Capítulo 9.

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Tragedia Agridulce
Capítulo 9:

Narra Serenata

Me levanté por uno olor a comida, debía decir que olía delicioso. Abrí lentamente mis ojos mirando a todos lados para saber de dónde venía ese maravilloso olor, encontrándose con Darien y una bandeja de comida en sus manos y algunas rosas. Rápidamente me senté y lo miré confundida.

- ¿Qué haces aquí Darien? - pregunté y el se sentó en la esquina de la cama.

- Vengo a pedirte disculpas Serena. Se que he sido un idiota contigo y se que dañe nuestra relación. No fue mi intención...nunca fue mi intención herirte, lo digo en serio. Tienes que creerme en esto. - él me miro pero yo miraba mis manos mientras jugaba con la sabana. Él, ante mi silencio, continuo. - Quiero casarme contigo Serena Tsukino, quiero vivir... envejecer a tu lado y no quiero echar a perder todo eso. Te he demostrado cuán enamorado estoy de ti muchas veces en el pasado, déjame volver a hacerlo y demostrarte que estoy muy arrepentido. Que quiero arreglar lo nuestro. ¿Crees que puedas dejarme hacerlo? - Darien terminó su discurso y yo me quedé unos segundos en silencio hasta que sonreí y me tiré encima de él dándole un fuerte abrazo.

- Si que te dejaré Darien. Se que me pase un poquito con la bofeta pero quiero darte otra oportunidad, quiero que lo nuestro mejore y que sea mejor que antes. - me separe de el dándole un pequeño beso en los labios mientras el reía leve y me abrazaba.

- Gracias Serena, está vez si que no me rendire hasta que vuelvas a confiar en mi. - el acaricio mi mejilla y sonreí.

- Pero enserio, me arrepiento mucho de darte una bofeta. Se que te la merecias aunque sea un poco pero me pasé y lo siento, es que estaba muy molesta. - el río asintiendo.

- No te preocupes, es lo menos que puedo recibir en este caso. - los dos reímos y el me ofreció la bandeja con comida y flores. Yo rápidamente la toma y el río, ahora sentándose al lado mío.

- Cociné esto para ti, no fue mucho con lo que te mereces pero es lo mejor que puede hacer rápido ya que sabes que si Lita se da cuenta de que toqué algo en su cocina se podría molestar un poco. -el dijo sonriendo y yo reí dándole la razón.

Mientras yo comía hablamos de cualquier cosa que se nos viniera en la mente y de vez en cuando Darien tomaba un poco de mi comida. Luego de terminar de comer y yo tenía las flores en mi mano, el habló.

- Estoy resolviendo el problema con Rei, he tratado de hacerlo lo más rápido posible pero Michiru dice que es un poco más difícil ya que tiene que encontrar gente que no diga nada y que ella pueda confiar. Además dice que como tuvimos relaciones... pues es un poco más difícil pero esta haciendo todo lo posible. - terminó de decir y deje de mirar la rosa para mirarlo a el.

- ¿Michiru? ¿Ella es tu abogada? - el asintió alzando una ceja. - Darien, sabes que ella puede llegar a hacer un poco... coqueta. Bueno, ¿qué digo un poco? Ella es muy coqueta y no me gusta. - dije cruzandome de brazos.

- Tranquila Serena, sabes que ella lo hace para molestarte. Tu eres muy celosa y toma provecho de eso. - dijo encojiendoce de hombros. - Además, fue la única abogada en quien pude confiar en esto.

Yo me le quede mirando con un puchero por unos segundos pero luego asentí dando un bufido.

- Bueno, ¿Y cómo van a hacer todo esto sin que nadie se entere? - pregunté y el empezó a explicarme todo con detalles. Estuvimos horas hablando de todo un poco, de todo lo que nos quisiéramos decir y todo lo que no habíamos podido decir por la situación.

Narra Rei

Estaba en la cocina sirviéndome un poco de café y sentada en la mesa, unos minutos después escuché pasos bajando por las escaleras y luego Rini entra a la cocina con cara de adormilada y su pelo despeinado.

- Buenos días Rei - dijo mientras se sentaba al lado mío y reposaba la cabeza en la mesa haciéndome sonreir.

- Buenos días Rini, ¿dormiste algo anoche?

- La verdad no mucho, estuve muy ocupada viendo una nueva caricatura. Se llama 'Las Aventuras de las Sailor Guardians'. Es muy entretenido y divertido. - dijo alzando su cabeza y ahora me miraba con emoción. - Deberías verla conmigo, hay una que se parece mucho, mucho a ti.

- Bueno, ¿Y de qué se tratá está caricatura que te mantuvo toda la noche despierta? - dije tomando un poco de café y acomodandome en mi silla para verla un poco mejor.

- Bueno las Sailor Guardians son las mejores heroínas. Sus poderes y trajes se inspiran en los planetas. Están por ejemplo, el planeta Júpiter, Mercurio, Venus, Marte y la Luna. Más adelante aparecen Pluto, Saturno, Neptune y más. Hay chicos guapos como uno que se llama Tuxedo Mask y otro Andrew, sin mencionar a los que no recuerdo. - ella río un poco. - Pero yo digo que la Sailor Marte se parece mucho a ti, pelo largo y negro, fuerte de carácter y femenina. Responsable y mayormente no soporta a las rubias. - ella volvió a reír haciendo reír a mi. - ¿Y que dices? ¿La verás conmigo?

- No lo sé Rini, quedé en verme con la abogada en unas horas y no quie... - no pude ni terminar la oración cuando Rini ya había tomado mi brazo y lo sacudida fuertemente.

- ¡Por favor Rei! Se supone que la tenía que verla con Serena pero no está y no quiero verlo sola. ¡Por favor!

- ¡Si, si lo veré contigo sólo deja mi brazo! - dije tratando de no derramar el cafe pero ya la mitad de mi café estaba derramado en la mesa. Ella soltó mi brazo y sonrió inocentemente.

- Lo siento, te espero arriba en mi habitación en 15 minutos. - dijo tomando un paquete de galletas y abriendo la nevera tomando todo el galon de leche.

- ¿Vas a desayunar eso? - pregunté y ella asintió empezando a caminar fuera de la cocina.

- Si, mayormente como esto cuando Serena la tonta no está pero apurate, te estaré esperando puntual en mi habitación. - me miró por última vez y terminó de subir las escaleras saliendo de mi vista.

Reí dejando la taza en la mesa, limpiando el café que estaba en esta y luego caminando hacia arriba. Si que me metería en problemas si no iba a ver las caricaturas.

Horas después de ver muchos capítulos de Las Sailors Guardians y comer muchas galletas sonó el timbre, haciéndome pararme para ver a Rini que al parecer llevaba mucho tiempo dormida. Reí para mis adentros, al final me habían gustado las caricaturas más que a ella. Bajé las escaleras y abriendo la puerta y encontrandome con una Serena y Darien abrazados haciendome alzar una de mis cejas.

- ¿Supongo que ya no va a haber tanta tensión en la casa entonces? -pregunté haciéndome a un lado para que ellos pasarán y haciendolos reír.

- No, ya no. - Serena sonrió y cuando entraron cerré la puerta.

- Oye Serena. - la llamé haciendo que ella se volteara mirándome.

- ¿Si?

- Rini me enseñó unas muy buena caricatura y resulta que no soy la única pelinegra hermosa que tiene que soportar a una rubia llorona. - dije encogiendome de hombros caminando a su lado mientras ella ponía cara de ofendida.

- ¡Grosera! - grito antes de que desaparecía de su vista pero escuché como Darién le decía que solo lo hacía jugando. Reí para mis adentros, molestar a Serena era muy divertido.

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