🍁You're special, Malfoy🍁 [DRARRY]

🍁04 🍁

04: Primer regalo. 

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Harry pensó de izquierda a derecha lo que habían hablado con su amiga dos días antes en la biblioteca; "Comienza con detalles" Había dicho Hermione, "Supongo que hasta Malfoy es capaz de ablandar un poco su corazón con algo tierno, ¿no lo crees?".

El pelinegro no se encontraba del todo convencido con las palabras de Hermione, pero no tenía nada que perder, ¿o sí?. Pero una vocecita en su interior le decía que todo esto era una mala idea y que solamente estaba perdiendo el tiempo, que no se humillara más...aunque de pronto también apareció una más discutiendo con la otra diciendo que él era un gryffindor y debía hacer lo que su corazón dictara...Estaba jodido, lo sabía, pero en estos momentos nada lo detendría.

Había llegado a la conclusión de que ya no servia de nada seguir taladrándose la cabeza, lo haría y ya. Sabía que esto seria igual o más difícil que la vez que le gustaba Cho Chang, pero ahora era diferente...Harry tenia la necesidad de hacerlo y la verdad es que ansiaba tanto poder algún día estar con ese maldito rubio. Ese hijo de puta que lo volvía loco...no sabia como había sucedido esa atracción repentina por el Slytherin, aunque a decir verdad se sorprendía de que no hubiera sucedido antes.

Sonrió en sus adentros cuando recordó la imagen de Malfoy enojado, mirándolo con clara frustración en su rostro cuando le saco la libreta de Hermione de sus manos.

Entonces pensó en que es lo que podría hacer para acercarse al slytherin.

Tal vez romperse un brazo y hacer que en la clase de pociones Snape lo siente con él para que lo ayudara...como había hecho Draco en tercer año.

Con la rapidez que llegó esa idea, se termino olvidándose de eso. Snape jamás ayudaría a Harry, aunque sea la cosa más pequeña del mundo. Podría ser un idiota, pero no un estúpido y sabia que esa madre nunca funcionaria.

Entonces se le ocurrió la idea más estúpida y cursi de todas...pero a la vez se veía tentadora y divertida.

Hacerle regalos con pequeñas notas dirigidas a él...

Cuando Harry era un niño veía casi siempre esa acción en varios personajes de las telenovelas de tía Petunia que pasaban en las tardes.

Supuso que a pesar de ser algo muy ñoño, tendría su lado bueno ya que ¿quién no amaba recibir regalos? ¿Y quién no se siente atraído cuando esos presentes son de una persona que ni siquiera revela su nombre?

Para Harry era una idea estupenda, comenzaría con eso, estaba decidido. Y vería como funcionaba, si no era así tendría que pensar en algo rápido. Pero algo de lo que si estaba seguro, era no rendirse hasta conseguir al menos una sonrisa del rubio.

Y con ese pensamiento, sonrió un buen rato mientras ideaba como empezar ese jugo de "adivina quién soy".

Los próximos dos días transcurrieron rápidamente y a la mañana de un martes un ansioso Harry se caminaba por los pasillos del colegio junto con sus amigos hacia dirección del gran comedor para desayunar.

Harry se frotaba las manos constantemente, ansioso por ver a Malfoy. Ya que hoy entregaría su primer regalo al rubio. Quería, con todas sus fuerzas, ver la expresión de este al recibirlo. Aunque por un lado también sentía pánico por si le resultaba poca cosa...Pues Harry quería empezar con algo tranquilo y normal, no quería que sea algo muy llamativo pero si que significará algo para Draco.