Don't Tell My Dads I Broke Up With A Werewolf

Capítulo 3. Stiles Duerme. Stiles Grita. Stiles Llora.

Stiles apenas logró arrastrarse fuera de la cama a la mañana siguiente.

Todo duele. Y no de una buena manera, lo cual, sí, lo había sentido antes y había sido un dolor bastante impresionante.

Pero el dolor que sintió al presionar las plantas de sus pies contra el frío suelo de su habitación no era el increíble tipo de dolor causado por una noche bastante asombrosa con un ex bastante increíble, quién permanecería sin nombre para propósitos en los que Stiles realmente no quería entrar tan temprano en la mañana.

Era un tipo de dolor de mierda lo que hirió la médula de sus huesos - si eso era una cosa. Estaba casi seguro de que tenía que ser así porque incluso su papá vaciló en la cocina cuando Stiles bajó las escaleras.

"¿Stiles?" Preguntó incierto, colocando el tazón en sus manos sobre el mostrador y caminando hacia el adolescente.

"Estoy bien, papá", dijo Stiles, pero incluso él no se creyó a sí mismo. Mierda, sonaba horrible. ¿Era esa en serio su voz? "Cr-Creo". La mano de su papá estaba fría en su frente y se apoyó en el toque con gratitud mientras Castiel fruncía el ceño con preocupación.

"Stiles, tienes fiebre".

"Yo ..." Stiles tragó saliva, haciendo una mueca por el dolor que causó. "Sí, supongo que mentí. Me siento como una mierda."

Castiel suspiró y asintió, viéndose como si hubiera tomado una decisión. "Te quedas en casa".

Stiles gimió. "¿No puedes simplemente ... 'alejarla' o algo así?"

"Stiles", regañó su papá.

"Papá, nunca te pedí que me quitaras una enfermedad. Nunca. Incluso cuando tuve la varicela. Por favor, haz esto por mí ".

Castiel apretó sus labios en una delgada línea, lo que significaba que lo estaba considerando seriamente. Y sin Pops allí para hacer un escándalo acerca de cómo los niños deberían enfermarse de vez en cuando porque desarrolla el carácter y bla, bla, bla, en realidad podría rendirse. "Muy bien", admitió su papá y Stiles hizo un baile de victoria mental .

"Gracias", dijo el adolescente, alivio cubriendo su tono. Su papá colocó dos dedos contra su frente y Stiles cerró los ojos, esperando el inevitable alivio ... y cuando pasaron unos buenos diez segundos sin ningún cambio, Stiles abrió un ojo y se encontró con un par de ojos azules muy preocupados. "¿Papá?"

"No puedo curarte, Stiles", dijo su papá, el tono de su voz indicaba que se debía a algo que estaba más allá de su capacidad en lugar de una elección.

"¿Estás bien?" Preguntó Stiles, incluso cuando su cabeza comenzó a girar y los bordes de su visión se volvieron borrosos.

"Stiles, mírame", exigió su papá, tomando la cara del adolescente con ambas manos.

"Lo estoy", dijo desconcertado, tratando de levantar los brazos para poder agarrar las manos de su papá con las suyas y encontrarlas pesadas e inamovibles.

"¡Stiles!", Gritó su papá, alarmado.

El suelo, de repente, se apresuró a encontrarse con él y luego hubo oscuridad.

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Stiles se despertó por las voces. Enfado, miedo.

"No responde. No puedo despertarle." Su papá sonaba frenético, lo cual era una hazaña, considerando que era el campeón mundial de la monotonía.