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Jeno


Unos días después.

"Nana, no olvides venir a mi casa." Fue el mensaje que le mandé. Hace ya un tiempo que llevo esperándolo y aún no aparece.

Me levanté para buscar un vaso de agua y en cuanto vuelvo a la sala, alguien golpea la puerta. Al abrir ésta visualizo a Jaemin agitado, con el cabello desordenado y la mochila colgando en su hombro.

- Nana... - Susurré mientras el pelirosa se adentraba precipitadamente en la sala y se dejaba caer exhausto en uno de los sofás- ¿Por qué tardaste tanto? ¡Por un momento pensé que no ibas a venir!

Con la respiración irregular, miró en mi dirección y dijo:

-Lo siento, estaba... ocupado.

-¿Ocupado? ¿Qué hacías?

- Eh... Nada- Murmuró evitando mi mirada a toda costa- ¿Me das agua? Estoy realmente sedient-...

- No cambies el tema, ¿Por qué no me quieres contar?- Quizás había elevado el tono más de lo que hubiera deseado, pero fue inevitable- Sabes, últimamente me estás evitando mucho, ya no me cuentas lo que te pasa ¡No se nada de ti, pareciera que estas enfadado conmigo!

Na se puso de pie, con una mirada de víctima en el rostro que me hizo sentir lastima.

-J-jeno... No es eso, sabes que no estoy enfadado contigo...

-¿Qué es entonces? Te noto realmente distante y quizás a ti no te importe, pero a mi me duele demasiado y no sabes cuánto. -Sin darme cuenta, me había acercado tanto a Jaemin que le vi tensarse.

Le tembló el labio antes de hablar y sus ojos me hicieron saber que estaba muy arrepentido.

-Yo... Yo no sabía...- Miraba hacia todos lados nerviosamente, como si buscara las palabras adecuadas para hablar- Perdón...

-¿"Perdón"? ¿Eso es único que piensas decir?- Nuevamente sentí mi sangre hervir, estaba al borde de perder la paciencia- Jaemin, no tienes idea de lo que pasa por mi cabeza... - Tomé asiento en el sillón. - Pienso en ti todo el día, me pregunto que tanto haces que ya no tienes tiempo para mi...

- Jeno, yo sól-..

- Me gustas. - interrumpí lo que estaba por decir. El dolor en mi corazón no me permitía seguir guardando en secreto lo que sentía por el de cabello rosado.

Pero lo que más dolió fue verlo estático, petrificado si decir una palabra con los ojos grandes como dos platos.

- No sé cuándo sucedió, ni como... Pero de un día a otro tu sonrisa se volvió la más hermosa frente a mis ojos, la calidez de tus abrazos fueron como mi segundo hogar... - Dije para romper el silencio que se había formado entre nosotros. Na miraba hacia el suelo, quizás ordenando sus pensamientos.

-Jaemin...- le llamé colocando mi mano en su mentón para que mirara a los ojos. El de cabello rosa tembló bajo mi toque. -Me gustas, demasiado para ser real.- Éste sólo me miraba, sus oclayos no se separaban de los míos.

Buscaba algo más en su mirada, quizás odio, tristeza o asco pero no había nada, sus ojos no reflejaban nada.

- Y-yo... Jeno, y-yo... - A la mierda todo, lo besé, uní sus labios con los míos. Prefiero arrepentirme de hacerlo a estar llorando por no tener el valor.

- ¡¿Qué mierda estás haciendo?!- Un brazo tiró de mi camiseta y me hizo ponerme de pie. Entonces vi a Moonbin observándome con un semblante serio y enfadado.

- ¡Hey! ¿Qué te pasa?- Intenté librarme de su agarre, pero me sostenía tan fuerte y me miraba con tanto odio que temí que fuera a golpearme- ¡S-suéltame! ¡¿Te volviste loco o qué?!

Oí a Jaemin dejar salir un gemido ahogado a mis espaldas.

- ¡¿Cómo que "¿Qué te pasa?"?!- Jamás le había oído hablarme con ese tono de voz, era la primera vez que veía a Bin tan enfadado- Que ni se te ocurra volver a hacer eso o te juro que te...

- ¡Deja de decir estupideces! Jaemin no te pertenece ni nada, ni que fue-...

Ni siquiera pude acabar de decir la frase cuando sentí su puño estrellarse en el pómulo de mi cara. Caí sobre el sofá detrás mio y miré a mi hermano con los ojos inundados en lágrimas.

¿Qué mierda...?

Enseguida Nana corrió hacia mi hermano y trató de detenerle. Sujetaba sus brazos, evitando que yo recibiera un segundo puñetazo.

- ¡Calma...! - La voz de Jaemin salió temblorosa de su boca, tratando de tranquilizar a mi hermano- ¡Jeno no sabía sobre lo nuestro! No es su culpa...

Mi mirada fue desde MoonBin hacia Jaemin, sin poder creer lo que estaba oyendo. ¿Acaso ellos dos eran...?

No... No podía ser...

- ¿Qué ocurre aquí?- Preguntó mi padre, Jaehyun, bajando por las escaleras rápidamente- ¿Por que tanto ruid...? ¡OH, POR DIOS!

Entonces sentí como si me sumergiera en lo profundo del mar. Todo a mi alrededor se hacia mas borroso y los gritos de mis padres eran cada vez más inaudibles.

Me quedé petrificado en el lugar y sentí como mi mundo se fue abajo en tan solo unos pocos segundos.

No sabía que me dolía más, el golpe de Moonbin en mi cara o haberme enterado de que Jaemin estaba saliendo con mi hermano.

Los brazos de mi otro papá me rodearon y trataron de hacer que me pusiera de pie. Doyoung miró mi herida y una expresión de horror y lástima se apoderó de su rostro.

Enseguida subimos al segundo piso, le di una última mirada a Jaemin quién estaba parado en el marco de la puerta ya que Jaehyun le había pedido que se retirara.

El pelirosa me miró con pena y salió de la casa rápidamente.

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-Yutanga☕

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