Capítulo {4}

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- Hola Manu- suspiró, parecía algo cansado- ¿Estas bien?

- Y a vos que te importa- si había algo que no soportaba era que fueran fríos conmigo, o que me trataran mal.

- Ah bien, entonces no tengo nada que hacer acá- me levanté, ya estaba por dar un paso y me agarró el brazo. Me di vuelta sorprendida.

- Espera, sentate- me hizo un gesto con la mano para que me sentara al lado suyo-. Perdón por ser tan tarado.

- Supongo que disculpas aceptadas- esta vez supiré yo- ¿Vamos de nuevo?- el asintió- ¿Qué es lo que te pasa? ¿Problemas familiares o algo por el estilo?

- No, no es nada- dijo rascándose la nuca- ¿Qué onda con vos y Mateo?- me sorpredió su pregunta.

- ¿Qué onda con que?- me miró como si fuera obvio- Esperá, ya entiendo ¡¿MANUEL VAINSTEIN ESTÁ CELOSO?!- era mi venganza, me iba a burlar de él como él se burló de mi ayer. Al parecer todos escucharon lo que dije porque se dieron vuelta y empezaron a hacer ruido.

- ¡No estoy celoso! ¿Por qué iba a estar celoso?

- No se, decimelo vos Vainstein- al parecer no le gustaba que lo llamen por su apellido, por las muecas que hacía.
   
     Encontré un punto débil y sin pensarlo si quiera agarré su celular, que para mi suerte estaba desbloqueado. Salí corriendo como pude, en mi escuela era de las mejores corredoras. Miré para atrás y vi que me estaba siguiendo el paso.

- ¡OLIVIA WOODS DEVOLVEME YA EL CELULAR!- gritaba como un loco corriendo por el medio de la plaza, tratando de alcanzarme. Que pena por el, yo era más rápida.

   Mientras corría me fijé que es lo que estaba abierto. Estaba puesto su instagram y estaba en mi perfil, viendo mi foto con Mateo. Estaba mirando los comentarios de las fans de Mateo diciendo que nos shippeaban y cosas así. Paré en seco. Salí de ahí y me metí a las conversaciones. Tenía un montón de mensajes de fans, pero últimamente estaba hablando con Mateo y entré en su chat, no alcancé a leer nada porque el loco que estaba corriendo atrás mio me lo sacó de las manos.

- ¿No te enseñaron que no se espía las cosas privadas de las personas?- le sonreí.

-¡Ups! Tal vez lo olvidé- me miró mal-. Lo leí todo- se quedó petrificado, estaba mintiendo obviamente. Solo quería ver su reacción.

-¿Qué leíste a ver?- no aguanté más y me empecé a reír en su cara. Mi risa de foca hizo que el también riera.

- No me agarres más el celular, esta vez te lo perdono, la próxima vez no- que quede claro que a mi nadie me amenaza.

- No sos nadie para amenazarme Vainstein- noté que le seguía molestando que lo llamara por su apellido- tenés piernas largas pero ni así me alcanzaste "lenteja".

- ¿Y cómo es que vos corrés tan rápido?- pero fuimos interrumpidos por los chicos que acababan de llegar.

- Corre rápido la nena- dijo Dam.

-Nena tu vieja, tengo tu misma edad por si no te diste cuenta.

-¡OH!- dijeron todos.

- Tengo diecisiete, casi dieciocho, así que no te me agrandes.

- Tengo quince, y más capacidad craneal que vos al parecer.

- Igual me caes bien, así que te voy a invitar un helado algún día.

- Cuando quieras, pero guarda que Manu se me pone celoso- todos rieron, menos Manu, claro.

- No estoy celoso te dije- me reprochó.

Mi Mundo {Replik}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora