Capítulo 1

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Cuando nací, mis padres esperaban que naciera alfa, al cumplir los 4 años pudieron hacerme el estudio de sangre donde se determinaría a cuál de los 3 géneros pertenecía.

Ellos querían un alfa, esperaban un alfa puesto que mis dos hermanas eran omegas, pero para desgracia de mi padre, termine resultando omega también, yo Takashima Kouyou, ahora con 20 años de edad me doy cuenta de porque mis padres querían que fuera un alfa, ser omega es horrible...

Me explico:

Tanto hombres como mujeres omega poseemos aparato reproductor femenino, somos perfectamente capases de concebir siempre y cuando seamos fecundados por un alfa, y muy rara vez de un beta, en pocas palabras, siendo hombre puedo quedar embarazado.

Los omegas tenemos características "importantes" como por ejemplo, nuestro celo, el cual ocurre cada tres meses y dura una semana, no como los alfas que su celo ocurre cada 6 meses y dura solo 24 horas, en palabras más simples, los omegas cada 3 meses nos ponemos calientes toda una semana, mientras que los alfas solo se ponen calientes 2 días al año, genial ¿no?, nótese mi sarcasmo.

Cuando un omega está en celo, nuestros niveles de hormonas se disparan, nos ponemos tan calientes que buscamos a algún alfa para que nos cojan hasta que estemos satisfechos, estas hormonas informan a los/las alfas cercanos que 1.Somos omegas y 2.Que estamos en celo. Por lo cual tenemos que soportar el "cortejo" de unos cuantos alfas al mismo tiempo, que en la mayoría de las veces, nos hostigan tanto que se terminan peleando entre ellos y nosotros tenemos oportunidad de huir.

Cuando se trata de un omega varón, les informo que sí, tenemos pene, y es completamente funcional, lo único malo es que por lo general nadie se centra en eso, se concentran más en nuestro trasero, que es por donde se lleva la reproducción, palabras más simples, nos follan por el ano porque es el único lugar por donde nos pueden dar para fecundarnos.

Aquí es donde entran mis drogas, los venditos suspensores, esas preciosas pastillas que cumplen 2 maravillosas funciones, 1.Ocultan nuestro aroma omega, de esta manera el alfa nos confunde con un beta, así evitamos el cortejo y 2.Sirve como pastilla anticonceptiva, pues evita que aunque tengamos relaciones, no quedemos embarazados.

Solo que hay un pequeño e insignificante detalle, los suspensores son pastillas altamente caras, el fármaco es muy costoso. Por suerte, un amigo de mi padre, es uno de los que vende este fármaco, y se los deja a un muy buen precio, pues somos 3 omegas en la casa, mis dos hermanas y yo, al comprarlo por mayoreo sale mucho más barato, yo por lo general cargo estas pastillas en un frasquito de "Tictac" las pastillitas de sabor, que son exactamente iguales en forma y color, no llevo el frasco entero como mis hermanas, yo me administro y por eso me han durado más, aún tengo 6 frascos enteros en mi departamento. Empecé a vivir solo por las cuestiones de la banda, y por seguridad de mis hermanas, pues los chicos a veces quieren reunirse en las casas.

¿Cuál es el riesgo? Muy fácil, Reita, mi mejor amigo de la infancia y en la persona que más confió, es un alfa, junto con Aoi y Kai, Ruki es beta, pero no por eso debo de preocuparme menos, hay casos de vecinos omega que fueron fecundados por un beta, no me voy a arriesgar, hasta ahora los chicos no saben nada de que son un omega, ellos me creen un beta, pues nunca he estado "vulnerable" frente a ellos, ya que siempre cargo mis pastillas y voy muy bien controlado en mis celos. El único que lo sabe es Reita, pues es mi amigo de la infancia, sabe todo de mí como yo de él, nunca me delataría, puesto que ambos sabemos que no conviene, y aparte porque él siempre está dispuesto a protegerme. El seria como mi alfa no alfa.

Oh, es verdad, una cosa de los alfas es que poseen un instinto protector muy fuerte, en especial cuando los omegas usan "la voz" es un pequeño gemido que sale involuntariamente de nosotros en situaciones de miedo o peligro, eso avisa a nuestro alfa con el que estemos en lazados, no importa que tan lejos estemos.

Lazos irrompiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora