iv

555 92 10
                                    

Annie estaba frente a mi. Se veía hermosa y yo… no sabía que decir. Estaba actuando como un tonto —puede que lo sea— las palabras parecían haber huido. Sonrío. Puede que sea la sonrisa más grande y radiante que jamás he visto. Y me miro con los ojos llorando, la abrace y pegue a mi cuerpo.

‘Nunca más te dejare ir’ susurre.

Ella se pego más a mi cuerpo y beso mi cuello. ¿Cómo fue posible que sobreviviera sin ella?, la mire una vez más a sus ojos, para luego pegar nuestras frentes. ‘Te amo’

‘Es tarde’ ¿me estaba diciendo que era tarde para haberlo dicho?, me separo de ella un tanto confundido ‘deberías de entrar, es muy tarde’ suspiro aliviado, ella se refería al tiempo. ‘¿Aden?’ dice dudosa ‘Te amo’ Annie mira al suelo, parece nerviosa. No espere un segundo más, la cargue en mis brazos y entre con ella en su casa. Por primera vez me sentía completo. Creo que decirle que la amaba era la segunda cosa bien que hacia. La primera fue haberla conocido en septiembre, cuando ella colgaba carteles de su gato perdido.

SeptemberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora