme cuenta de que la suvidad que se veía también se sentía, esta era otra razón para no tener sexo en ese jacuzzi sobrevalorado, porque esta cama era magnífica, aún sin tener sueño, estaba seguro de que podia dormirme sin problemas en este lugar.






—Seokjin...— escuché mi nombre, muy a lejos, mientras sentia que era movido ligeramente de un lado a otro —Despierta Jinnie— al abrir mis ojos y luego de unos momentos para aclarar mi vista, pude verlo en persona y por primera vez. Era Min Yoongi, y yo podia jurar con mucha facilidad que ninguna fotografía le hacía justícia a la sensualidad y masculinidad  que ese hombre reflejaba, quise lloriquear de felicidad al saber que me acostaría con ese maravilloso ser esa misma noche. —Es un gusto verte por primera vez Jinnie, soy Min Yoongi— su grave voz era mucho mejor escucharla directame que por una caliente llamada, definitivamente Yoongi era sexy en cada sentido.

—Y yo Kim Seokjin, es bueno verte por primera vez...— mi voz no se trabó tanto como lo imaginaba asi que intente continuar —Vaya.. En serio eres malditamente sexy Min, ninguna de las fotografías que me enviaste se comparan con tu aspecto— note ligeramente la sopresa de su rostro por mi repentina sinceridad, no me arrepentí de mis palabras al notar su sonrisa, esa hermosa sonrisa que mostraban sus encías.

Una de sus manos se posó en mi mejilla y apoye mi rostro en ella, con confianza —Lindo...— lo oí murmurar —Gracias Jinnie, tu también eres sexy, demasiado...— su boca se acercó mi oído y me estremeci al sentir su aliento — eres sexy, precioso y atrayente— Yoongi era maravilloso, era un monumento de hombre, y no parecía ser un asesino en serie, o un manipulador experto, y muchos menos le faltaba alguna parte del cuerpo como Namjoon me había advertido —¿Quieres cenar algo antes?— sus manos se alejaron de mi, mientras quitaba su saco y lo dejaba sobre la cama —Podemos pedir servicio a la habitación— Este hombre era tan jodido, no sabia si era un millonario excéntrico, de esos que solo quieren compañía o simplemente deseaba cenar conmigo antes de tener sexo. Tal vez estaba analizando demasiado la situación, pero me sentia muy nervioso por su imponente presencia.

Sexy pero Extraño - YoonJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora