Capítulo 114 - Una gracia que salva vidas debe pagarse con el cuerpo

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Xiang Qing me llevó con facilidad y sin esfuerzo en su espalda a través de los escarpados caminos de montaña. Detrás de nosotros, el reacio y amargado Mo'lin y Yin Zi intercambiaron miradas de odio entre sí.

Así, caminamos hasta que el sol se había puesto. Llegamos a las afueras de un pueblo. Me aferré a regañadientes a su ropa mientras me colocaba, se volvió hacia la comodidad: "Voy a la ciudad a buscar un carruaje para ti, así que espérame aquí".

¿Para qué sirve un carro? No entendí el significado de esas palabras por lo que Yin Zi respondió tímidamente en mi lugar: "El caballero tiene nuestro agradecimiento".

Xiang Qing confió a Mo'lin la responsabilidad de cuidarnos y luego se dirigió de inmediato hacia la ciudad.

Mo'lin al instante dejó caer a Yin Zi sobre el polvo y la suciedad, batiendo el polvo sobre su cuerpo y un poco de pena decir: "Está preocupado por la reputación de las dos damas, temiendo que otros hablen un poco y empañen su inocencia". . "

Hmmm? Estaba muy confundido, ¿por qué él simplemente no permite que otras personas hablen y empañen la inocencia?

"No hay necesidad de apresurarnos, seguiremos con nuestros planes paso a paso". Yin Zi cepilló sus doloridas nalgas, le dirigió una mirada de resentimiento a Mo'lin, se acercó a mí y me susurró: "Recuerda las palabras que te he enseñado. , no debes cometer un solo error ".

Las recordé en silencio varias veces, y luego vislumbré la hoja de trucos en mis mangas asintiendo con seriedad.

No mucho después, la figura de Xiang Qing acarreando un carrito de verduras roto de la ciudad apareció en la distancia. Yin Zi una vez más me susurró al oído: "Él realmente es pobre ..."

"¿Trajiste dinero?" Le pregunté apresuradamente a Yin Zi, "Saca un poco y dáselo a Shifu".

Yin Zi refutó en un instante: "Cambié demasiado rápido, así que cuando nos fuimos, olvidé traer cualquier ..."

Nuestros ojos se reunieron rápidamente sobre Mo'lin. Mo'lin se rascó la cabeza y suspiró a regañadientes: "En el Reino Celestial, ¿para qué sirve tener dinero ... ... no tienen joyas que puedan empeñar por dinero?"

"No me gustan las joyas, así que solo llevo flores".

"Vestirse como mujer ya es lo suficientemente vergonzoso, ¿por qué incluso me pondría horquillas, accesorios y cosas así?"

"Un montón de idiotas!"

Como argumentaron los tres, Xiang Qing ya había llegado antes que ellos. Su rostro estaba enrojecido y se sentía muy avergonzado de decir: "Espero que a la señorita no le importe mucho, primero debemos dirigirnos a la ciudad".

Rápidamente llegamos a una tregua y revelamos nuestras expresiones extremadamente puras: "Luego, damos las gracias al hermano mayor".

Sentados en este carruaje de madera roto y en mal estado, entramos felices en las puertas de la ciudad. Cuando llegamos a la residencia del médico, el médico fue invitado a echar un vistazo a mi lesión en la pierna. Sus ojos se fijaron en mi cara durante medio palo de incienso, y luego lentamente se deslizaron por mi pecho. Como un niño, se podía ver un poco de baba por la comisura de su boca. Solo hasta que Mo'lin y Xiang Qing interrumpieron tristemente su línea de visión, finalmente me revisó la herida y me aplicó un apósito de hierbas ligero. El médico se adelantó para pedir el pago, pero había entrado en otro aturdimiento al mirar a Yin Zi.

Yin Zi, con una cara amargada, buscó algo de dinero en su cuerpo, pero no pudo sacar ni una sola moneda de cobre. Miró hacia Mo'lin para pedir ayuda, sin embargo, Mo'lin simplemente giró la cabeza fingiendo que no sabía nada.

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