Hacia el pasado▶Época Merodeadora

♣5♣

-Época de 1995-

En el cuartel general la conversación sobre lo que había hecho Harry se volvía muy larga.

Remus estaba furioso con Sirius. Comprendía que tenía esperanzas de salvar a James, pero la mejor solución no era poniendo en peligro la vida de un adolescente.

-¿Que te dijo antes de irse?-le pregunto con el ceño fruncido.

-Nada ¿Que me iba a decir?

-¿Dejaste que él se fuera solo, sin alguna protección?

El animago no lo escucho, solo miro la mesa rogando que Remus sonriera y dijera que todo iba a estar bien.

-Me has fallado-gruño el castaño-. Le has fallado a muchos, ¿Qué crees que dirá Dumbledore cuando sepa que Harry está en un tiempo donde nadie lo puede cuidar? Puede pasarle cualquier cosa, incluso ya puede estar muerto.

-Ay-el animago se levantó de la silla-. No sé cómo puedes vivir siendo tan negativo. Es desesperante-se dirigió a servirse agua-. No es muy complicado decir: Si, Sirius, todo estará bien, Harry regresara y todos viviremos felices por siempre.

-Soy realista.

-Pues la gente aburrida nunca cambia-murmuró y bebió con tranquilidad su agua.

Remus en cambio se llevó las manos al rostro, sentía una impotencia muy grande, no importaba cuántas veces lo pensara, sabía que Harry saldría dañado de todo esto.

-Solo piénsalo de este modo-le dijo Sirius volviendo a tomar asiento-. Harry logro encontrar a su padre, ahora están jugando, tal vez comiendo algún cangrejo mientras miran el mar con tristeza.

El castaño negó.

-Entonces tal vez decidió contarle todo-le volvió a decir Sirius-. Decidió también quedarse en esa época, dónde todo es felicidad.

-¡No todo es felicidad!-le gritó-. ¡Voldemort es muy fuerte! ¡Puede matar a Harry!

El animago negó con su dedo.

-Ahí estas equivocado, Voldemort no sabe lo de Harry, no busca matar a ningún adolescente, si lo viera paseando por la calle no le haría nada-levanto su varita e hizo levitar una manzana hacia el-. ¿Como podría saber que será el causante de todos sus problemas?-mordió con una sonrisa la manzana-. Genial, es muy dulce... por cierto Lunático-le pico con la punta de su varita-. Hay un tierno camaleón que te busca-le dijo divertido.

El castaño miro hacia la entrada de la cocina. El pulgoso no mentía, un camaleón rosado con manchas moradas lo vigilaba, sujetándose muy fuerte de la pared. Cuando sintió que los hombres la miraban se camufló pero fue demasiado tarde, la habían reconocido.

-Ven, Tonks-le dijo Remus con una pequeña sonrisa. Pero el pequeño camaleón ni se movió.

-Creo que deberías ir tú-le susurró Sirius-. Es como tú damisela en apuros, no puede bajarse, la altura es mucho para ella.

El castaño se levantó de la silla, se acercó al camaleón y con cuidado la cogió sin hacerle daño, la tuvo en su mano y la llevo hacia la mesa.

-Eres muy traviesa y tierna-le dijo Sirius al camaleón, le acercó un pedazo de manzana y el pequeño animal lo cogió para después empezar a comerlo con pequeñas mordidas.

-¿Entonces que hacemos?-pregunto Remus a Black-. ¿Como traemos de nuevo a Harry?

-... ¿Tenía que volver, verdad?

-Sirius-siseo enojado.

-¿Que? Creí que se quedaría en esa época por siempre.

Remus cerró los ojos para tratar de reprimir su enojó.

•••

-Casa de Hermione-

La castaña terminaba de almorzar con sus padres cuando su teléfono que se encontraba en su habitación sonó, pidiendo disculpas se levantó de la mesa y subió rápido las escaleras.

Cogió el teléfono y contesto.

-Si, ¿Quien habl..

-¡HERMIONE, HARRY NO ESTA EN EL CUARTEL!

La castaña dejo caer el teléfono con susto, sus tímpanos casi habían reventado.

-¡HERMIONE! ¿ME ESCUCHAS? ¡HARRY NO ESTÁ EN EL CUARTEL!

-Ron...-murmuró enojada y con cuidado volvió a coger el teléfono, a una distancia muy apartada intento hablar-. No grites, te puedo escuchar bien.

-¡¿QUE?!

-¡No grites!-le dijo-. Ron, te puedo escuchar con claridad, no es necesario que grites-le rogó, intento acercar despacio el teléfono a su oreja.

El pelirrojo guardo silencio, por un largo minuto no hablo, solo se escuchaba su respiración, y algunas risas que la castaña sospechaba, eran de los gemelos.

-¿Ron?-hablo Hermione-. ¿Está ahí? Hola,... Hola.

-Si-susurro-. Estoy aquí.

-¿Que? No te escuchó, habla un poco más fuerte...

-AQUÍ ESTOY

Hermione volvió a alejar el teléfono y negó con cansancio.

-No grites..-murmuró y para no soportar más gritos de su amigo, colgó-. Creo que mejor iré a su casa. Es más seguro para mis tímpanos.

Salió de su dormitorio y bajo hacia la sala para decirle a sus padres a donde iría.

-¿Casa de los Weasley?

-Si, mamá, volveré en la noche-le dijo con una sonrisa-. Y por lo que más quieran, no contesten mi teléfono... Es mortal-se despidió y salió rápido.

•••

-Casa de los Weasley-

Llegó tocando casi las seis de la tarde, había tomado muchos taxis para tan solo saber de qué hablaba su amigo, tocó la puerta y la señora Weasley le abrió con una sonrisa tierna de bienvenida.

-Adelante, querida, adelante, Ron está nervioso-le dijo

-Buenas tarde, me llamó porque decía que Harry no estaba en el cuartel-dijo ingresando a la madriguera.

-Fue Tonks quien nos dio la noticia de la barbaridad que habían hecho Sirius y Harry, resulta que uniendo partes de un gira tiempo, lograron crear un portal al pasado... Y Harry como siempre se ofreció de voluntario.

Hermione intento formular palabra, pero el miedo por el bienestar de su amigo, la dejaron muda por completa.

-Por fin llegaste.

Ron se acercó a ella totalmente preocupado.

-¿Puedes creer lo que Sirius hizo?-le dijo-. Se que es irresponsable, se que no le gusta estar encerrado en el cuartel, pero... ¿Mandar a Harry a una época donde puede correr riesgo mortal? Eso es sobrepasar los límites.

-Pero... ¿Como lo hizo, Ron? ¿Como creó el portal?

-Según Tonks, Dumbledore tiene que ver en mucho, pero no importa lo que digamos, el lo negara-la cogió de la mano-. Ahora ven, iremos por polvos Flu hacia Grimmauld Place.

-¿Pero que haremos nosotros? ¿Que podemos hacer?

-Obligar.

-¿Obligar a quien?-le pregunto Hermione

-Obligaremos a Sirius a que también viaje-le dijo mirándola a los ojos-. Y cuide de Harry hasta el momento que vuelva. Es lo menos que debe hacer.