Capítulo 3: Benvenuto, gattino

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Caesar salió más temprano de lo usual de su trabajo y al no tener clases ese día decidió cambiar un poco su rutina, pensó en tomar otro camino a casa y tal vez comprar algo dulce para comer junto a Jojo. Caminó con paso tranquilo por la calle mientras pensaba que podía comprar. Distinguió una panadería a unos pasos de él que lucía bastante decente.

El joven se acercó al establecimiento ''Lo zucchero'' y pudo ver un hombre enfrente de este gritando furioso, el rubio se aproximó más a la conmoción y pudo ver la razón de aquel escándalo. El sujeto arrimó con una escoba a un gato negro para echarlo del lugar, al ver que este no cedió, maldijo y alzó la escoba para encestarle un golpe y alejarlo de una vez. —Señor, no haga eso. Debería detenerse— advirtió el joven pero solo escucho un gruñido molesto como respuesta.

Caesar se interpuso tomando con su mano el palo de la escoba fuertemente y lo jaló hacia él para quitarlo de las manos del tipo el cual se volteó rápidamente— ¿Pero a ti qué coño te pasa? —vociferó iracundo el hombre. Intentó recuperar la escoba, así que comenzó a tirar de ella con mas vigor pero no resultó, el Zeppeli era más fuerte— ¡Devuélvemela! Este gato está molestando en mi tienda— exclamó más enojado aún.

El italiano sintió como el sujeto intentaba recuperar el control de la escoba, y como este aumentó su fuerza nuevamente para lograrlo, así que el momento en el que el hombre jaló con todo lo que tenía, Caesar soltó la escoba. El empleado del recinto cayó estrepitosamente, sobre todo el peso de su cuerpo, el impacto resonó por toda la calle, llamando la atención de algunos peatones que caminaron por el  lugar—Tú...— Soltó el sujeto en medio de su aturdimiento.

— ¿No querías que te la devolviese? — recordó con una sonrisa burlona en sus labios.

— ¡Tu! — el tipo se levantó como pudo y no apartó la vista del atractivo joven en el proceso.

— ¿No sabes decir otra cosa? — Manifestó un poco divertido ante la actitud del hombre— Estas comenzando a molestarme ¿debería pegarte con la escoba? — Habló mientras pasaba su mano por su cabello bajó su mirada hacia el escobajo que se cayó cerca de sus pies por el forcejeo anterior, disgustado  alzó una ceja y volvió su mirada al hombre nuevamente.

— ¿¡Cómo te atreves!? — Gritó el hombre agitando su puño, al ver que el muchacho enfrente de él no solo poseía una gran altura y una constitución fuerte y atlética, el tipo de mediana edad  desistió a la idea de buscarle pelea. — Tu... no puedes entrar a esta tienda, recordare tu cara...nunca más podrás  venir aquí o de lo contrario— trató de amenazar pero Caesar no se inmutó.

—No se preocupe señor, no creo que quiera entrar a esta tienda de nuevo — Dijo inclinándose hacia adelante para quedar a la altura del viejo — Ya que, por lo que veo es una porquería — articuló mientras lo vio fijamente a los ojos.

El señor no contestó simplemente caminó hacia el interior de la panadería rígidamente, mientras la mirada del italiano se mantenía clavada en su espalda. Caesar buscó con la mirada al gato negro que hace unos minutos se encontraba cerca del portón de la tienda. Pero fue en vano el pequeño animal no se encontraba por aquel lugar. Caesar retomó su camino nuevamente ''Supongo que huyó luego de la conmoción...me hubiese gustado llevarlo a casa'' suspiró y se dirigió a su casa.

                                                                                                ...

El rubio llegó con una cara amarga a la casa y de un humor pésimo, Joseph que se encontraba en la sala revisando su celular echado en el sofá, apenas vio al italiano lo saludo enérgicamente — Hola bombón ¿Cómo te fue hoy? — Dijo desde el sofá.

The day to day with  my loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora