Thirsty + Nomin

o n e

Jeno

Me encontraba en mi banco tirado en la silla dibujando sobre la parte trasera de mi cuaderno, esperando a que tocara el timbre de salida para poder finalmente ir a casa.

Alguien toca mi hombro distrayendome de los trazos que hacía sobre la hoja.

- No olvides que ésta tarde iré a tu casa, debemos hacer el trabajo práctico que dejó la profesora. - dijo Jaemin mientras aún posaba su mano sobre mi hombro.

- Es verdad - levanté la vista del perro-jirafa que había dibujado. Soy pésimo en esto. - Te espero junto a la parada del autobús.

Sin nada más que añadir, el de cabello rosado asintió acomodándose en su lugar.

Unos minutos pasaron y ya mis compañeros empezaron a recoger sus cosas para volver a sus hogares. Obviamente yo no me quedé atrás y guardé mis pertenencias rápido.

Me dirigí al lugar acordado con Jaemin. Al llegar allí me encontré con mi hermano, Moonbin.

- ¿Nos vamos? - preguntó el más alto y mayor de edad.

- No, debo esperar a un compañero - dije mientras acomodaba mi mochila. - Adelantate. - y seguido de esas palabras, el mayor desordenó mi cabello con su mano para luego retirarse del sitio.

Decidí sacar mi celular mientras seguía esperando. Me entretuve mirando algunas publicaciones de Instagram y uno que otro mensaje de mi mejor amigo Donghyuck, contándome como es que por fin se atrevió a hablarle a cierto canadiense.

- ¡Jeno! - al levantar la mirada vi a un pelirosa correr hacia mi mientras sujetaba las tiras de su mochila. Se veía tan radiante como siempre - ¿Esperaste mucho?

- Nah, descuida.

Y nos pusimos en marcha, caminando sin apuro alguno hacia mi casa. De vez en cuando me pellizcaba o me revolvía el cabello.

Cuando estuvimos atravesando mi jardín Na me quitó la mochila y se subió a mi espalda.

- ¡Pesas mucho! - dije tambaleandome al sentir todo su peso sobre mi.

No pude verlo, pero supe que había puesto una expresión de indignación.

- ¿Me estás llamando gordo, Lee Jeno?

Quise sacar las llaves de mi bolsillo para abrir la puerta pero recordé que las había dejado sobre la mesa, por lo que simplemente toqué el timbre.

- Si, deberías hacer dieta, Na Jamón.

Mi hermano nos abrió la puerta y, no supe por qué, pero Jaemin se bajó de mi espalda repentinamente. Le vi pararse derecho y peinar su cabello antes de soltar un tímido "Hola, Moonbin..."

El más alto tambien le saludo de forma rara y caminó hacia la cocina rápidamente.

Aquello se me hizo extremadamente raro pero no le di importancia alguna y me adentré en la casa con Na detrás mio.

Tomamos asiento en el sofá más grande y comenzamos a trabajar, aunque también nos distraiamos y nos desviabamos del tema principal aveces.

- Mira, esto lo podemos resumir...- Señaló un texto sobre la hoja pero realmente se me hizo imposible no poder mirar sus labios.

Entonces dejó de hablar y su mirada se topó con la mía. En momentos como estos sólo quería decirle lo mucho que le apreciaba, quería hacerle saber todo lo que siento por él.

- ¿Me estás prestando atención? - esas palabras lograron sacarme rápidamente del trance que me produjo la belleza de Jaemin.

- Ehh, si... Decías algo sobre... - y quedé en blanco.

- Ahg, como sea, voy por un vaso de agua.

Na se levantó del sofá, yendo en dirección hacia la cocina.

Jaemin

Busqué un vaso en la alacena y serví un poco de agua fresca del refrigerador en el.

Sentí el ruido de una puerta abrirse a mis espaldas y por simple curiosidad di vuelta, y le agradezco a Dios por aquella imagen. Jamás he visto tanta belleza junta en un cuerpo tallado por dioses.

Moonbin acababa de ducharse, el mayor tenía una toalla alrededor de su cintura. No se inmutó por mi presencia, al contrario, me dedicó una coqueta sonrisa y caminó hacia su habitación, sujetando con una mano aquella blanca toalla que me impedía contemplar ese cuerpo en su totalidad.

Al pasar frente a mi seguramente se dio cuenta de que yo le miraba fijamente, seguramente babeando.

- ¿Te gusta lo que ves? - dijo en un tono burlón pero coqueto a la vez mientras levantaba una de sus cejas.

- No lo sé... - dejé mi vaso sobre la encimera para acercarme a pasos lentos hacia él. Éste sólo me miró confundido soltando un "¿Cómo que depende?"

- He visto cosas mejores... - salió de mis labios. El mayor me sonrió de lado, era jodidamente sexy.

- Te lo pierdes... - Su rostro estaba muy cerca del mio y me miró a los ojos tan profundamente que sentí como si fuera capaz de ver a través de ellos - Sabes, cada vez que vienes a esta casa no puedo evitar mirarte y pensar que eres realmente precioso, aunque no debería ilusionarme tanto...

Sus palabras lograron derretirme por dentro y le sonreí bobamente, pero una de sus frases provocó ruido en mi cabeza.

- Espera, dijiste.... ¿"No debería ilusionarme"? ¿P-por qué?

Él me miro de la misma forma que yo lo hacia; con sorpresa.

- ¿No eres el novio de Jeno? - Preguntó, ladeando su cabeza sólo unos centímetros, su castaño y mojado cabello desprendía unas pequeñas gotas, dejándome una imagen increíblemente atractiva y cautivadora ante mis ojos.

También se me hizo muy difícil responderle sin tener que bajar la mirada a su descubierto abdomen.

- ¡Para nada! Solo somos amigos, eso es todo... - crucé los brazos sobre mi pecho, jamás saldría con mi mejor amigo. No porque sea feo o algo por el estilo, es simplemente que lo veo como mi hermano y no le voy al incesto.

Dejó salir un "Ah" de su boca al oir mi respuesta y me sonrió como si se sintiera aliviado.

- Ya veo, entonces... A Jeno no le molestaría si hago esto - Cerró los ojos y sus labios se aproximaron a mi lentamente.

Ya no existía distancia, él se encargó de cortarla mientras dejaba un beso en mi mejilla.

Moonbin fue hacía su habitación, yo aún estaba en la cocina sonrojado a más no poder.

"El hermano mayor de mi mejor amigo es muy ardiente" pensé.

- ¿Nana, estás bien? - apareció el de cabello negro en el lugar.

- Sisi, continuemos con la tarea. Ya es tarde - Él sólo asintió y nos dirigimos hasta donde estaban nuestras cosas.

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¡Espero que les haya gustado el primer capítulo! :D

See u later~ uwu

-Yutanga☕